Chained lovers : Chaipunk

3. Diamond

La banda sonora se escuchaba en cada rincón de aquella residencia, nuevamente toda la sociedad se encontraba ahí, sobretodo el querido rey.

Miguel O'hara pasaba entre la multitud, donde ellos se hacían a un lado y realizaban una reverencia acompañado con un "su majestad" y atrás de él iba caminando el príncipe, su querido sobrino. 

Una señora con un vestido rojo resplandeciente se acercó a esa familia real, haciendo la misma acción que los demás pero con una expresión relajada. 

- Es un gusto poder recibirlos en mi pequeño hogar caballeros, tanto tiempo Hobart. - ante esto último puso su mirada en el menor. 

- Lo mismo digo Lady Drew. - respondió con una reverencia y una leve sonrisa. 

- Si me permite me gustaría invitarlos a su lugar respectivo durante la velada, esto para que tengan algo de privacidad pero sin perderse de la fiesta. -

Miguel solo dió una rápida mirada hacia su alrededor antes de responder ante la propuesta de su querida amiga, notando que la gente empezaba un nuevo vals. 

- Puedes retirarte Hobart, te estaré observando entonces te recomiendo que hagas tu labor. - y dicho esto el mayor siguió a la mujer junto con un par de guardias y uno de sus asistentes hacia un pequeño escenario montado con una silla en medio y unas pequeñas cortinas a sus costados.

Con un disimulado resoplido empezó a caminar entre la multitud, las mismas reacciones se hicieron presentes.

Era aburrido. 

Se detuvo en la mesa del ponche para agarrar un poco, a sus lados podía escuchar ligeros cuchicheos de varias personas; sobretodo señoritas. 

No hizo a caso a nada de eso, solo se limitó a dar una pequeña sonrisa.

- ¿Podría darme un vaso por favor? - una voz se hizo presente a sus espaldas, lo cual volteó y se topó con su querido amigo el barón Prabhakar.

- Claro que sí, todo por un amigo que no he visto en años. - al terminar esa frase le dió un pequeño vaso de ponche, lo cual aceptó. - Te tomaste tu tiempo. - 

- Tu mansión y la mía están a 12 minutos de distancia en carruaje, claro que me tomaría mi tiempo. - con una pequeña sonrisa tomaba un sorbo de su bebida con rapidez para seguir hablando. 

- ¿Vas a bailar con alguien hoy? - cuestionó con curiosidad con una voz algo fuerte lo que hizo que las personas cercanas voltearan hacia ellos con interes. 

Hobie ahora se sentía amenazado. 

Tragó saliva con dificultad, un paso en falso y tendría una multitud de madres con sus hijas asfixiándolo.

- Ehm.. no. - 

- Oww pero habías dicho que este año buscas casarte... - eso sonó como eco en todo el salón. 

Ahora la gente susurraba formando una cadena, una tras otra. Hasta las hermosas damas que se encontraban bailando con un posible pretendiente escucharon. 

El británico sentía millones de miradas en su espalda, estaba nervioso pero solo fueron unos segundos de aquella sensación.

- Iré a bailar. - con una voz seca respondió, esto emocionó al moreno a su lado. 

- Hecho, entonces iré al jardín para darte privacidad, buena suerte amigo mío. - y se fue hacia el jardín felizmente. 

Mientras que Hobie pues... al momento de que Pavitr lo dejó todas aquellas mujeres se acercaron a él, formando un gran círculo que lo dejaba sin salida.