Capítulo 4: Ultimo Año.

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Un par de meses después...

Las semanas siguientes pasaron rápidamente, y la escuela de Megumi se preparaba para el festival anual. Este evento siempre atraía a mucha gente, incluyendo estudiantes, profesores y padres. Satoru, por supuesto, no iba a perderse la oportunidad de hacer una aparición memorable.

Megumi había sido asignado al comité de decoración, lo cual implicaba pasar horas adornando el gimnasio con guirnaldas, luces y carteles. A pesar de su usual seriedad, encontraba algo de disfrute en el trabajo manual y en la compañía de sus compañeros.

En especial tenia cierta melancolía, pues este seria su ultimo año antes de ir a la academia de Jujutsu.

Un día, mientras colgaba una serie de faroles de papel, escuchó una voz conocida detrás de él.

—¡Hey, Megumi! —Hana apareció con una gran caja de decoraciones en sus brazos, en efecto, si estudiaban en la misma escuela, en el mismo año incluso, solo que en diferentes salones—. Necesito ayuda con estos.

Megumi sonrió y se acercó para ayudarla.

—Claro, ¿dónde los quieres?

—En la entrada principal. Quiero que sea lo primero que vean al llegar —dijo ella, sonriendo—. ¿Cómo te va con las decoraciones?

—Va bien —respondió Megumi—. Aunque Satoru mencionó que tiene una sorpresa preparada, lo que me tiene un poco nervioso.

Hana se rió.

—Tu papá siempre sabe cómo animar las cosas. Seguro que será algo divertido.

Megumi suspiró, pero no pudo evitar sonreír también.

—Sí, pero a veces desearía que fuera un poco más... discreto.

Un par de días después...

El día del festival llegó, y el gimnasio de la escuela estaba lleno de gente. Los estudiantes habían trabajado duro para decorar el lugar, y el resultado era impresionante. Megumi y Hana se paseaban por los distintos puestos, disfrutando de las actividades y de la comida.

Resulta que Hana ya reconocía a Megumi, incluso antes de su primer encuentro, le parecía muy lindo y amable, pero el y su padre tenían reputación en la escuela, le parecía chistosa y conmovedora su relación. 

Mientras observaban una demostración de artes marciales, una voz amplificada resonó por los altavoces.

—¡Atención, atención! —era Satoru, por supuesto—. ¡Bienvenidos al festival anual de la escuela! Tengo una sorpresa muy especial para todos ustedes.

Megumi se tensó, mirando a Hana con una mezcla de resignación y curiosidad.

—¿Qué estará planeando esta vez? —murmuró.

Satoru apareció en el escenario principal, vestido con un traje de mago, completo con una capa y un sombrero puntiagudo. Los estudiantes y padres comenzaron a reunirse, interesados en el espectáculo.

—Damas y caballeros, niños y niñas, prepárense para ser asombrados por la increíble magia de Satoru Gojo —anunció, haciendo un gesto dramático con su varita mágica.

Megumi cruzó los brazos, observando con una mezcla de fascinación y preocupación. Hana, a su lado, parecía disfrutar del espectáculo.

No puedo creer que use sus habilidades para algo tan insignificante. Pensó Megumi.

Satoru comenzó con trucos simples: sacando pañuelos de colores interminables de su sombrero, haciendo aparecer y desaparecer objetos, y realizando ilusiones ópticas que dejaban a la audiencia boquiabierta. Pero entonces, llegó el gran final.

—Para mi última hazaña —dijo Satoru, sonriendo ampliamente—. Necesitaré la ayuda de mi increíble asistente... ¡Megumi Fushiguro!

Los ojos de Megumi se abrieron de par en par mientras toda la multitud lo miraba. Hana le dio un empujón suave.

—Cual fue el mal que yo hice para merecer esto— Murmuro el pelinegro y Hana no pudo evitar soltar una carcajada.

—Vamos, será divertido.

Con un suspiro resignado, Megumi caminó hacia el escenario, tratando de ignorar las risas y los murmullos de sus compañeros.

Por que yo, por que a mí. El pelinegro se lamentaba cada vez mas que se acercaba al escenario.

—¡Aquí está! —dijo Satoru, colocando una mano en el hombro de Megumi—. Juntos, haremos algo extraordinario.

Satoru comenzó a recitar una serie de palabras mágicas y, de repente, una cortina de humo envolvió a Megumi. Cuando el humo se disipó, Megumi se encontró vestido con un traje de mago a juego con el de Satoru. La multitud estalló en aplausos y risas.

—Ahora, Megumi —dijo Satoru, dándole una varita—. Vamos a hacer desaparecer algo muy especial.

Con una sonrisa torcida, Megumi siguió las instrucciones de Satoru. Juntos, realizaron el truco final: hicieron desaparecer una gran caja llena de flores, que reapareció al otro lado del escenario en un instante.

La audiencia aplaudió con entusiasmo, y Megumi, a pesar de su vergüenza, no pudo evitar sentir un poco de orgullo.

...

Después del espectáculo, Megumi y Hana decidieron dar un paseo por el patio de la escuela, lejos del bullicio del festival.

—Fue un buen truco —dijo Hana, mirando las estrellas—. A pesar de todo, tu papá sabe cómo hacer feliz a la gente.

Megumi asintió, reflexionando.

—Sí, lo hace. Aunque a veces me pone en situaciones incómodas, sé que lo hace por amor. Y al final, siempre encuentro una manera de disfrutarlo, aunque con mucha, mucha dificultad.

Hana lo miró, sonriendo.

—Creo que eso es lo más importante. A pesar de las vergüenzas, tienes a alguien que se preocupa por ti y te hace reír.

Megumi se detuvo y miró a Hana a los ojos.

—Tienes razón. Gracias por estar aquí hoy. Hizo todo mucho más llevadero.

Hana se sonrojó ligeramente, pero su sonrisa no desapareció.

—Siempre es un placer, Megumi.

Mientras seguían caminando bajo las estrellas, Megumi se dio cuenta de que, a pesar de todos los momentos embarazosos, estaba agradecido por tener a Satoru en su vida. Y con Hana a su lado, todo parecía un poco más brillante.

Tal vez, solo tal vez, la vida con Satoru no eratan mala después de todo.







Tal vez, solo tal vez, la vida con Satoru no eratan mala después de todo

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Deja de Avergonzarme | Jujutsu Kaisen, Megumi + GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora