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JiMin se estremeció y soltó varios lloriqueos cuando su alfa volvió a meter sus dedos dentro de él mientras lo tenía acostado boca abajo, sus dedos se deslizaban con tanta facilidad que la boca de YoonGi se curveó en una ligera sonrisa mientras se agachaba para besarle los hombros y hacerlo girar el rostro para darle una caricia a sus labios y meter su pulgar entre ellos.

—Te ves tan precioso, mi omega —lo hizo jadear sacando sus dedos y dándole una nalgada que resonó en la habitación. JiMin se giró para quedar boca arriba y lo llamo por su nombre, pidiendo que lo tomara una vez más, ansioso de sentir el calor de su cuerpo encima del suyo.

El alfa no se resistía a él y sus peticiones, le encantaba consentirlo y complacer sus deseos por pequeños que fueran. Así que ver a su esposo pidiéndole tanto con solo una expresión le hizo sentirse tan débil que incluso su alma animal flaqueó.

—Alfa... quiero un cachorro tuyo —murmuró besándolo con sus manos enredadas entre su cuello y sus caderas meneándose entre las manos del alfa que lo acariciaban con dulzura con las yemas de sus dedos.

Su pecho se infló de orgullo al oír a su omega decir eso, a pesar de tener algunos años casados no habían podido tener familia, rogaban porque está ocasión fuera distinta y el fruto de esa noche comenzará a desarrollarse en el vientre de su esposo.

—Lo haré, cielo. Te daré una familia, estaremos juntos más tiempo, te lo prometo —lo beso en la frente dejando un poco de lado esa lujuria intensa para demostrarle su amor y lo comprometido que estaba a cumplir ese deseo.

JiMin enredó sus piernas en la cadera del alfa, dejando que lo llenara de besos que iban desde su boca hasta su cuello donde dejó marcas evidentes y la forma de sus dientes resaltándose entre el tono blanquecino de su piel.

Sintió la mano de YoonGi acariciando su rostro con amor, abrió sus ojos para encontrar que su alfa lo veía con una pequeña sonrisa en sus labios, sus ojos tenían un bonito brillo que se veía aún en la oscuridad y pudo sentir que su corazón latía fuerte en su pecho al darse cuenta que su esposo lo veía con tanto amor.

El alfa suspiro sobre su boca cuando se alineó a su entrada y lentamente entró en él, las manos de JiMin apretaron sus brazos y lo observó a detalle cuando su rostro se sonrojó y su boca se abría para liberar pequeños gemidos y largos jadeos que le robaban el aire.

—Yoon, te amo —murmuró cerrando sus ojos y abrazándolo para sentir su calor cuando la habitación se comenzó a sentir fría por las ventiscas de aire y nieve que azotaron al palacio desde afuera.

—Yo también, cielo —sello sus palabras con un beso y no demoro tanto en embestir su interior con lentitud, dejando a su propio cuerpo acostumbrarse al calor de su esposo y la presión que lo rodeaba. Suspiraba algunas veces sintiendo su cuerpo sudar, su cabello húmedo moviéndose al mismo ritmo con el que penetraba a su esposo, esparciendo besos sobre su rostro cada que tenía oportunidad sonriendo cuando JiMin reía bajito en medio de sus besos y se permitía ser tímido a pesar de que YoonGi conocía todo de él.

—Me he sentido solo —YoonGi sintió la punzada de arrepentimiento en el pecho cuando su esposo dijo eso—. No quería decírtelo, pero realmente lo que más deseaba era un bebé para no estar solo y que pudieras pasar más tiempo conmigo.

Yoongi se detuvo sin salir de él, acariciando sus caderas y dejando que su esposo se desahogara, que pudiera expresar todo lo que había reprimido y entonces poder arreglarlo todo esa misma noche.

—He hecho mal en dejarte solo tanto tiempo —junto sus frentes, acaricio sus mejillas y a ciegas busco sus mejillas para besarlas, subió a su frente, bajo a su nariz y finalmente el rastro de besos se detuvo en sus labios donde probó su dulzura una vez más que era un fiel devoto a su sabor y la suavidad que sentía en sus labios cuando probaba los del omega.

Aphrodisiaque • YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora