¿Que Carajo Es El Amor? - Occhiamin

Los ladrillos

La gente pasaba rápidamente por al lado de el, parecían todos apurados, o tal vez el era muy pequeño y así se caminaba normalmente. Se escabullio entre las personas hasta llegar a lo que creía era una estación de subte, no estaba seguro, en la escuela recién le habían enseñado a leer y a decir verdad, el no era muy bueno.

Miro hacia todos lados intentando encontrar una cara conocida: su mamá. No podía estar tan lejos, o tal vez si, se sentía gigante en aquella estación. Empezó a prestar atención a la gente sentada en los bancos, la mayoría parecía estar durmiendo allí, no entendía porque, sería mucho más cómodo dormir en sus camas y aún así elegían dormir en la estación, le parecía extraño. Pero lo que más le llamo la atención, fue la niña. Tenía dos trencitas desordenadas, y vestía una remera de estrellas con una pollera rosa, estaba sentada con sus pies colgando y concentrada en algo en la pared, no entendía que, se quedó mirando la misma pared intentando encontrar algo, pero no lo logro. No se porque razón aquel día decidió acercarse a esa niña, si fue la curiosidad por aquella pared, un hilo rojo, el destino o simple casualidad, pero lo hizo.

-Que hay en la pared? - se acercó caminando lentamente, tampoco quería asustarla, y le pregunto aquello que le venía dando vueltas en la cabeza.

Al principio, se sobresaltó, por que razón un niño se acercaría a preguntarle tal cosa?. Luego, le presto atención, a sus ojos marrones, a su camiseta de boca y a sus botines, parecía un buen niño - estaba aburrida, así que me puse a contar los ladrillos- respondió

el niño la miro confundió - no hay ladrillos ahí-

la niña rodó los ojos- ya se, me los imaginó, es divertido si queres te enseño-

al pequeño le entro más curiosidad que ya hasta se había olvidado de que su mamá lo estaría buscando - como haces ? -

- es fácil, veni sentate- el niño se sentó a su lado en el banco y miró hacia la pared

- no los veo- achinó la vista como si así los fuera a ver

la pequeña se rio - no seas tonto, mira, ves las líneas que hay en la pared?- señaló las líneas rojas pintadas en aquella pared - bueno, tienen forma cuadrada, así que solo me imagino que son ladrillos y los cuento- alzo los hombros restándole importancia

el niño no entendió la explicación del todo, se concentró en lo mucho que le gustó su risa y en los hoyuelos que se le formaban cuando sonreía, aún así respondió - pero para eso me hubieras dicho que estabas contando los cuadrados-

- no, porque eso le sacaría lo divertido- respondió la niña como si fuera obvio

el niño alzó los hombros- supongo que si-

la menor lo miro y pregunto- como te llamas? -

el respondio- nico, vos? -

-flor, me gusta tu nombre tiene dos vocales- la niña respondio recordando su última clase en la escuela

el quedo confundido, ella era rara y no la entendía, pero era divertida - sip, me gusta flor, viene de flores?-

la niña rio- ojalá, sería mucho más lindo no?, es el diminutivo de florencia -

nico no entendió que significaba la palabra "diminutivo" pero no quería quedar como un tonto- me gusta florencia, tiene..- empezó a contar con las manos y luego dijo- tiene 4 vocales -

la niña rio, le gustaba que le siguiera el juego, era divertido- sip, supongo que no es un feo nombre -

nico iba a contestar cuando derrepente escuchó a su madre gritar su nombre, se había olvidado completamente de que estaba perdido. Su mamá lo abrazó, lo retó y se lo llevo rápidamente de aquel banco ,no pudo despedirse de la niña, miro para atrás en busca de ella para por lo menos saludarla con la mano, pero no la encontró.