¿Qué sensación o emoción tienes cuando estás por abandonar el lugar que en algún momento fue tu "hogar"?
O si es que podría llamarse hogar.
La mansión se sentía vacía. Los muebles estaban siendo cubiertos con mantas blancas.
—A partir de ahora no necesitaré a tantos hombres, no se preocupen de nada, les dejaré lo que quizá mi padre querría que tuvieran. —hablaba Sunghoon a una gran fila de hombres frente a él.
Por otra parte, Sunoo seguía en la que solía ser su habitación, sus maletas ya estaban echas, todo estaba perfectamente empacado. La habitación estaba completamente desalojada.
Una ves más, su mirada llega hasta la cama, en donde aún se mantiene la enorme mancha de sangre de su difunto esposo.
—Difunto esposo... —susurra aquellas palabras mientras en sus labios aparece una sonrisa.
Él jamás había llamado con ese término a Lim. Pero ahora... Se sentía tan bien decirlo.
Aun con una sonrisa y su mirada fija en la cama. Se acerca a pasos lentos llegando hasta el borde, inclinándose.
Entonces recuerda.
Hace 5 años... El lloraba en esa misma posición por el día en que se casó.
Hace 4 años... El lloraba porque su esposo no lo tocara de una forma tan morbosa.
Hace 3 años... El lloraba porque no lo golpeara.
Hace 2 años... El lloraba y suplicaba no ser lastimado.
Hace un año... El lloraba rogando su libertad.
Hace una semana... Él se encontraba allí mismo. Llorando. A los pies de su esposo borracho.
Hace dos días él se encontraba allí... Sosteniendo la mano de su Difunto Esposo.
Y ahora...
Se encontraba allí mismo. Mirando la sábana manchada por la sangre de Lim.
—Todos estos años... Soporté tus maltratos. Tus insultos... Pero se terminó... Ahora tengo mi libertad. ¿Creías que por dejarme al cuidado de tu hijo... Seguiría ligado a ti? —resopla una risa— Eres tan patético... Tú y tu bastardo hijo se pueden ir a la mierda.
De pronto... Una lágrima resbaló por su mejilla.
—Yo no soy... Propiedad de nadie.
Las lágrimas siguieron una tras otra, pero no. No estaba triste. Lo único que sentía... Era felicidad.
Felicidad combinada con odio.
—Hyung—llega Sunghoon llamándolo. —¿Te encuentras bien? —Se apresura a llegar hasta Kim pero antes de que pudiera poner un dedo sobre él, este se levanta.
—Estoy bien, solo... Me despedía de tu padre.
Sunghoon lo mira en silencio. Las lágrimas aún seguían en su rostro. Sus ojitos se comenzaban a tronar rojos. ¿Es que tanto amabas a mi padre? Se cuestionaba internamente.
—El auto está listo. Debemos irnos.
¿Irnos?
—Se que... Será difícil acostumbrarte a vivir fuera de esta casa... Pero no puedo dejarte. Vendrás conmigo al extranjero.
—¿C-contigo? —por un momento, sintió que su corazón se detenía.
—¿Qué creerías? ¿Que permitiría que vivieras aquí? ¿Solo? Por supuesto que no. Mi padre te dejó a mi cuidado.
—No soy un niño pequeño para que me dejen al cuidado de alguien... Y menos... De un niño.
Sunghoon se mantuvo en silencio al momento en que escuchó aquellas palabras. ¿Un niño? ¿Su hyung lo veía como un niño?
—¿Hyung me ve como un niño?—Pregunta con una expresión seria.
Sunoo lo observa, en su rostro puede notar cierta decepción. Así que se acerca llevando su hacia la mejilla delas alto.
—Se que ahora eres un adulto... —
Sunghoon sonríe ante aquellas palabras y lleva su mano misma tomando la de sunoo entre sus manos aún puesta en su mejilla. —Pero yo no soy un objeto al cuál tu padre pueda transferirme como a todas sus propiedades.—Hyung-
—Por tanto, no iré contigo. Te tengo mucho cariño por todo el tiempo que vivimos juntos... Pero... No dejas de ser el hijo de ese repugnante hombre que tanto me lastimó.
—Yo no te lastimare... Jamás podría-
—Sé que jamás me pondrías una mano encima lastimandome... Pero no puedo. No puedo mirarte aún cuando en tu rostro está impregnado el de Lim. Eres su hijo, su sangre. Una parte de él. Puedo Sunghoon...
En sus ojos podía notarse el dolor, la decepción... El odio.
Sunoo sabía perfectamente que con Sunghoon estaría bien, nada le faltaría y emocionalmente se mantendría tranquilo. Pero el solo verlo... Le recordaba a Lim.
Su cabello, su sonrisa, sus ojos. No podía. No podría seguir viendo a Sunghoon sin ver el rostro de su esposo en él. Y era realmente doloroso.
Porque muy aparte de todo, Sunoo quería a Sunghoon. Sabía que él cariño por él siempre estaría, pero el recuerdo de su esposo también lo seguiría atormentando mientras estuviera junto a el.
ESTÁS LEYENDO
widower⇢ 𝚂𝚞𝚗𝚂𝚞𝚗
FanfictionA sus 23 años todos podrían pensar en seguir estudiando, trabajando, saliendo a fiestas, disfrutando su vida... Pero para Sunoo....