Lector: La historia contiene spoilers del manga, hasta el capítulo 423 ❗❗
Bakugo Katsuki siempre había odiado la lluvia, al principio por lo fastidioso que se volvía usar su peculiaridad al máximo, después fue por un sentimiento amargo de que las gotas que caian suavemente sobre su traje ahora desgarrado lo hacían vulnerable ante cualquier adversidad. No supo en qué momento, estás razones perdieron relevancia y se enfoco únicamente en lo cómodo que se sentía debajo de la helada sensación, como si desde hace meses nada de lo que el creía real lo era a ciencia cierta, si no más bien un recorrido torpe bajo la arena de sus propias debilidades que lo transportaron a la calidez que le brindaba algo tan simple ¿De que se trataba? ¿Por qué no podía irse simplemente, secarse y seguir adelante? No, no podía, no cuando Midoriya Izuku estaba del otro lado de la acera, viéndolo con esos grandes ojos verdes en una expresión que no lograba comprender desde donde estaba ¿Era miedo? ¿Anhelo? Apenas fue perceptible para él un ligero movimiento de sus labios, Izuku parecía gritarle algo pero como siempre, en todo el tiempo que llevaban de conocerse, Katsuki no escuchaba, pero a diferencia de ocasiones pasadas está vez fue por qué su mente estaba muy ocupada viendo esa expresión llena de dolor en sus propios ojos carmesí al bajar la mirada hacia un charco.
¿Cómo mierda, habían llegado hasta aquí? ¿Que estaba pasando? Su corazón no paraba de latir amenazando con salirse de su pecho a dar un paseo nada agradable, cada punzada le dolía no solo por las condiciones en la que se encontraba después de la guerra, si no también por ese leve escalofrío que le provocaba en su cuerpo, un profundo dolor que iba más allá de algo físico.
"Kacchan"
Sus ojos viajaron de un extremo a otro sin saber que hacer, estaba congelado, la lluvia cada vez lo dejaba peor y la herida en su brazo dolía, pero no era nada equiparable con el dolor que se acumulaba en su garganta amenazando con hacerlo llorar ¿Llorar, eh? Alguien como Bakugo Katsuki, llorando estúpidamente bajo la lluvia mientras Izuku corría desesperado hacia él.
No supo en qué momento, todo a su alrededor se volvió negro; cayó al suelo sin siquiera meter las manos, solo se giro a un lado para que su espalda tocará el húmedo pavimento y la lluvia mojara su rostro más directamente, dejando que esas lágrimas amargas resbalaran por sus mejillas, en un momento de dolorosa debilidad que durante años no se había podido permitir ante nadie, incluso consigo mismo ¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora, que Deku, el maldito Deku invadió su campo de visión? Con esos estúpidos ojos verdes, esa estupida preocupación no solo en ellos si no en el tono de su voz que no paraba de llamarlo por ese apodo de la infancia.
-D- Izuku
-¡Kacchan! ¿Puedes oírme?Joder, claro que podía escucharlo y ese era el maldito problema, Katsuki no quería escucharlo, no quería verlo, no quería que ese rostro pecoso lo volviera débil una vez más... No, ya no podía permitirse eso, odiaba profundamente lo que le hacía sentir cada vez que lo miraba, odiaba estar tan consciente de que su ser lo anhelaba con tanta desesperación, odiaba el simple hecho de que ese imbecil tumbara todas sus barreras, todo lo que Katsuki construyó con esfuerzo durante años ¿Por qué, Deku? ¿Por qué tenías que ser tu? ¿Por qué mierda... Tenía que enamorarme de ti? Se mordió la lengua, en un intento por callar lo que su corazón rogaba por sacar.
Cierto ¿Donde estaban? ¿Afuera de la agencia? No recordaba nada.
*************
-¡Bakugo!
Grito Kirishima desde el otro extremo del aeropuerto, la voz de ese pelo de mierda nunca le había resultado tan agradable, tenía que admitir que volver a verlo después de 1 año fuera de Japón era un golpe de aire fresco de toda la basura yanqui con la que se topo en EUA
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Lo que nunca te dije
Teen FictionDespués de lidiar con las consecuencias de una guerra agridulce, los miedos de una sociedad en reconstrucción se reflejan en cada pequeño ser de Japón. Pero todo pierde importancia cuando en medio del caos se celebra una boda esperada, o al menos es...