Capítulo#1: Frankenstein

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Se escucha la vos de dos personas*

—Cuando la encontraron, estaba apenas viva, y embarazada. Esa joven era Amanda Kruger, su
hijo...

—Freddy.

—El hijo bastardo de cientos de maniáticos. Algunos dicen que fue asesinado, pero ningún cadáver fue encontrado.

—(…).

—Debes encontrar los restos y enterrarlos en suelo consagrado.

Sonido de palomitas siendo masticadas*.

Sentada en un sillón estaba Elena, comiendo algo de palomitas que preparo en casa especialmente para esta noche, ya que en la emisión televisiva de hoy presentaban una película de terror de esas que tanto le gustan, a pesar de que esta, ella ya la había visto un par de veces, no podía perdérsela esta noche, era esa película que salió en los años 90 revolucionando el cine del terror, “A NIGHTMARE ON ELM STREET III”.

Pensamiento interno de la protagonista*:

Es increíble esta peli a pesar de todo me sigue impresionando me pregunto qué haría estado yo ahí, definitivamente no dormiría, aunque eso también me volvería loca con el tiempo, pero tendría momentos suficientes para pensar en q estoy haciendo y que podría hacer.

—Elena!!— Grita Sofía desde el comedor de la casa—¡Sigues despierta hasta esta hora no lo puedo creer vete a dormir q mañana tienes escuela anda!

—Mamá déjame aquí un rato más pliss la peli ya casi acaba plis.

—Vamos Elena ya viste esa película cientos de veces a dormir ahora y dame las palomitas.

—Enserio?? ¡Mamá!

—Vamos—dice con la vos ya más calmada.

—OK ok— dice Elena mientras le revira los ojos a su madre.

— Uff odio estas películas.

Apaga la televisión*

Por dios será que algún día podre ver lo que quiera en paz, ni siquiera tengo sueño y no me interesa ir a la escuela, ojalá simplemente me saltara esta parte de mi vida como si fuera una peli, una de terror, así sería divertido e interesante.

Al día siguiente:

Alarma*

¿No puede ser enserio?! Tan temprano, no tengo ganas de pararme voy a decirle a mi mamá que me siento mal talvez me crea.

—Vamos Elena a levantarse! — dice contenta Sofía abriéndole a la ves las cortinas del cuarto de Elena y dejando entrar luz solar a su habitación e incluso en su cara molestando así a esta—Buenos días.

—Mamá, cierra ya las persianas no quiero ir a la escuela, me siento mal, ¿Déjame dormir ok?

—No —Niega con la cabeza—No señorita, me has estado diciendo lo mismo toda la semana y ya es viernes, no puedes faltar mucho a la escuela además tu profesora me llamo ayer tus notas son malísimas, no puedes darte el lujo de faltar más, te tomas una pastilla y a la escuela.

— Mamá enserio? Por dios no vez que no puedo ni levantarme de la cama—dice esta con los ojos entreabiertos y evitando con la mano ese rayo de sol que salía de su ventana e iba directamente a sus ojos aún dormidos.

—Vamos no seas tan dramática, me dices eso todos los días, cambia de excusa y levántate vas a llegar tarde vamos.

—Ahhh.

A pesar de todo mi esfuerzo no pude convencer a mi mamá, tuve que levantarme unos minutos después obligada por ella, no puedo creer que ella no me halla creído la historia, era buena, aunque si lo admito, un poco repetitiva. Después de todo llegue a la escuela cansada y con ganas de virar a mi casa, solo no lo hice porque sabía que mi mamá no me aceptaría en casa a esta hora.

Ha veces la gente normal dice que odia ir a la escuela y lo entiendo, pero simplemente no creo que sea verdad, a menudo esas personas que lo dicen mienten, por que varios de ellos tienen amigos con los que almuerzan y pasan el día. La otra parte son como yo, no tienen amigos, solo conocidos de los que no pueden fiarse, esos si dicen la verdad.
Fue un día normal como cualquier otro, en el receso estaba en internet conectada y encontré varios videos hablando de la película de Frankenstein, bueno la primera que salió, aunque soy más fanática a las películas de terror modernas, ya no las hacen tan buenas como al principio de su época.

Lo que ella siempre quiso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora