Extra

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No sabía cual era la palabra exacta para describir como se sentía, lo único que podía decir es que estaba jodido.

Tenía miedo, miedo de no volver a ser el mismo de antes, miedo de nunca sanar su corazón.

Había faltado tres días a la escuela, diciéndole a sus padres que no se sentía bien. Mentirles le resultó sencillo, ya que se veía extremadamente mal.

Ahora tenía que asistir porque no quería que sus padres lo empezaran a cuestionar. Aunque en realidad lo único que quería era seguir encerrado en su cuarto, llorando, a pesar de que era muy posible que ya no tuviera más lágrimas que derramar.

Caminaba hacia a la escuela con tranquilidad, había salido más temprano de lo acostumbrado, no quería encontrarse con Dahee por nada en el mundo, no sabía que podría hacerle o decirle si la viera frente a frente.

La brisa movía su cabello, los pájaros cantaban y el sol apenas lo iluminaba. Era un hermoso día que, incluso, Jimin se permitió sonreír, después de lo que pasó, a pesar de tener el corazón hecho trizas.

Aunque esa sonrisa duró muy poco. A unos pasos de distancia estaba el castaño, bromeando con sus amigos en la entrada de la escuela, como si nada le importara, como si el dolor de Jimin fuera muy poco.

Jimin se detuvo, todo su cuerpo empezó a temblar. Quería gritarle, quería golpearlo, quería preguntar por qué le hizo todo eso, por que se había burlado de él y jugado así con su corazón, pero no lo hizo, no tenía las fuerzas suficientes para enfrentarlo. Tampoco terminaría con él porque, ciertamente, se vería ridículo terminando algo que nunca existió.

Tan solo quería que desapareciera de su vida.

Sus miradas se encontraron, unos días antes Jungkook hubiese apartado la mirada primero, unos días antes Jimin hubiera corrido hacia el, ahora Jimin fue el primero en mirar hacia otro, ignorándolo. Entró a la escuela sin dirigirle la palabra y sin voltearlo a ver en ningún instante.

Jungkook se sorprendió, aunque atribuyó esta falta de interés a la enfermedad del rubio, ya que Dahee le había dicho que Jimin estaba enfermo y que por eso había faltado a la escuela. 

Se molestó con el rubio por asistir a clases a pesar de sentirse mal, lo cual fue raro, porque se suponía que Jimin no le importaba.

Ignoro sus pensamientos y trato de seguir hablando con sus amigos, pero toda su felicidad había desaparecido, siendo suplantada por una preocupación que no comprendía.

•••

Los ojos de Jimin se pusieron llorosos, sabia de antemano que no le importaba al castaño y, aún así, le afectó que Jeon no hiciera ningún esfuerzo en hablarle, se sentía estúpido por añorar su atención a pesar de todo.

Aguantó las lagrimas mientras llegaba a su destino, la biblioteca era un lugar grande y solitario, en cierto sentido le daba miedo, solo se llenaba cuando los finales se acercaban, el nunca iba, pero ahora tenía que asistir constantemente.

Jungkook no solo había lastimado su corazón, su autoestima o su amor propio, también había sido el responsable de que Jimin disminuyera su promedio académico, sobretodo en física, la asignatura impartida por el profesor Namjoon. Sus ojos comenzaban a aguarse de nuevo al recordar que gracias a Jungkook no había tenido el tiempo suficiente para estudiar y cuando lo tenía no lograba concentrarse, pensando siempre en lo frío que era el pelinegro, tratando de encontrar razones para justificar su comportamiento.

El profesor Kim fue condescendiente, le dijo que no lo reprobaría si se ponía al corriente y lograra aprobar con un sobresaliente el siguiente examen, para ello le asignó como tutor al mejor promedio de la clase.

You don't love me - Kookmin OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora