Capítulo 5: Academia Jujutsu.

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El sol brillaba intensamente en el cielo mientras Megumi Fushiguro se paraba frente a las puertas de la Academia Jujutsu. Era su primer día en la prestigiosa escuela, y aunque estaba acostumbrado a situaciones estresantes, la presión de seguir los pasos de Satoru Gojo, el chamán más poderoso, le hacía sentir un nudo en el estómago.

—¿Estás listo? —La voz alegre de Satoru resonó a su lado, rompiendo su concentración. Estaba vestido con su característico uniforme negro, sus gafas de sol descansando sobre su cabello blanco.

—Supongo que sí —respondió Megumi, tratando de sonar seguro, aunque su nerviosismo era evidente.

Satoru se inclinó hacia él, bajando un poco las gafas para mirarlo a los ojos. El pelinegro lo ha visto desde los seis años y estaba seguro de que jamás se acostumbraría a esos ojos color infinito, tan característicos de su ahora, sensei.

—Vamos, Megumi, eres más fuerte de lo que piensas. Y recuerda, siempre puedes contar conmigo.

—Estoy bien— dijo, claramente mintiendo.

—Por supuesto que estas bien, pero ¿cuándo no te he dado ánimos yo? —. Le guiño un ojo, Satoru sabía que su hijo mentía.

Megumi asintió, intentando calmarse. Tomó una respiración profunda y cruzó las puertas de la academia, mientras el albino guardaba sus gafas y se ponía su venda a juego con su uniforme.

...

El interior de la Academia Jujutsu era impresionante, con altos techos y una atmósfera que parecía vibrar con energía mágica. Megumi caminaba por los pasillos, tratando de ignorar las miradas curiosas de los estudiantes que pasaban a su lado. Sabía que muchos de ellos lo reconocían como el hijo adoptivo de Satoru Gojo, y eso solo aumentaba la presión.

Satoru jamás quiso que Megumi cargara con el peso de ser el hijo adoptivo del más fuerte, de tener que ser fuerte, era algo que el albino obtuvo desde que nació y le hacia sentir culpable pensar que lo único que le pudo heredar a Megumi fuera semejante carga.

Al llegar a su salón de clases, Megumi se encontró con una variedad de estudiantes, cada uno más peculiar que el anterior. Entre ellos, una chica de cabello corto y actitud decidida llamó su atención.

—Hola, soy Nobara Kugisaki —dijo ella, extendiendo una mano—. Tú debes ser Megumi Fushiguro, ¿verdad? He oído hablar mucho de ti.

Megumi estrechó su mano, sintiéndose un poco más relajado.

—Sí, soy yo. Encantado de conocerte, Nobara.

Antes de que pudieran seguir conversando, otro estudiante se acercó, un chico alto con una expresión amable.

—Soy Yuji Itadori. He escuchado que tienes un vínculo con Gojo-sensei. Eso debe ser increíble.

Megumi sonrió, aunque un poco tenso.

—Sí, es... interesante, por decir lo menos.

La primera clase del día fue con Satoru Gojo, lo cual no ayudó a calmar los nervios de Megumi. Mientras los estudiantes se acomodaban, Satoru entró en la sala con su típica energía despreocupada.

—¡Buenos días, estudiantes! —saludó con una sonrisa amplia—. Hoy vamos a trabajar en técnicas de combate y exorcismo. Y para demostrarlo, he decidido que Megumi nos muestre algunas de sus habilidades.

Megumi sintió que el color abandonaba su rostro. Miró a Satoru, quien le guiñó un ojo.

—Vamos, Megumi. Sé que puedes hacerlo.

Con un suspiro, Megumi se adelantó, tratando de ignorar las miradas de sus compañeros. Cerró los ojos por un momento, concentrándose en su energía interna, y luego ejecutó una serie de movimientos que liberaron una sombra en forma de lobo, que corrió alrededor del aula antes de desaparecer.

Deja de Avergonzarme | Jujutsu Kaisen, Megumi + GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora