𝘼𝙉𝙄𝙈𝙊 𝘼𝙂𝙍𝙀𝙎𝙄𝙑𝙊

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Serzil
Office AU!

Özil quedó flechado de Sergio la primera vez que lo vió.
Lo amaba con tanta locura que aceptaba todas las partes malas de él.
En su lugar Sergio sabía que si cedía ante el alemán algo malo podría pasar.

Se mantenía firme ante la insistencia del pelinegro, pero hasta el hombre más disciplinado tiene un límite. Quizá y el único error que cometió fue dejarse llevar por su instinto.
Pero no tenía excusa, ya no estaba seguro de que concepto tendría Mesut de él, eso le aterraba... ¿No lo volvería a ver con ojos de amor? ¿El alemán volvería a suspirar por el cada vez que lo ve pasar?
Su impedimento era y siempre fue su actitud.
Que bastardo que resultaba ser Sergio Ramos.
Tan bastardo que solo piensa en si mismo, no es capaz de ver el daño que le hace al alemán al rechazarlo.

Esa mañana Mesut pasaba por la oficina de Sergio, llevaba unos papeles y documentación pendiente, tocó suavemente la puerta esperando que la voz de Sergio se haga presente con un "Adelante" mientras esperaba se desprendió un botón de su pulcra camisa blanca, dejando su cuello blanquecino al descubierto, revolvió sus mechones y se humecto los labios.
Al no recibir respuesta decidió que lo más prudente sería entrar. Lastima que se equivocaba, su corazón se detuvo ese mismo instante cuando vio al amor de su vida besandose con su asistente, se quedó inmóvil ante la imagen, el rubio sosteniendo con tanto amor y cuidado al croata como sus manos jugueteaban con su cabello y le susurraba cosas al oído.
Un pequeño suspiro de Özil alertó a Sergio, quien enseguida sintio la presencia del secretario.
Aparto al tercero de su lado y le ordenó que se fuera.
La tensión escalaba en las paredes mediante Özil se acercaba, Sergio lo único que podía hacer era tragar seco.

-Así que por eso has estado tan ocupado que no contestas las llamadas del presidente- dijo sin ninguna emoción

-No es lo que parece- lanzo el alfa levantando las manos acusatoriamente

-Por supuesto que no, yo solo ví como le comías la boca a tu asistente, son gajes del oficio ¿Verdad?- le pregunto con sarcasmo

-No siento nada por el

-Para nada- le contesto -Despues de todo es lo mismo que se dicen Iker y Xavi cada vez que cojen en los baños

-Lo nuestro es diferente y lo sabes

-Si claro- respondió dolido- Es tan diferente que a mí no me miras de la misma manera que a él- empezó a llorar

-No, porfavor- hablo Sergio acercándose a Özil- Shh... No me armes una escenita ¿Vale?- le ordenó mientras sacaba sus lágrimas y acariciaba el cabello del alemán

-Tu no me amas- dijo gimoteando

-¿Bromeas?- pregunto incrédulo- Yo te amo, mi amor entiéndelo

-Entonces porque a él le dices cosas lindas mientras a mí me mandas a la mierda siempre- cuestiono

-Es porque solo contigo puedo tener la confianza de ser yo mismo- contesto ahorcando levemente su cuello, mientras veía los ojitos inundados de tristeza más fuerte era su agarre. De pronto el cuello del más bajo se estaba poniendo rojo, la respiración empezaba a escasear y su vista se nublaba.

Suficiente, había tenido suficiente de Sergio, basto una pequeña patada en su pierna para que el andaluz lo soltará.

-Eres libre de irte cuando quieras... Pero ya lo sabes Özil, mi puerta siempre estará abierta para ti- dijo mientras volvía a su puesto.

Maldito el día que decidió que enamorarse de él sería una buena idea, no entendía que era lo que lo flechaba de Sergio
¿Será su colonia tan fragante que se pegaba a sus cosas nasales cada vez que pasa frente a él?
¿O acaso es su acento tan coqueto y seductor?
¿Talvez su personalidad y su físico eran irrepetibles?

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