𝐖𝐞𝐥𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐇𝐨𝐦𝐞 |𝗔𝘂 𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼𝗮𝗽𝗽𝗹𝗲-𝗮𝗽𝗽𝗹𝗲𝗿𝗮𝗱𝗶𝗼

Capítulo 05.

—Te ves muy amigable —comentó Charlie a la otra Vaggie estando ambas fuera—... Aunque, creo que es porque no hablas... —de cierta manera hubiera preferido un comentario amargado o que le contestara algo raro.

Sin embargo, el ver a Vaggie con una linda sonrisa y el rostro relajado, era agradable. Y no llevaba falda, sino un pantalón azul y su chaqueta gris había sido reemplazada por una oscura.

—¿No te dolió, verdad? —se apresuró a preguntar—. Cuando él... —señaló su propia boca, y en respuesta la otra Vaggie se encogió de hombros mientras de manera casi imperceptible sus cejas temblaron, pero su sonrisa se mantenía.

Charlie no pudo comentar nada a eso, pues la otra Vaggie señaló algo arriba y cambió la atención de la rubia.
En el cielo flotaba un pequeño zeppelín brillante, que en su trayecto se metió por una ventana de la vivienda de Sir Pentious.

Ambas niñas corrieron escaleras arriba y abrieron la puerta.
Lejos de encontrarse una habitación oscura y semi-vacía con una gallina; casi le brillaban los ojos a Charlie al ver un pasillo repleto de máquinas de palomitas y algodones de azúcar, y al final una carpa de circo iluminada de manera irreal, con música de trompetas sonando.

Tenía que hacerse ya a la idea de que todo lo que viera en ese mundo la deslumbraría.

Vaggie tomó varios algodones para ella y palomitas, y ambas se adentraron a la carpa; encontrándose con cintas de colores brillantes formando su nombre correctamente: Charlie.

Y casi de inmediato un grupo de huevos blancos aparecieron rodando, todos pintados con un traje amarillo con negro.

Estos huevos comenzaron a formar círculos y figuras en el suelo, y eso parecía ser todo el acto; hasta que unas patitas de metal rompieron solo unos huecos del cascarón y comenzaron a caminar haciendo distintos malabares.
Terminaron formando una enorme pirámide, para luego tirarse al suelo como si nada y no romperse.

Charlie y la otra Vaggie estallaron en aplausos, mientras el mismo zeppelín brillante al que había seguido se colocaba frente a ellas para partirse en dos y que de el saliera una versión de Sir Pentious.
A pesar de tener el mismo largo del cabello, por dentro era de color amarillo mientras que tenía una capa de cabello negro encima.

Este Sir Pentious tenía un sombrero de copa brillante, un traje negro con rayas amarillas una corbata roja y lucía desde luego en su rostro dos botones en lugar de ojos.

—¡Eso fué increíble! —exclamó Charlie mientras el otro Sir Pentious se inclinaba en una reverencia en su dirección.

—Muchas, muchas gracias, damas —agradeció el otro Sir Pentious con el usual siseo marcado del original.

El otro Sir Pentious estiró sus brazos al suelo y entonces todos los huevos metieron sus patitas al cascarón y comenzaron a rodar para adentrarse a las mangas del hombre de cabello bicolor.

—Es que... enserio fué —hizo muchas señas, sin encontrar sus palabras—... ¡fantástico!

—Ah, jaja, siempre serás bienvenida Charlie; tú y tu querida amiga —informó el otro Sir Pentious—. Buenas noches...

Mientras volvía a la casa, con la otra Vaggie acompañándola, no dejaba de hablar acerca de lo maravilloso que se sintió todo.

Un momento se detuvo a pensar en que, fuera de todo lo mágico y sorprendente que había sido todo y lo que era ese mundo, la actitud de sus "otro padre y otro Alastor" era en sí muy parecida a la de los originales; con ellos no se perdía de nada, sólo que la situación actual no los tenía con ánimo.

Pero no logró terminar de comentarle eso a la otra Vaggie, ni pudo contarle como eran su padre verdadero y su Al verdadero, por que la otra Vaggie de inmediato la giró y le dió un empujón a la entrada, donde el otro Alastor y el otro Lucifer la esperaban para que se fuera a dormir. Con su sonrisa perpetua como siempre.