¿Algo más? |Tony x Peter| [BL]

Final

Peter Parker, ahora con 26 años, había logrado más de lo que jamás había imaginado. Se había graduado de la universidad con honores en Bioquímica y estaba trabajando en un proyecto innovador en Oscorp, enfocado en mejorar las capacidades humanas mediante la biotecnología. Además, continuaba con sus deberes como Spider-Man, protegiendo las calles de Nueva York con la misma dedicación de siempre.

En un día cálido y soleado, Peter decidió visitar a su tía May. Condujo hasta su antigua casa en Queens, donde los recuerdos de su infancia lo envolvieron con una cálida nostalgia. Al llegar, encontró a su tía en el jardín, cuidando de sus flores.

—¡Peter! —exclamó May al verlo acercarse—. ¡Qué sorpresa tan agradable!

—Hola, tía May —respondió Peter con una sonrisa mientras la abrazaba—. ¿Cómo has estado?

Pasaron la tarde hablando de todo y de nada, disfrutando de la compañía mutua. Peter le contó sobre sus avances en el trabajo y algunas historias divertidas de sus aventuras como Spider-Man, aunque sin entrar en detalles que pudieran preocuparla demasiado.

—Estoy tan orgullosa de ti, Peter —dijo May, mirándolo con ternura—. Has crecido tanto y te has convertido en un hombre increíble.

—Gracias, tía May —respondió Peter, sintiendo un nudo en la garganta—. No podría haberlo hecho sin ti.

Con el caer de la tarde, Peter se despidió de su tía y se dirigió a encontrarse con sus viejos amigos de la preparatoria. Habían planeado una reunión en un café que solían frecuentar durante sus años escolares. Al llegar, los saludos y abrazos fueron inmediatos.

—¡Parker! —gritó Ned Leeds, su mejor amigo—. ¡Mírate! ¡Todo un científico famoso!

—¡Ned! —respondió Peter con una risa—. Y tú, ¿cómo has estado? ¿Cómo va todo en tu vida?

Se unieron a ellos MJ, Flash y Liz, y pronto estaban todos sentados alrededor de una mesa, riendo y recordando anécdotas de su adolescencia. Hablaron de las travesuras en la escuela, los exámenes que parecían imposibles y las fiestas que los unieron aún más como grupo.

—¿Recuerdan cuando Peter destrozó el laboratorio de química? —dijo MJ riendo—. ¡No teníamos idea de que estaba salvando el mundo!

—Sí, bueno —dijo Peter sonriendo—. Las cosas no siempre son lo que parecen.

La tarde pasó volando entre risas y recuerdos, y pronto el sol comenzó a ocultarse. Peter se despidió de sus amigos y se dirigió hacia su coche, sintiendo una calidez en su corazón por los buenos momentos compartidos.

Conduciendo por la carretera, Peter disfrutó del paisaje cambiante. Los prados verdes y el aire fresco le recordaban lo afortunado que era. Al llegar al puente que atravesaba el lago, sonrió, sabiendo que estaba cerca de su parte favorita del trayecto. El agua reflejaba los colores del atardecer, creando un espectáculo que nunca dejaba de maravillarlo.

Finalmente, llegó a su hogar: una casa hermosa con un jardín amplio y bien cuidado. En el porche, esperando con una expresión que mezclaba amor y un toque de impaciencia, estaba su esposo, Tony Stark.

—¿Vas a quedarte ahí mirando el puente todo el día? —dijo Tony con su característico tono sarcástico—. Algunos tenemos una cena que preparar.

Peter se rió y salió del coche, corriendo hacia Tony. Se encontraron a mitad de camino y se saludaron con un beso.

—Te extrañé —dijo Peter, abrazándolo con fuerza.

—Yo también, Peter —respondió Tony, suavizando su tono por un momento—. Pero de verdad, ¿puedes pasar más de diez minutos sin mirar ese puente?

—Sabes que me encanta —dijo Peter, sonriendo—. Es mi parte favorita del recorrido.

Entraron juntos a la casa, sintiendo el calor del hogar que habían construido con tanto esfuerzo y amor. En la cocina, Tony comenzó a preparar la cena mientras Peter se acomodaba en una silla, observando a su esposo con una mezcla de cariño y diversión.

—¿Qué tal fue la reunión? —preguntó Tony mientras cortaba verduras.

—Genial —respondió Peter—. Todos están bien, recordamos viejos tiempos.

—¿Y tu tía May? —preguntó Tony, sin levantar la vista de la tabla de cortar.

—Está bien. Siempre tan fuerte —dijo Peter, sonriendo—. Me hace sentir que todo está en su lugar.

Tony dejó el cuchillo y se giró para mirarlo, una sonrisa suave en sus labios.

—Me alegra escuchar eso.

Peter se levantó y se acercó, envolviendo a Tony en un abrazo desde atrás.

—No sé cómo logras que todo se vea tan fácil —dijo Peter, apoyando su barbilla en el hombro de Tony.

—Es parte de mi encanto —respondió Tony con una sonrisa—. Además, tenerte a mi lado ayuda bastante.

Se quedaron así por un momento, disfrutando de la tranquilidad de la noche y la comodidad de su hogar. La familiaridad entre ellos era palpable, una mezcla de amor, respeto y una profunda conexión que solo se forja con el tiempo y las experiencias compartidas.

Mientras cenaban, Peter reflexionaba en silencio sobre su vida. Había pasado por tantas cosas, enfrentado miedos y superado obstáculos. No siempre había sido fácil, pero estar allí, en su hogar, con Tony, hacía que todo valiera la pena.

Con la cena terminada, se recostaron en el sofá, viendo una película sin realmente prestarle atención. Tony estaba medio dormido, y Peter lo observó, sintiendo una oleada de gratitud y amor. La vida podía ser caótica, pero en ese momento, todo estaba en su lugar.

—Hemos recorrido un largo camino —pensó Peter, sin necesidad de decirlo en voz alta. Sabía que Tony lo entendía. Y eso era suficiente.

Con el corazón lleno de una paz serena, Peter cerró los ojos, disfrutando de la presencia de su esposo y el hogar que habían construido juntos. No necesitaban palabras grandiosas ni promesas para el futuro. Lo que tenían era real, presente y profundamente satisfactorio. Y eso, en su esencia más pura, era todo lo que realmente importaba.

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Fin.

¡Gracias por acompañarme a lo largo de esta linda historia! <3