5. Danger is coming

50 9 0
                                    

En un jardín a oscuras con un camino de luces dirigiendo el camino hacia la residencia anfitriona de la fiesta, caminaba un hombre bastante tranquilo o al menos así era. 

- ¡Duque Morales! - una voz se alzó muy lejos del mencionado, cuya expresión facial se hizo temerosa al reconocer aquella voz. 

Una dicha que nadie más que ellos dos esté cerca.

- P-príncipe Brown... - se dió la vuelta con miedo, mirando como aquel hombre que le ganaba por algunos centímetros de altura se acercaba. 

Cuando estaban a unos escasos pasos se miraron el uno al otro, Miles sentía ganas de vomitar por la presencia del contrario pero contuvo sus ganas al escuchar lo siguiente. 

- Por favor, al menos enfrente del barón Prabhakar digame marqués Brown. - mostró una pequeña sonrisa al tener enfrente a una gelatina andante.

- Usted... ¿Qué? me temo que no comprendo del todo. - su cuerpo de relajó.

Hobart suspiró.

- Cuando nos conocimos le dije que era una marqués. - respondió apenado. 

- ¿Y por qué lo hizo? - cuestionó el duque. 

- Esa noche me hablaba con tanta libertad... que creí que decirle mi título se alejaría o cambiaría esa actitud. - Solo pudo escuchar una risa ahogada.

- Lo siento. - Morales aclaró su garganta. - Con su perdon pero eso es estúpido. - 

El ingles se sintió herido pero sabía que era verdad. 

- ¡Esta bien! sé que cometí un error pero fue porque tambien quería molestar a aquella gente cuchicheando... usted debe saber mejor que nada como son. - y entonces al bajo de estatura se le borró la sonrisa. 

- Eso suena a que estaba jugando con él. - 

- ¡No!.. bueno si pero es diferente, mira solo tienes que decirme marqués, por favor ayudame. - 

El puertorriqueño suspiró. 

- Lo haré pero prometame que le dira la verdad pronto. - 

- Lo prometo. - 

Ahora que todo estaba bien Hobart junto con Miles se dieron la mano para cerrar el "trato" y soltarse para caminar hacia donde estaba la demás gente. 

A lo lejos vieron a un hindú quien los saludaba con entusiasmo, se acercaron a él. 

- ¿Por qué tardaron tanto? Ya empezaron a bailar y yo y el duque Morales queremos conocer a la posible futura marquésa. - dijo aquello con alegría, sin notar que había algo de tensión entre sus dos amigos por su charla anterior. 

- No la veo aún, seguramente no tardará en llegar. - respondió el británico mientras miraba a su alrededor buscando aquella chica. 

Al no ver ni una señal de ella decidió iniciar un nuevo tema de conversación. 

- ¿Usted no tiene intenciones de desposarse duque Morales? - el moreno se sorprendió por la pregunta, incluso se puso tímido. 

- De que tengo el deseo lo tengo pero será cuando esa mujer me robe el aliento - sus dos acompañantes lo miraron con una ceja elevada. 

El puertorriqueño llegó a pensar que había dicho algo malo pero no fue así.

- Es usted muy poético, seguramente muchas señoritas caerían a sus pies. - comentó Pavitr y el de cabello afro solo pudo suspirar cansado. 

Después de molestar un poco a aquel duque una presencia angelical se hizo presente, lo que automáticamente hizo que varios hombres fueran casi volando hacia ella. 

Chained lovers : ChaipunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora