Capítulo 2

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Camino por los pasillos del instituto, sintiendo que la frustración y el enojo arden dentro de mí.
¿Por qué demonios tengo que soportar a esas arpías todo       
De repente, veo a Liam a lo lejos y decido acercarme a él. Tal vez él sea la única persona en este maldito lugar que parece verme.

— Hola, Liam —

Liam me sonríe al verme, pero su expresión cambia al notar mi evidente malestar — Zoe, ¿qué ocurre? ¿Esas chicas te han molestado de nuevo? —

Suelto un resoplido frustrado — ¿Qué crees tú, genio? —
Río con amargura — Al parecer, soy su blanco favorito. —

Liam frunce el ceño con preocupación — Eso es inaceptable — Aprieta los puños con enojo — No deberían tratarte así, Zoe — 

Me encojo de hombros, sintiéndome derrotada — ¿Y qué puedo hacer? — Río con sarcasmo Soy invisible para todos, ¿recuerdas? —

Liam niega con la cabeza y pone una mano en mi hombro — No, escúchame bien. Tú no eres invisible, Zoe — Me mira con determinación — Yo te veo, y sé que hay más personas que pueden ver lo increíble que eres, si tan solo les dieras la oportunidad —

Lo miro con sorpresa, sintiendo que una chispa de esperanza se enciende en mi interior — Liam... —

Liam me sonríe con confianza — Mira, sé que no es fácil, pero tienes que empezar a creer en ti misma — Me da un suave golpe en el hombro —

Siento que los ojos se me llenan de lágrimas, pero esta vez de emoción
— Gracias Liam —

— Para eso estamos los amigos, ¿no? —

Lo miro con sorpresa y una tímida sonrisa se dibuja en mi rostro — Amigos... —
Siento una calidez en el pecho

Liam ríe suavemente. Mira su reloj — Oye, tengo que irme, pero recuerda lo que te he dicho, ¿de acuerdo? — Me guiña un ojo y se aleja

Lo observo irse, sintiendo que una nueva chispa de esperanza se enciende en mi interior
Tal vez... tal vez Liam tenga razón. Aprieto los libros contra mi pecho y continúo caminando por el pasillo, con una pequeña sonrisa en mi rostro


Más tarde, en la cafetería...

Me acerco a una mesa vacía, dispuesta a pasar otro almuerzo sola y en silencio. Sin embargo, una voz familiar me detiene.

Lily Me hace señas desde una mesa — ¡Zoe! Ven, siéntate con nosotros. —

La miro sorprendida
— ¿Conmigo? — Miro a mi alrededor, dudando

Lily asiente con una sonrisa — Sí, ven, no seas tímida — Hace espacio en la mesa junto a Liam

Dudo por un momento, pero luego me acerco y me siento
— Gracias, chicos —

Liam me sonríe con amabilidad — Me alegro de verte aquí, Zoe — Mira a su hermana
— Lily y yo queríamos invitarte a sentarte con nosotros. —

Lily asiente — Sí, es que... — Me mira con complicidad 
— Liam me contó lo que pasó esta mañana —

Siento que me sonrojo — Ah, bueno, él solo... —

Liam levanta una mano
— Tranquila, no tienes que explicar nada — Sonríe Solo queremos que sepas que puedes contar con nosotros —

— Exacto — Lily me dedica una sonrisa cálida — Estamos aquí para ti, Zoe —

— Yo... — Sonrío con sinceridad — Gracias, chicos. No saben lo mucho que significa esto para mí —

Liam ríe suavemente y pasa un brazo por mis hombros — Para eso están los amigos — Guiña un ojo — Ahora cuéntanos, ¿qué tal tu día? —

Tomo un profundo respiro y comienzo a narrar lo sucedido con las chicas populares, sintiéndome más segura y comprendida que nunca.
Mientras hablo, me doy cuenta de que tal vez, solo tal vez, este año escolar no sea tan terrible como imaginaba.
Quizás, con la ayuda de Liam y Lily, pueda encontrar mi lugar en este mundo y dejar de sentirme invisible.

¿Quién sabe lo que el futuro me depara?
Por ahora, me aferro a esa chispa de esperanza que se ha encendido en mi interior.

¡Nos leemos pronto!

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