Redecorate (l.s)

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Nota: A partir de ahora los diálogos que tenga Harry o cualquier personaje en su lengua los pondré en cursivas pq es muy dificil poner un idioma inventado jaja, pero con eso sabrán que se está hablando. :)

—¡No puedes escaparte para siempre maldito Tomlinson! 

Louis escucha sus voces. Son tantas que se vuelven una mescolanza de tantos alfas, pero que bien conoce. Sus piernas no dan para más con cada paso apresurado que toma. Su pecho arde. En cansancio, en miedo. Ni siquiera entiende como es que el pánico le ha permitido correr en lugar de paralizarle, porque Louis, él no tendría problema con morir de no ser por esas personas. 

Así que acelera. 

Pero es inútil. Logra sentir las pesadas respiraciones de sus ex-compañeros en la nuca. El aroma a podredumbre lo inunda hasta dejarle sin respiración, sobre todo porque sabe que está completamente acabado. Es su fin. 

Ellos le han capturado. 

Así que grita, como el último recurso. Grita hasta desgarrarse. 

Y justo cuando siente las garras del soldado sobre su hombro, sus ojos se abren. 

No sabe donde está. Hay oscuridad. Apenas unos pocos rayos de luz se filtran por un espacio que ni siquiera identifica. Su respiración es más agitada de lo normal, la ansiedad y el miedo aún poseen su cuerpo con la incertidumbre de todo. Está seguro de que está a nada de hiperventilar sino es que ya lo está haciendo. 

Sondea a sus alrededores. Lo sabe. Sabe que le capturaron. 

Debe estar en alguna sala esperando a ser torturado. Ellos están detrás de esa cortina burlándose y afilando sus dientes. 

Se maldice a si mismo por dejarse tomar. 

¿Cómo pudo haber sido tan estúpido? ¿Dónde se había ido todo a la mierda? 

Un grito gutural sale de si cuando observa la nueva figura entrar al lugar. Eso era todo. Estaban por hacerlo pedazos de la forma literal. Las palpitaciones aceleradas le someten. Siente que el corazón puede salírsele ya, y una sensación de nauseas no se queda atrás. 

Justo cuando está esperando el primer golpe, la sorpresa le toma primero. La luz que se filtra detrás de la persona cuando entra, le revela una figura de lo contrario a lo que tiene en mente. Es delgada, delicada y con cabello largo. El suave aroma no tarda en hacerse presente en sus fosas nasales, y entonces todo hace sentido. 

Los recuerdos de los días anteriores, o semanas, o meses, se recapitulan en su cabeza. 

Un par de ojos esmeraldas rebeldes en un chico al que no entiende un carajo. Sus heridas tratadas y aquel mágico líquido que le ha dado. 

El omega se acerca con prisa hasta que llega a su lado. Lo agitado apenas logra disminuir un mínimo, y es por eso que él le coloca la palma de su mano sobre la boca para amortiguar su pequeño escándalo. Louis abre los ojos con sorpresa siendo testigo de sus acciones. Le molesta. Así que gruñe, pero solo logra que la fuerza que empeña el otro sea mayor. 

—Shh. 

Le calla, y quiere responderle con una maldición de las que solo el sabe. Sin embargo, no puede. Se sorprende de la fuerza que tiene el omega para estar aplicando sobre él y apenas poder resistirse. Se convence a si mismo de todos modos que es porque sigue mal herido, y le es imposible dar su cien por ciento. 

Aún así, se resigna. Hace su mejor intento por regular su respiración para que el chico por fin le suelte. Pasan un par de segundos en los que sus ojos jade no sueltan el extraño contacto visual mientras sus alrededores están en completo silencio. Se pregunta entonces ¿que tanto tiempo ha pasado desde la última vez que estuvo consciente, y sobre todo, que tanto había pasado en su inconciencia? Porque ahora se encuentra en un lugar diferente a donde el omega lo encontró por primera vez. ¿Qué hay de sus heridas? Se desespera por saber.