Episodio 2: Por amor al hielo.

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Existen una infinidad de emociones, revueltas, enigmáticas, perversas, alegres y melancólicas, millones de sensaciones y emociones las cuales procesamos de formas diferentes, algunos encuentran métodos no convencionales o lo resuelven en una taza de café.

Para Huang Renjun existía una sola cosa que lo hacia llegar al limite de no saber como resolver. La frustración y la presión que el mundo le ponía encima. Aquello solamente lo lograba resolver y digerir de forma tranquila cuando se exigía aun mas de lo necesario y lograba conseguir aquellas cosas que tanto peleaba por alcanzar.

Además tenia un entrenador que le ayudaba como si fuera un psicólogo de bolsillo.

-Debes pensar que todo estará bien, imagina que esta fuera la primera vez que tienes que competir en un Cuatro Continentes y debes rendir todo. – Le animó Sicheng mientras viajaban en aquel avión.

- Pero... ¿Qué pasará si no lo logro? Este año todos desean ver a un pentacampeón con la medalla, pero no creo que llegue ni a la cuarta parte que YangYang o Mark. – Desvió su mirada hacia la ventana a su lado, viendo como las nubes comenzaban a ceder lentamente mientras comenzaban a descender.

- Lo lograrás si quitas esos pensamientos. Debes concentrarte en ti, no en ese chino con esteroides y cohetes en los patines. – Bromeó el mayor abrazándolo por los hombros.

Aquel comentario le saco una sonrisa, dejó salir un pequeño suspiro para sacudir de su cabeza aquellos pensamientos y poder disfrutar de lo que quedaba de viaje. Por suerte llegarían temprano y estaría cuando abrieran la pista.




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En cuanto aterrizaron, tomaron sus maletas y arreglaron un par de temas antes de salir, colocándose los audífonos para evitar que sus tímpanos sufrieran. Subieron a la van que los llevaría al hotel mientras acordaban un par de cosas antes de llegar.

Dejaron sus cosas en la habitación que les correspondía, muchos patinadores elegían tener habitaciones separadas de sus entrenadores, pero para Renjun, Sicheng ya era como un hermano mayor por lo que no tenían problema en compartir una habitación.

Ordenaron las maletas, se cambio de ropa y en menos de 45 minutos ya se encontraban de vuelta en el lobby del hotel, esperando a un chico que los llevaría hasta la pista donde harían la práctica.

Al llegar, ingresaron directamente a los vestuarios para que el pudiera colocarse los patines de forma cómoda antes de caminar hacia la pista.

-Quiero agregar otro cuádruple a la secuencia en el programa largo. – Habló debajo de aquel cubre boca que siempre utilizaba mientras miraba sus patines. – Creo que quedaría bien.

- ¿Acaso te volviste loco? Ya de por si es una rutina agotadora y compleja de realizar... ¿¡Y tu quieres agregarle más saltos?! – Sabia perfectamente que Sicheng lo regañaría, pero después... - Si veo que comienzas a mejorar tu rendimiento en la coreografía, pensaré en hacerlo. Hasta entonces, no más cuádruples.

The love is in the Ice. / NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora