Capítulo 5

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Al llegar al lugar Jungkook vio a Jimin parado en la puerta con dos vasos de café mientras miraba un árbol. Las puertas del lugar habían cerrado y Jimin se había quedado fuera, había un pequeño alero que le cubría un poco del agua, pero no del todo.

—¿Hyung? —preguntó Jungkook nervioso mientras se acercaba.

—Me había dicho que te espere y no estabas —respondió mientras le pasaba el paraguas—. Aunque ya estás todo mojado.

—Hyung, lo siento.

—Está bien, no sabías que debía esperar —dijo mientras sacaba el teléfono.

—No es por eso, es por lo que pasó ese día en verdad lo…

—No Jungkook, ya entendí mí posición y no volveré a molestar, los Hyung me dijeron que te espere y por eso estoy aquí.

Jungkook sintió como el corazón se le encogía aún más al ver cómo Jimin esquivaba su mirada y no le dedicaba esas mágicas sonrisas que iluminaban todo. Jimin había estado en un mal momento y ese día él solo lo había hecho sentir peor.

—Lamento lo que dije ese día, tu no eres un estorbo o… —empezó a decir tratando de no llorar.

—Basta, no quiero hablar de eso. Deja las cosas como están, ya dolió demasiado como para recordarlo. Y antes de que digas algo más, ya llegó el taxi.

Jimin se fue hasta el vehículo que había llegado y Jungkook lo siguió arrastrando los pies y con la mirada baja. Había creído que al pedirle perdón todo se arreglaría y podrían hablar de las cosas hasta volverse amigos.

Al llegar al departamento Jimin se fue a la cocina, mientras a Jungkook le tocaba bañarse primero para evitar un resfrío. Se dio la ducha más rápida de la historia, para dejarle espacio a Jimin.

Cuando fue envuelto en su albornoz a la cocina a decirle que ya estaba, lo vio abrazado a Yoongi llorando por algo que Jungkook no llegó a escuchar.

—¿Ya está la ducha? —preguntó Yoongi, haciendo que Jimin se separe y pase por su lado directo al baño.

—¿Qué pasó? —interrogó Jungkook cuando Jimin cerró la puerta del baño.

—No es asunto tuyo, ni mío. No puedo andar hablando de la vida de Mochi sin su consentimiento.

—¿Mochi? ¿Le pusiste un apodo?

—Jungkook, ve a cambiarte y secarte el cabello, si.

Después de esa conversación se quedó esperando junto a la puerta del baño hasta que Jimin salió, pero este solo pasó por su lado y se metió directo en la cama.

A la mañana siguiente Jimin amaneció resfriado y con fiebre, lo único que repetía en su delirio era que debía salir a correr y después practicar para no ser un lastre en el grupo.

Yoongi y Jin fueron a comprarle medicinas y sopas, mientras NamJoon hablaba con la empresa para avisar de que Jimin no podría ir ese día y alguien lo iba a cuidar.

—Yo —interrumpió Jungkook a lo que NamJoon decía al teléfono y este lo miró confundido—. Yo puedo cuidarlo Hyung.

NamJoon solo le indico con la mano que espere y sigo con la llamada, cuando terminó se pusieron a hablar sobre si Jungkook sabía que debía hacer y al ver qué podría ser un buen cuidador acepto. La única tarea era darle su medicina a tiempo, revisar que la fiebre no pase de 39,5° y hacer que se coma la mitad de la sopa.

Lo de la sopa fue lo que más llamó la atención de Jungkook, ya que la porción era demasiado pequeña y cualquiera de los miembros podría comerse dos o tres sin ningún problema.

Cuando llegó la hora de comer, Jimin solo comió tres bocados y dijo que estaba lleno, el resto tomó agua.

—Pero Hyung, debes comer más. NamJoon Hyung dijo que debes comer la mitad.

—Estoy lleno —respondió y se volvió a dormir.

Así estuvo Jungkook sentado a su lado todo el día y cada dos horas lo despertaba para darle un poco de sopa. En un momento cuando la temperatura subió mucho, le puso paños fríos en la frente, nuca y muñecas. Después lo ayudó a cambiarse por ropa seca.

Hasta ese momento no había notado la cantidad de peso que había pedido y lo pálida que se veía su piel.

Jimin estuvo tres días en cama, el primero y el tercero lo cuido Jungkook. El segundo día el que se quedó fue Taehyung. La mejoría de Jimin era lenta y un médico que fue a verlo al departamento dijo que necesitaba tomar más vitaminas y mejorar sus defensas.

Ese domingo a la noche todos salieron a cenar para festejar una semana exitosa, aunque solo iban a comprar un poco de carne y aprovechar la ensalada gratis del lugar. Jimin dijo que no estaba seguro de ir y Jungkook se quedó con él.

—¿Por qué no vas con ellos? Hace mucho que no comemos carne y aún estás en creci… Lo siento —suspiro y miro a otro lado.

—No, no, sigue. Dime que aún estoy en crecimiento y necesito comer bien para ser más alto que tú —Jungkook se acercó hasta quedar con su rodilla pegada a la de Jimin, los dos estaban sentados en el suelo del dormitorio.

—¿Por qué actúas así? ¿Desde cuándo dejo de molestarte?

—Desde que me dí cuenta que no me cuidabas para hacerme de menos, era tu forma de hacer que todo el cambio fuera menos pesado para mí. También desde que note que era al único al que no le prestaba atención, ni me sonreías.

—¿Solo por celos? ¿Cuántos meses han pasado y solo te acercas a mí por qué estás celoso de que no te preste atención? —murmuró Jimin entre dolió y una risa de ironía.

—No es eso lo que quiero decir. Me gusta pasar tiempo contigo y extraño esos momentos. Ese día me desquite contigo porque eras el más cercano a mí y al que más confianza le tenía, cuando lo que debí haber hecho fue devolverle el abrazo. ¿Recuerdas ese día que me fui con Jin Hyung? Había querido dejar el grupo y él me llevó a comer a casa de sus padres, fue agradable y… supe que tu eres lo más cercano a esa sensación de familia cercana. Me llevo bien con los demás y cada vez somos más unidos, pero me faltas tu.

—Mira, gracias por cuidarme esos días que estuve enfermo. Cada vez que despertaba estabas ahí sin falta. Creo… que podemos intentar de a poco llevarnos bien. Cómo agradecimiento por lo de ese día.

No era lo que Jungkook quería oír, pero se iba a aferrar a eso.

El error de Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora