El error de Jungkook

Capítulo 1

Cuando Jungkook llegó a Hybe, Jimin vio a un muchacho tímido y alejado de su familia, no pudo evitar pensar en su hermano menor que debía tener la misma edad y sintió pena del joven.

Jimin no lo pensó dos veces antes de acercarse e intentar ser su amigo, por lo menos para que no esté solo en un lugar tan lejos de su casa y sus afectos. 

—Hola, soy Park Jimin, puedes decirme Jimin Hyung—saludo pero el otro joven ni siquiera le respondió— ¿Cómo te llamas?

—Jeon —dijo y se fue con NamJoon.

Jimin los siguió al ver qué todos se estaban juntando. Al ver a Tae un poco desanimado se acercó a abrazarlo y este se lo devolvió mirando en silencio a los demás.

—¿Qué pasa? —preguntó Jimin.

—Vamos a debutar como 7, en lugar de 8 —explicó NamJoon, quién ya sabíamos que iba a ser su líder.

—¿Me van a dejar fuera? ¿Es a mí a quien van a sacar? —habló Taehyung desanimado.

—No, a ti la empresa te tiene guardado para no tener que competir con ninguna otras empresas y asegurar tu permanencia en el equipo —explicó NamJoon con calma. 

Después de explicar algunas cosas nos dividimos en equipos para practicar distintas habilidades. Hoseok, Jungkook y yo íbamos a practicar baile; Taehyung y Jin, vocal; NamJoon y Yoongi, rap.

Cada uno debía crear algo y después enseñarle al resto. Era para ver cuáles eran nuestros gustos y al ser pocos deberíamos trabajar, así se verían nuestras fortalezas y debilidades.

—¿Experiencia de baile? —preguntó Hoseok.

—Hice danza contemporánea unos años. Además de taekwondo, que puede servir para algunas acrobacias —explicó Jimin con una sonrisa.

—Cinturon negro de taekwondo —respondio Jungkook mirando al suelo.

Tenía una semana para preparar algo y presentarlo ante un grupo de profesores, idols y otras personas que harían de jurado.

•••

Durante esos días cada vez que intentaba acercarme a Jungkook este se alejaba o solo me ignoraba como si no le estuviera hablando. Entendía que podría ser por qué aún era demasiado adolescente y hacía poco estaba en Seúl. 

Sumado a que éramos 7 jóvenes aún desconocidos, que íbamos a vivir en el mismo minúsculo departamento. Estábamos obligados a llevarnos bien o, después de cierto tiempo de trainer, estar dispuestos a irnos y quedamos con una gran deuda con la empresa.

Al llegar al departamento la empresa les había dejado dinero para que fueran a hacer las compras. Jin aviso que él estaría a cargo de la cocina, Hoseok se ofreció a la limpieza, Taehyung a lavar los platos y así fueron repartiendo actividades. Jimin se ofreció a hacer las compras y dijo que iría con Jungkook, este no dijo nada y los demás lo tomaron como un si.

Los dos se pusieron ropa de abrigo porque hacía algo de frío y estaba oscuro, iban a ir a una tienda de conveniencia que estaba cerca.

—¿Sabías que Yoongi Hyung llegó aquí buscando solo trabajar como productor? Al final va a ser un idol… aunque él cree que solo es un grupo de rap —empezó a hablar Jimin para llenar el tenso silencio que se había formado—. Aunque estoy seguro que al final va a gustarle. Creo que todos estamos aquí por…

—¿Podrías hacer silencio, Hyung? —gruño Jungkook.

Jimin se detuvo sin entender qué había pasado, pero Jungkook siguió caminando y lo dejó atrás pasando frente a la tienda. 

—Espera… la tienda está aquí —hablo desanimado.

Muchas veces le habían dicho que hablaba mucho así que creyó que Jungkook era de los que disfrutaban del silencio. Pensaba en eso mientras iba leyendo la lista de compras que les había dado Jin.

Cuando estaba por ir a pagar fue a buscar a Jungkook y lo vio parado con una botellita de leche de plátano en la mano. Se dejaría entre guardarla o llevarla. Jimin fingió que nada pasaba y cargo una de plátano y una de fresa para llevar.

—Eso no está en la lista —protestó el menor.

—Pago yo, como agradecimiento por acompañarme —sonrió y fue a la caja.

Los dos se sentaron dentro de la tienda a beber en silencio mientras miraban por la ventana. Jimin suspiro, pero no dijo nada.

Su mente estaba divagando en otras cosas. La empresa no tenía mucho dinero, extrañaba a su familia y no podía comunicarse con ellos ya que les habían restringido el uso del móvil. Entre trainer podrían ser cercanos, pero no amigos. Ya que entre ellos competían por el debut.

Sumado al gran entrenamiento físico y las dietas, la presión psicológica es constante. Jimin no sabía si podría lograrlo, pero al menos sabía que podría sonreír y apoyar a sus compañeros. Fingir que todo estaba bien, era lo que mejor se le daba.

Miro alrededor y vió que Jungkook y las bolsas ya no estaban. Salió de la tienda y lo vio caminar con paso decidido de nuevo al departamento. Tuvo que trotar un poco para alcanzarlo, intentó agarrar una de las bolsas.

—Deja que te ayude —propuso.

—Dejame, exageres no pesa tanto, Hyung —gruñó sin detenerse. 

—Lo siento —Pero Jungkook no le respondió, otra vez fingía que no lo oía.

Llegaron al departamento, Jungkook dejó las cosas en la cocina y fue hasta su cama a buscar algo en su mochila. Al volver junto a Jimin puso dinero, para pagar la leche de plátano. 

Jimin puso el dinero en una caja que sería para comprar las cosas que usarían los siete. Ese gesto le había dolido, pero sonrió y se fue a ayudar con la cena. 

Después de comer junto los platos y dejo para que Taehyung lavara. Fue a ducharse y lloró en silencio, estaba cansado. Al salir del baño Jungkook estaba en la puerta.

—Se escucha desde fuera si lloras, los demás están en la cocina por suerte —dijo y entró al baño, al cerrar la puerta está empujó a Jimin. 

Se fue a dormir con un nudo en el estómago, es poco decir que no logró llegar ojo en toda la noche por qué cada vez que lo hacía recordaba que al día siguiente era la evaluación de su coreografía y además recordaba todas las críticas que le habían hecho. Todas las veces que le decían que no merecía estar ahí por qué no se veía su esfuerzo, que eso no era un juego.