CAPITULO 1

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Los entrenamientos para Hitoshi últimamente están siendo bastante difíciles, pues el sensei aizawa no se lo dejaba pasar nada o le ponía algo fácil,  cada día era una tortura más que soportar, debía perfeccionar su quirk además de aprender a defenderse y usar las vendas que le dió el sensei.

-Por que querés ser un héroe es tan difícil? Esto va a matarme.

Reclamo el de cabello violeta quien estaba tomando un breve descanso en el suelo, estaba casi como si un tractor le hubiera pasado dos veces encima.

Aizawa: no te quejes tanto que apenas vamos iniciando, esto será lo básico que deberías saber para poder ser un día un gran héroe... Nada en este camino es fácil y te deje en claro ese el primer día.

El profesor tenía razón, apenas hace unas semanas habían iniciado su entrenamiento y estaba pensando en rendirse por lo difícil que se estaba poniendo, pero no quería decepcionar a su sensei mostrando debilidad, así que decidió guardar sus quejas para el mismo y continuar con su entrenamiento.
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Por otro lado estaba una pequeña gatita de color negro, ojos celestes brillantes como el cielo despejado, su pelaje era sedoso y brillante, una completa hermosura que estaba buscando comida entre unas bolsas de basura en un callejón, solo que está gatita era una híbrida, un gato mitad humano.

-encontrar comida es cada vez más difícil, si sigo así moriré de hambre, no es justo.

Pensó la gatita rendida, su pasado no era algo del que ella se sentía bien, fue muy duró lograr escapar del laboratorio en el que había nacido, no conocía a sus verdaderos padres y tampoco tenía amigos o a algún pariente, estaba completamente sola.

Ella había sido acogida en varias casas, pero siempre en todas ellas la terminan echando a la basura cuando se enteraban que era una híbrida terminando por romper el corazoncito de la gatita en repetidas ocasiones, soñaba con el dia que encontrara un buen amo quien la ame y proteja, solía tener pesadillas de su pasado haciendo que se hiciera muy difícil conciliar el sueño muchas veces.

Mientras Shinso caminaba de camino a su departamento luciendo derrotado y con el único pensamiento en dormí apenas llegué, el tierno maullido de un gato hizo voltearse a ver, cuando vio a esa hermosa bola de pelos negra y ojos celestes brillantes no pudo evitar acercarse a ella con cuidado, se arrodilló y levanto su mano a la altura del felino para que el se acerca a él.

-No te haré daño pequeño, ven aquí~

Dijo suavemente, la voz de aquel chico hizo que Ranzu tuviera la suficiente confianza de acercarse a él para que le acariciara la cabeza, empezó a ronronear apoyándose por el mientras le maullaba.

-De dónde vienes? No tienes dueño?

El peli morado lo cargo con sumo cuidado recibiendo un pequeño cabezazo amistoso en su mejilla de parte del gatito, acto que calentó el corazón del chico.

-Bueno, trataré de convencer a la casera de que pueda tenerte conmigo, pero no prometo nada.

El chico nuevamente empezó a caminar hacia su departamento ahora con el gatito en sus brazos quien se había acurrucado en su pecho sin dejar de ronronear para su nuevo amo. El chico se había enamorado perdidamente de esos ojos celestes, el amaba los gatos más que a otra cosa aunque no se notará a simple vista.

Cuando llegó estuvo varios minutos tratando de convencer a la casera que lo dejara tener al gato prometiendo cuidarlo y que no haría escándalos, lo llegó a conseguir apenas pero ya estaba muy feliz ahora de tener a alguien que pudiera acompañarlo y recibirlo cuando volviera de las torturas de sus entrenamientos.

Una vez que entraron en el departamento del chico este bajo primero sus cosas y luego se sentó en su sofá con el gato en sus piernas, soltó un suspiro pesado al ya poder descansar.

-Bueno que nombre te ponemos?... Mmm... Zuzu? Que te parece?

Miro a la pequeña gatita como esperando una respuesta de su parte, pero a Ranzu si le había gustado así que decidió maullarle y empezar a amasar las piernas del chico en señal de aprobación.

-Bien, entonces te llamaras zuzu, mi bonita zuzu

Acarició el lomo de la gatita con amor, pero se detuvo a penas un poco, ya que ella venía de la calle seguro tenía hambre, quito a la gatita de sus piernas para levantarse e ir a la cocina, busco en su alacena una lata de atún que podía darle a zuzu, mientras que la gatita lo miraba atentamente sentada en sus patas traseras en la puerta de la cocina.

-Debes tener hambre, ven aquí princesa

Abrió la lata de atún y lo puso en un pequeño recipiente que encontró para ponerlo en el suelo, se alejo un poco para que su mascota tuviera confianza en acercarse.

-es un amo bueno, me gusta mucho!

La pequeña se acercó al recipiente con atún y lo olfateo, sus pupilas se dilataron cuando lo probó un poco, casi se come todo el atún de un mordisco, hace mucho no comia algo tan bueno.

-Veo que si tenías hambre, a partir de ahora ya no pasarás hambre, te lo aseguro zuzu.

Se sentía satisfecho de su buena causa, ahora tenía a quien cuidar y proteger, para Ranzu el era su héroe quien la salvó de morir en la calle.

¡Pequeña Gatita!  (Hitoshi Shinso x Ranzu oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora