Ciudad central a sido atacada nuevamente por rebeldes, personas que solo quieren poder, al igual que hace 50 años, héroes han desaparecido a lo largo de ese ataque, lo que hace tomar a la comandante de la legión de héroes la decisión de usar a sus a...
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Demon
Estaba todo listo, el chico que tenían como objetivo estaba a tan solo unos metros de ello.
El plan era simple, Emma se acercaba a él pidiendo información sobre cómo llegar a un lugar porque supuestamente se reuniría con sus amigos ahí, pero se había perdido, entablará una conversación con él, llegarán ellos jugándole bromas a Emma sobre lo despistada que era, se reirían y lo invitaron a comer algo por la ayuda que le daría.
No parecía un plan creado por la mejor mente maestra, pero la idea era que fuera una situación lo más casual posible.
El plan comenzó, Emma se acercó al chico de nombre Uziel. Mientras ellos conversaban, los demás estaban esperando desde una esquina, mirando cada momento que pasara, para cuando llegara el momento justo de acercarse.
Pero algo no salió como esperaban, una chica apareció detrás de Uziel, su cabello era castaño hasta la mitad de la espalda, sus ojos eran igual castaños y tenía una sonrisa amigable en el rostro, para él era raro ver ese tipo de sonrisa tan inocente, tan linda, que por un momento pareció hipnotizado por ella, hasta incluso por un momento olvidó que estaba haciendo.
– ¿En que piensas?, vamos – Brooke lo sacó de sus pensamientos y comenzaron a acercarse a Emma y los demás, al caminar sintió un calor recorriendo por su espalda.
Al llegar al lado de Emma, puso un brazo alrededor de sus hombros y sonrió.
– Aquí estás, te estuvimos buscando bastante tiempo, despistada– Puso su mirada en Uziel y después en su amiga – Hola – Fue lo único que atino a decir.
– Hola – Dijo ella sonriendo nuevamente, sus ojos se hicieron pequeños, le recordaba al pequeño venado de la película de Bambi, al recordar eso, no pudo evitar soltar una risa, sus amigos lo miraron extrañado. Esto iba a ser algo bastante interesante.
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La rabia carcomía cada centímetro de su cuerpo. Estaba seguro, de que si no obtenía una respuesta en ese mismo momento por parte del hombre que se encontraba arrodillado frente a él, lo haría explotar junto con todo el lugar.
–Entonces, quieres explicarnos, ¿Cómo es que ella se encontraba en el festival, y no fuimos avisados? – Arpía se encontraba interrogando al tipo, y por interrogar se refiere a que ella tenía una daga apuntando hacía su cuello.
–Se los juro, por favor, ella estaba en su departamento, en ningún momento salió de él, nos habríamos dado cuenta – Sus manos hacían un gesto de súplica, ridículo, pensó él – Al igual que su amigo, nos aseguramos de que esa noche ninguno saliera, por favor, no me maten --
– Entonces, ¿Cómo mierda es que ella estuvo ahí? Salió herida en ese lugar, ¿Entiendes?, ¡¡Estuvo inconsciente por dos días!!, y tú te atreves a decir que nunca salió – Estaba alterado, y por más que estaba consciente de que tenía que calmarse, no podía hacerlo, y tampoco quería hacerlo.
