𝑷𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒐

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Estábamos haciendo carreras por los pasillos de la casa cuando Sirius se chocó una repisa dónde había un jarrón muy importante para madre

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Estábamos haciendo carreras por los pasillos de la casa cuando Sirius se chocó una repisa dónde había un jarrón muy importante para madre.

-VENGAN YA MISMO- gritó la adorable mujer.

En cuanto entramos madre apareció frente a nosotros, yo puse a mis hermanos detrás mía,
madre estaba tan seria como un papel en blanco.

-Regulus, Sirius ,a sus habitaciones. Alaric tú irás conmigo-dijo la mujer en un tono hostil.

Ellos me miran con angustia, pude ver como Sirius quería ir conmigo pero Reggie le agarra el brazo y suben las escaleras. Madre comienza a caminar hacia una habitación que yo catálogo como "habitación de cagamos". A esta habitación nos llevaba cuando no quería que nadie nos escuchará, era un cuarto mediano, las paredes grises y gruesas, sin ventanas y todo iluminado con velas.Adentro ya se encontraba mí padre, mientras madre se encargaba de los hechizos,padre hacía el trabajo físico.

-Silencius- murmuro ella apuntando a cualquier punto de la habitación.-sabes que es tu culpa.
-Si madre-dije con la cabeza en alto, sabía que madre se molestaría más si no lo hiciera.
-Entonces comencemos, crucio-dijo ella en un tono impasible.

Sentí como sí me clavaran miles de cuchillos en todo el cuerpo, mí cuerpo se iba adormeciendo, me fue imposible no gritar al sentir tal dolor.

-Un Black no comete errores, recuerda que no importa quien lo hizo, tus hermanos son tu responsabilidad.-dijo mientras sostenía el hechizo sobre mí.
-Si madre-dije tratando de mantener la compostura, les molestaba que hiciera mucho ruido.

Cuando madre se cansó de lanzarme hechizos, pasé a la peor parte del castigo, los golpes, si padre hacía algo bien era no contenerse. Me usaba como saco de boxeo humano, descargaba toda su ira conmigo. Llegaba a apuñalarme, quemarme, todo lo que quisiera hasta cansarse, a veces no terminaba hasta que no podía sostenerse solo del cansancio, hoy parecía ser de esos días. Cuando entré era de día, salí al amanecer de esa habitación, cojeando y apenas consciente, la sangre manchaba el piso, Kreacher se encargaría de limpiarlo antes que mis padres se levantarán, subí las escaleras pensando en tirarme ahí y no despertar hasta sentir los nuevos golpes de mí padre por dormir ahí, al entrar a mí habitación me encontré con Sirius acurrucado en mí cama, tenía los ojos hinchados y la cara roja, parecía haber llorado un largo rato hasta dormirse. Llamé a Kreacher y él me curo las heridas en silencio, el esfuerzo por no despertar a Sirius con mis gritos de dolor era abismal.
Luego de cambiarme y moverlo para acostarme se despierta.

-Lo siento, no quería que nada de esto pasara- dijo él con los ojos con lágrimas al ver cómo me encontraba.
-Ey, no es tu culpa tranquilo, estoy bien-digo yo abrazándolo hasta que pudiera dormir de nuevo.
-Pero es mí culpa que estés así -dice abrazándome más fuerte.
-Claro que no, tu eres mí hermano, eres mí responsabilidad -digo yo tratando de aguantarme el dolor cuando él me abrazaba.

𝓐𝓷𝓰𝓮𝓵𝓼 𝓵𝓲𝓴𝓮 𝔂𝓸𝓾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora