No le contó nada a Katsuki, nadie lo sabía, a excepción de sus compañeros que estuvieron ese día, ellos eran los únicos que lo sabían y a los que pidió amablemente que jamás comentaran algo al respecto.
Si bien su amigo le preguntaba porque sus alas aún no habían crecido, se limitó a mentirle como ya se le estaba haciendo costumbre. Su típica excusa siempre era "tardaran en crecer", pero la realidad era que nunca lo harían.
Tal vez él le llegaba a creer, pero a su profesor y al director no podía engañarlos de igual forma, por lo que, cuando pasaron tres semanas, les confesó absolutamente todo. Aunque ambos ya lo sabían de antemano, escucharon cada una de sus palabras.
Por obvios motivos ya no podía seguir más en UA y aspirar a héroe, fue por esto mismo que fue ella quien les dijo que se iba a retirar, que dejaría la academia para acoplarse en otra que fuera más normal. Porque así se sentía ella, simple, básica, una más del montón.
Ahora solo le quedaba una semana y poco a poco empezaba a limpiar su habitación, la pared que alguna vez fue decorada con póster se encontraba totalmente llana, sin una sola imagen pegada.
Ya había hablado con sus padres adoptivos y ambos le dijeron que cualquier cosa que ella eligiera la apoyarían sin importar que.
Se sentó con pesar en el borde de la cama, miró con detenimiento el escritorio con las pocas cosas que tenía. El calendario a un lado indicaba una fecha que ya había pasado y hasta ahora no era cambiada. Bajó la vista a sus manos en su regazo y se quedó así por un largo tiempo.
Así eran la mayor parte de sus días, cuando dejaba de convivir con los demás, iba a su habitación y se quedaba horas pensando, a veces se olvidaba de bajar a cenar y eran sus amigos quienes le venían a avisar que debía bajar.
Fijó su vista en las cosas empacadas a un lado suyo, mañana por la mañana vendrían a recogerla con sus últimas pertenencias y finalmente diría adiós, adiós a absolutamente todo, a sus amigos, a su profesor y a su sueño de convertirse en héroe.
Se sobresaltó al escuchar como la puerta era abierta sin su consentimiento, juró que tenía mala suerte cuando se percató de que la persona era en realidad Katsuki.
Lo vio fruncir el ceño y analizar la habitación con recelo, para luego dirigir su mirada a ella en busca de una explicación.
Hikari se paró con rapidez e intentó sacarlo de su habitación antes que viera algo más, pero él ya tenía la vista fija en el par de cajas a un lado.
─¿Qué haces? ¿Por qué todo está vacío?
No le respondió y en su lugar alejó las manos de su pecho y retrocedió dos pasos. Se negó a verlo, por lo que su cabeza estaba baja y lo único que veía eran ambos zapatos.
─Hikari. . . ¿Qué está pasando?
Se escuchaba confuso y a su vez desesperado, fue el tono de su voz lo que hizo que ella sujetara con fuerza el borde de su blusa. Tras segundos de un bombardeo repetitivo de preguntas se atrevió a hablar.
─Lo siento─ dijo a lo bajo, aún sin el valor de verlo a la cara
Aquello solo desconcertó al otro, quien se acercó y sujeto sus hombros en busca de una mejor respuesta que esa.
─Me habría gustado estar un poco más. . . Lo siento.
Sus palabras lo dejaron perplejo y en su lugar dejó de tocarla, como si su piel quemara. Aún así, ella continuó.
─Me habría encantado graduarme con ustedes. . . Seguir siendo héroes con ustedes.
Eso terminó por hacerlo apretar los puños y fruncir el ceño con molestia e incredulidad.
─¿A qué mierda te refieres?─ exigió una respuesta, pero cuando la escuchó decir solo una palabra, la silenció abruptamente ─¿Por qué dices que no podrás seguir con nosotros, Hikari? ¿Por qué estás diciendo puras tonterías? ¡Se directa y ve al grano!
Ella alzó su cabeza y lo vio a los ojos, los dos, cara a cara. Ambos vieron la expresión del otro, uno cargado lleno de incertidumbre y enojo, mientras otra cargaba con la culpa y la tristeza.
─Yo. . . ya no puedo seguir estudiando aquí. . . Alguien como yo ya no puede seguir sus pasos─ confesó con los ojos vidriosos ─Una persona sin quirk no puede ser héroe.
Katsuki abrió los ojos con sorpresa, su ceño se elevó y sus labios estaban entreabiertos. Negó casi de inmediato, no podía creerle, por lo que avanzó hasta ella una vez más y la encaró.
─Por favor, dime que estás mintiendo. . .
Esperó y esperó en silencio, con los labios apretados, hasta que ella retrocedió. La vio tomar el borde de su blusa para luego quitársela, lo que vio después pudo jurar que lo dejó inestable.
Hikari le estaba dando la espalda y en ella solo pudo ver las dos enormes cicatrices, siendo estas las protagonistas de la blanquecina piel.
Cuando se giró nuevamente se sintió culpable, porque al verle el rostro, solo pudo pensar en lo doloroso que fue y sigue siendo para ella.
Las lágrimas se acumularon, nublando su vista, pues recordó algo más que lo hizo tener los sentimientos a flor de piel. Aún pese a eso, intentó hablar.
─Por favor─ la voz le salió rota, como una suplica baja ─Hikari. . . No puedes perder tu quirk, ibas a convertirte en héroe.
Y tras esas palabras las gotas saladas empezaron a salir sin control. Su mirada se llenó de tristeza y se abalanzó a ella con debilidad.
─No llores, por favor.
─Estábamos por alcanzar a Izuku. . .
Aún así, él parecía igual de afectado que Hikari, y eso ella lo notó en el primer momento que se dejó caer en sus brazos, llorando.
─Ustedes dos no pueden dejarme sólo. Yo aún quería seguir compitiendo con ustedes por mucho tiempo. . . Quería-
Y los dos, ahí en medio de una habitación vacía se encontraban consolando uno al otro. Katsuki no solo lloraba por no tenerla a su lado en el proceso de ser héroe, también le dolía saber que ella había perdido algo más allá de lo valioso y sabía que si a él le dolía, a ella le estaba doliendo todavía más.
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ᴀɴɢᴇʟ |ʙᴀᴋᴜɢo ᴋᴀᴛꜱᴜᴋɪ
Fanfiction🌕🖇 Él la hizo feliz antes que cualquier otra persona pudiera hacerlo. Le regalo la sensación de volar entre las nubes una vez más, de sentir el viento en su rostro, de sentirse libre por última vez. Fue ese gesto lo que la llevó a besarlo bajó la...