Leandro Paredes

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El sonido de las gotas callando hace que mi mente se pierda, otra vez.

Los ojos se me llenan de lágrimas ante el pensamiento que me hace estremecer todo el cuerpo. Sacudo la cabeza tratando de alejar los pensamientos intrusos que me ponen peor y agarro el teléfono que está a unos metros míos en el piso.


5:37 AM


Cinco de la mañana y el no está, aca otra vez.

De a poco nuevamente las lágrimas corre mojando mi cara, el sentimiento de soledad y angustia hace que mi pecho se oprima.
No puedo recordar la última vez que dormimos juntos ni cuando pasaba las noches en casa, no se en que momento las cosas cambiaron tanto, pasamos de conocernos tan bien a desconocernos de una forma descomunal. Ya no se quien soy yo ni quien es el.


Solo se que lo extraño pero no a este, yo lo extraño a ese Leandro que cada vez que llegaba me traía una rosa roja porque sabía que me encantaban, a ese que me hacía mimos en la espalda cada que me frustraba, ese que dormido me buscaba para que le acaricie la espalda con mis uñas, ese que una vez me juro amarme por siempre, ese que antes elegiría morirse antes de lastimarme, yo lo extraño a el.

Este de ahora no se quien es, trató de buscar una razón válida para su cambio de actitud pero no puedo encontrar en que falle, en que fallamos, ¿qué fue lo que nos pasó?


Porque otra vez estoy yo en el baño llorando con una mano en la botella de vodka que se volvió mi fiel compañera en estas noches frías y mi otra mano sostiene ese anillo que me dio cuando me juro amor eterno en Grecia hace 2 años.


El sonido se la puerta de entrada cerrándose me saca de mis recuerdos más sagrados y hace que me levante rápidamente para lavarme la cara y que no note mis lágrimas. Corro hacia la cama para envolverme entre las mantas cuando el sonido de la puerta de el que alguna vez fue nuestro cuarto me haga sentir escalofríos, siento sus pasos lentos hacia la cama y el sonido de su camisa caer al piso hace que me den ganas de salir corriendo.


La cama se hunde a mi lado izquierdo cuando siento su cuerpo acercarse al mío para abrazarme por la espalda para acercarme a el y poner sus manos en mi abdomen dejando su pecho pegado a mi espalda.


Ese perfume, otra vez.


El olor al perfume de ella hace que las lágrimas broten de mis ojos sin siquiera poder controlarlo.

-¿ Amor estás bien?- Inquiere tratando de darme vuelta para verme a la cara, mi cuerpo cede y por fin veo su rostro tan hermoso como siempre, esos ojos que me enloquecen y hacen que ahora pierda el sueño pero no de la forma en la que me gustaría.- Amor me estas preocupando.


Su voz hace que largue un sollozo y trate de alejarme de su tacto que me quema la piel al darme cuenta que antes de estar acá seguramente la estaba tocando a ella.


Me levanto rápidamente de la cama y salgo para bajar a la cocina, me apoyo en la isla tratando de calmar mi respiración porque pareciera que me voy a desmayar por lo rápido que me late el corazón. Sus pisadas atrás mío me ponen peor y el llanto vuelve peor cuando siento sus brazos abrazarme para atraerme hacia el.


-Soltame - Suplico tratando de separarme de el ante la manada de pensamientos. El con olor al perfume de ella, las marcas de labial en sus camisas, los chupones en su cuerpo que yo jamaz le hice, todo pasa por mi mente como un flashback de película y hace que me separe tan bruscamente ganándome su mirada desconcertada.


- Te voy a preguntar algo y te pido porfavor que seas sincero, ¿me estás cagando lean?- Mi pregunta lo descoloca por completo y sus ojos se llenan de confusión mirándome como si estuviera loca pero no lo estoy, hace un ademán de negarse pero mi voz lo deja quieto - DEJA DE MENTIRME LEANDRO.


Estoy cansada.


Ya no soporto más vivir en esta mentira, sus salidas hasta tarde, su poco interés en mi y todas sus actitudes de mierda que me ponen peor de lo que ya estoy.


- ¿Amor de que me estas hablando? ¿Estas loca?- Su cinismo me saca una risa amarga de mis labios y hace que lo mire fijo poniéndolo incómodo.

En algún momento te cansas de mentir? Estoy arta Leandro, estoy cansada yo ya no puedo más con esto - Trata de acercarse a mi pero lo frenó antes de que siquiera pueda tocarme. - No, no te me acerques. Basta por favor ¿No te das cuenta que me haces mal? Me lastimas, y ni siquiera trates de negarlo porque no soy estúpida ¿Te pensas que no me doy cuenta que llegas oliendo a ella? ¿Que te ves con ella siempre? Por favor estamos grandes para estas boludeces así que ahórrate la mentira y decime la verdad porque te juro que mintiéndome haces que te odie mas.


Su mirada esquiva la mía y entiendo que nunca lo va a decir.


-Yo te juro que de verdad no entiendo que es lo que hice mal, en que te fallé si yo siempre te cuide, nos cuide, ¿En que momento cambiaste tanto lean? ¿Que mierda nos pasó? ¿En qué momento dejaste de amarme? - Quiero seguir soltando eso que me viene comiendo la cabeza hace meses pero su voz me interrumpe.


-No digas eso mi amor yo te amo - Tapo mi boca tratando de contener el llanto desgarrador que me provocan esas dos palabras que antes me hacían sentir plena y ahora solo hacen que se me oprima el pecho.


- Basta por favor basta. Vos no me amas lean, vos amas tener a alguien al lado tuyo que te esté esperando siempre pero yo ya no puedo más, ya no quiero seguir siendo la misma idiota que te está esperando con la comida hecha mientras vos te la pasas garchandote a tu ex. Me haces mierda día tras dia y no te das cuenta pero me haces lo mismo que ella te hacía a vos, mientras yo te espero acá para pasar por lo menos 5 minutos juntos vos estas con ella. Cuando te conocí me juraste que nunca harías lo que ella te hizo y ahora me lo estas haciendo a mí, mientras yo doy todo de mi para que estemos bien vos te estas cagando de risa de mi con ella. Ya no puedo más.


- No me digas eso amor, perdón porfavor perdóname rubia - Sus ojos tan azules llenos de la lagrimas me hacen mirarlo desconcertada. ¿El me caga a mí y el que llora es el?- Yo te juro que no la veo nunca más pero no me dejes, no te vayas mi amor.


Sonfio irónica por el hecho de saber que me lo pide para no que no lo deje solo, porque eso es lo que más teme, quedarse solo y sin nadie. Total después de mi ¿Quien está para el? Nadie.- Esta bien lean, ya está, ya es tarde.


Digo para después caminar hasta la que alguna vez fue nuestra habitación y nuestro lugar donde fuimos cómplices en cada secreto que existía entre nosotros y los demás. Voy directamente hasta el armario y agarrar una valija chiquita para así empezar a guardar lo primero que veo. Siento que se acerca a detenerme pero con solo mirarlo se detiene tratando en seco, notó el desespero en su mirada pero ya no me importa. Por primera vez me pongo a mi en primer lugar y se siente tan bien.


Cierro la valija para asi empezar a bajar con el a mi lado tratando de frenarme y balbuceando palabras incoherentes sabiendo que ya me perdió.


Finalmente abro la puerta de entrada sintiendo el viento veraniego característico de Italia que me hace sentir libre, por fin siento que respiro, el alivio es inmediato recorriendo cada partícula de mi cuerpo cuando empiezo a caminar dejando todo atrás.


Dejándolo a el atrás.


Me giro inesperadamente y veo que su cara se ilumina pero su expresión deciste cuando le tiro el anillo de matrimonio a la cara -Daselo a ella que seguro lo quiere más que yo.


Doy media vuelta caminando sin rumbo pero con un sentimiento de plenitud en el pecho saboreando la libertad y dejando atrás al dolor. Nunca más voy a dejar que me lastimen así otra vez.



ONE SHOTS SELECCION ARGENTINAWhere stories live. Discover now