Kaká x Pepe
Kingdom AU!
¿Quien iba a querer a un doncel indomable? Aquel que en lugar de demostrar sumisión y devoción a su alfa solo es capaz de seguir su instinto, su razón y su corazón.
Pese a pertenecer a la familia real y ser el siguiente a ocupar el trono en la linea de sucesión, Ricardo Kaká no está interesado en ninguna de las responsabilidades de los socialites.
Se volvía tedioso tener que asistir a clases de alfarería, modales, esgrima, música y un sinfín de cosas más.
Todas las tardes cuando el cielo se pintaba de anaranjado y los primeros rastros de las estrellas comenzaban a aparecer, se escabullia de sus tareas, dejaba de pintar, abandonaba el salón de conferencias o apartaba sus finas telas de seda de la rueca.
Sigilosamente salia hacia el establo y tomaba su fiel corcel, se daba el gusto de galopar por las montañas del reino de Real Madrid, cruzaba los límites a la ciudad hermana, Aleti y viajaba sin ningun rumbo hasta la hora de la cena.
Volvería al establo y con un golpe fuerte abriría el candado, guardaría al corcel en su lugar y le daría agua a su fiel compañero y escalaria hasta su habitación, dónde solo cinco minutos después su primo Mesut tocaría la puerta, avisando que la cena estaba servida.
-Salvanos del fuego eterno y bendice nuestro reino, Amén- terminaban la oración antes de comer
-¿Que tal las clases de hoy?- pregunto la madre del omega
-Bastante bien... Hoy aprendí a pintar lirios- respondió Kaká mientras comía
-Perfecto, porque un doncel que sabe pintar- fue interrumpida por su hijo
-Es buen esposo para un alfa... Si mamá, lo tendré en cuenta- respondió un poco amargado el pelinegro
-¿Y tú Mesut? ¿Que tal tu día?- pregunto el noble José Mourinho mientras partía un filete
-Bien, hoy terminé mi lectura- tartamudeo nervioso
-Como me encanta escuchar que mis dos sucesores se están nutriendo de conocimiento... Serán unos buenos esposos cuando organicemos sus casamientos, cualquier alfa de casta querría tenerlos como lazo- comento el rey
Una vez terminaron la cena, el doncel se retiró a su habitación, pronto todas las luces del reino empezaron a apagarse, dejando que la luz de la luna refleje en todo su ser.
Por la madrugada no pudo evitar despertarse, la incandescencia que irradiaba una vela lejana atravesó sus córneas.
Se quitó su traje de lino blanco y se colocó la ropa más cómoda que encontró.
Paseo por los pasillos del castillo hasta llegar a la biblioteca, donde leería cuentos e historias hasta el amanecer.
El sol comenzaba a salir, el alba anunciaba el despertar de los plebeyos y el canto de los pájaros. Se devolvía en cuclillas hasta su habitación hasta que vio que su primo Mesut miraba a todos los lados antes de entrar a su dormitorio, sus feromonas eran agrias y rápidas... Guardaba un secreto.
-¡A levantarse señorito Kaká!- anunciaba el amo de llaves Karanka
-Mph... Déjame descansar cinco minutos más- hablo pesado mientras se removia en sus sábanas
-De eso nada, me han pedido que le informe que el maestro Ancelotti está aquí en el palacio
-¿Ancelotti? ¿Está en el palacio?- exclamó emocionado mientras entraba a la ducha para asearse.
Hacía muchos años que no vio a su mentor desde que este se fue a Italia.
Seguro tendría muchas historias que contarle.
Bajo las escaleras emocionado y allí lo encontró, hablando con el rey y con Mourinho. Enseguida se inclino ante él, el italiano lo detuvo de su reverencia y le dijo
