Tras haber logrado escapar de una catástrofe en su anterior hogar de una forma dolorosa y repugnante, Solón aparece totalmente desconcertado en un prestigioso instituto en Seúl Corea del Sur, siendo acogido por la Directora y su hijo. Después de un...
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Solón visualizaba.
Solón visualizaba lo que ocurría en ese momento.
Claramente se encontraba asustado, aterrado, vulnerable y sin saber que hacer.
Era solo un niño tratando de asimilar lo que le pasaba a la gente, a su cuidad, a su hogar.
La gente gritando era lo que el peli azul podía oír en ese momento.
Aparte de los llamados desesperados de su madre también.
—¡Solón! ¡Cariño, por favor entra ya!—. gritando, su madre desde la puerta de su casa.
Solón escuchó a su madre, pero simplemente estaba petrificado observando como las personas se comían entre ellas, desesperados y sedientos de sangre.
La ciudad se encontraba en llamas, era un completo desastre. Era una imagen que al pequeño peli azul le dolía en lo más profundo de su ser.
Desde la extinción de animales en Histwer, los vampiros que habitaban en la oscura ciudad buscaban la manera de poder saciar su sed de ese delicioso líquido vital que tanto les gustaba y que les hacía seguir con vida.
No pasó mucho tiempo desde que la gente empezó a escabullirse entre las casas y tomar la sangre de los que yacían durmiendo en sus hogares, lo que desató una cadena viciosa que consistía en tratar de sobrevivir a aquella situación.
Al principio solo eran unos cuantos los que cometían este acto de, se podría decir canibalismo. Uno o dos por semana como máximo. Pero luego eran más y más los desesperados hasta que la situación se salió de sus manos y en cuestión de unos días, Histwer, se convirtió en lo que es ahora.
Solón sintió una mano apretar su brazo de una manera tan brusca que le hizo salir de sus profundos pensamientos y volver a la realidad.
Soltó un pequeño gemido debido al leve dolor que sentía en su brazo y levantó su mirada para ver a la persona que lo jalaba, al ver qué era alguien que no conocía se alteró más de lo que se encontraba.
—¿Qué hace un lindo niño perdido por éstas calles?—. dijo el señor que, Solón identificó rápidamente como uno de esos vampiros caníbales, por lo que trató de soltarse de su agarre pero le fue imposible, ya que el mayor era evidentemente mucho más fuerte que él—. ¿No... deberías estar escondidito en tu casa? Aw, mejor para mí —. el desconocido tomó a Solón de la cintura y lo elevó hasta quedar a su altura, justo en el momento en el que iba a morderlo el señor cayó al piso soltando al peli azul, quien yacía llorando del miedo.
Su amada madre había salido de la casa para salvarle de aquel hombre, golpeándolo con una botella de vidrio.
