The Alchemist

Capítulo 39

Me había preparado el desayuno y se sentó para hacerme compañía, aparentemente tenía la semana libre debido a la amenaza de Victoria y a ver a los chicos graduarse. "¿Cómo se sintió al actuar como un líder y no como un padre ese día?"

"No me gusta especialmente castigar a la gente".

"A veces es necesario, especialmente con lo que pasó. Pero no estaba necesariamente enfadada contigo. Solo estoy decepcionada de que alguien como tú que hace cosas bastante increíbles, sea demasiado pasivo en los peores momentos".

"Cierto. Mientras no estabas, guardé tu nota, pero regalé los audífonos. Fue una buena llamada de atención, que de hecho había estado confiando demasiado en los dones de Edward y Alice. Así que si surgía algo, traté de hacerlo mejor y tomar la información que podían dar, para tomar mis propias decisiones. Después de que me di cuenta de lo completamente equivocados que habíamos estado, con cómo nos fuimos y cómo estabas acostumbrada. Me sentí mal por subestimarte solo por ser humana, sin importar lo inteligentes que hubieran sido tus observaciones. Lo siento, Leona".

"Me alegro de que te hayas dado cuenta de eso con tu mente envejecida. Eso significa que solo queda una persona. Oh, ¿puedes mostrarme artículos sobre las desapariciones? Tengo una teoría que espero probar".

"Aquí están". Dijo. Los repasamos, pronto nos unimos a Rose y Emmett, clasificándolos cronológicamente. Había una persona que me llamó la atención. Riley Biers. Paul y yo nos habíamos encontrado con él y sus amigos de vez en cuando cuando estábamos en una cita. Era un buen tipo, de Forks...

"¡Alice!" Ella vino. "Creo que encontramos tu obstáculo, por así decirlo. Riley es de por aquí. Conoce a Forks y La Push y fue el primero en desaparecer misteriosamente antes de que comenzaran a ocurrir muertes repentinas". Lo expliqué. "Si Victoria estuviera por aquí al mismo tiempo, ella..."

"Podría haberlo convertido y usarlo para evitar mis visiones, pero ¿cómo lo sabe ella?" Alice pensó en voz alta.

"Laurent. El tipo nunca iba a cambiar realmente. Probablemente sacó la información de vuestros primos en Alaska". Respondí después de pensarlo.

"Irina se lo diría después de una pequeña charla dulce". Rosalie dijo. Pobre mujer. Ser utilizada así. "De todos modos, podría ser una ventaja. Solo tenemos que asegurarnos de alguna manera".

"Lo resolveremos. Tengo que irme. Le prometí a Charlie que vendría". Dije, me despedí y salí de casa. Yendo a casa de Charlie, pasé por delante de Edward y Bella, que venían de allí. No parecían felices. Aceleré y llegué a la casa un poco más rápido. Leah y Seth estaban allí. Aparqué mi coche y entré.

"Hola, chicos". Saludé.

¿Leona? ¡Hola!" Me abrazaron antes de que Leah alejara a Seth, me arrastrara y me arrojara a un árbol.

"¿Leah?" Seth se asustó.

"¡Eres una de ellos! ¡Una verdadera sanguijuela!" Leah gritó.

"Te lo puedo explicar, por favor. No quiero hacerte daño a ti ni a nadie. Tal vez una reunión de la manada sería lo más inteligente para que pueda explicarlo de inmediato. Esta es también la razón por la que pedí hablar con todos ustedes".

"Leah, ella no está mintiendo. Sam nos lo dijo antes, ¿te acuerdas?" Seth trató de calmar a su hermana.

"Bien". Así que Leah cambió y se fue. Seth entró y le dijo a Charlie que iba a haber una reunión de la manada. Entonces iba a seguirlos. Una vez en el punto de encuentro, inmediatamente me agarraron y me tiraron como una muñeca de trapo.

"¡PAUL, PELOTA GIGANTE, SUÉLTAME O TE ARRANCARÉ LAS PELOTAS, PARA QUE RACHEL PUEDA GUARDARLAS EN SU BOLSO!" Grité antes de que me dejaran caer.

¿Leona? Me queje de mi ropa rasgada antes de volverme a la voz. Mientras tanto, la manada había llegado. "¿Eres una de ellos ahora?"