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Con un canasto en mis manos, Caminaba para adentrarme una vez más dentro de la finca luego de recolectar algunas cosas que necesitaba. Pero ví como dos Kakushis estaban en el patio trasero de la finca.

El kakushi hombre llevaba a un chico, y la kakushi mujer una caja de madera.

Estaban hablando con Kanao, o al menos eso intentaban, y ella no iba a responderle a menos que lanzará la moneda.

En su lugar hablé, o grité, yo preguntando que querían. Me informaron sobre que la señorita Shinobu había dicho que trataría las heridas de aquel chico de cabello carmesí en su finca, ésta finca.

Así que los guíe hacia el interior del lugar.

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En la habitación ya habían dos chicos, y al parecer, con el que recién llega, los tres se conocían, pues comenzaron a hablar al instante, o por lo menos dos de ellos. El de cabeza de jabalí se había quedado sin vos por gritar demasiado.

Todos ellos estaban heridos. No de gravedad, o bueno, al menos no todos. Ese chico rubio, Zenitsu, por poco y no la cuenta.

Pero bueno...

Los otros pacientes, Tanjiro e Inosuke, se veían más "estables" por así decir, Aunque ni tanto.

A Zenitsu tuve que obligarlo a tomar sus medicinas, pues decía que sabía horrible.

¿Y a mí que me importa si sabe feo? Si no la toma él no se curará, y yo no puedo permitir eso.

Debía cumplir mi deber como enfermera de la finca Mariposa, tengo que ser útil, así sea que implique ser insistente e irritante.

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°•*. 𝒥𝓊𝓈𝓉 𝒜𝑜𝒾  .*•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora