𝑂𝑁𝐸-𝑆𝐻𝑂𝑇'𝑆 ⊱✿⊰ 𝐴𝐾𝐴𝑅𝐸𝑁 𝑌 𝐻𝐴𝐾𝑈𝑅𝐸𝑁 ⊱✿⊰

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Au_Gakuen
R15
Pedofilia
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La tinta no se quita tan fácilmente.
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Algo molesto es quedarse más tiempo a la hora de salida. Esas horas suelen ser de clases extras que reciben alumnos en específico. Uno de ellos sería Sayoma. Un alumno con uno de los peores expedientes de la escuela donde cursa. Teniendo calificaciones demasiado bajas hasta el punto de casi reprobar los trimestres. Por lo que un día le tuvieron que asignar un tutor; el maestro de historia, Rengoku-sensei.

Sayoma se encontraba sentado en su pupitre como cualquier tarde. El normalmente odiaría estar ahí sentado a esas horas, pero en realidad le encantaba estar ahí por dos únicas razones; no tendría que soportar por una hora a su hermano y la segunda y su favorita estaría a solas con su maestro favorito, Rengoku-sensei.
Sayoma como siempre no ponía atención a las palabras del libro que le leía Rengoku, el solía estar embobado en cada movimiento que hacía el maestro, gesto, mirada y de la manera en la que se movía sus labios al hablar.
Todo eso lo visualizaba mientras mordía su plumón de un extremo.
Rengoku solo leía para Sayoma, mayormente para repasar las clases del día a día.

Sayoma seguía mordiendo inconscientemente su plumón cuando de repente de un momento a otro sintió un sabor simplemente asqueroso en el interior de su boca. Un sensación ciertamente pegajosa y espesa. La pluma después de varias clases de haber sida mordida se reventó como si nada, manchando el labio inferior de Sayoma, igual que una parte de su mano que la sujetaba. Igual forma en la que el aroma de la tinta inundaba su fosas nasales.

- ¿E-ehm... Q-qué carajos...?

Sayoma reacciono después de varios segundos de haberse reventando la pluma, rápidamente quitandola de su boca, observando como la tinta azul que contenia la pluma había manchado gran parte de su mano. Rengoku al escuchar la voz del alumno bajo su libro observando lo que había pasado con curiosidad.

- ¿Pasa algo Sayoma? ¿Tiene algún problema?

Pregunto con curiosidad al ver que el pupitre estaba ahora manchado de tinta azul igual que el alumno que estaba sentado ahí mismo. Sayoma levantó la mirada ahora mirando fijamente al maestro que se encontraba frente a él.

- Nada, no paso nada. Sólo se reventó la pluma. ¿Puedo ir a lavarme?

Dijo sin mucha importancia en lo sucedido. Mientras observaba como el maestro dejaba su libro a un lado para luego acercarse a él. Quedando ahora frente a frente.

- Claro. Soló no te tardes mucho. Tenemos que continuar la clase.

Sonrió amigablemente mientras observaba lo sucedido, el pupitre manchado, la pluma con tinta escurrida y al alumno levantándose de su asiento, que parecía no tener el más mínimo interés de lo sucedido.

Sayoma sin decir más camino hacia la salida del salón, deteniéndose justo al frente de ella apunto de salir. Una sonrisa maliciosa de repente se formó en su rostro. El se dio la media vuelta para de nuevo tener en medio de su vista al profesor que ahora intentaba limpiar con algunas toallitas húmedas el pupitre. El alumno se acercó a un paso lento y silencioso hacia la dirección del maestro, quedando justo detrás de él. Después de unos cuantos segundos sus manos se entrelazaron en la cintura del mayor, haciendo una presión un poco fuerte empujándolo hacia atrás para que quedara su cuerpo más cerca del cuerpo del alumno que lo había sujetado.