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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado.

Nayeon!Alfa x Jeongyeon!Alfa x Jihyo!Omega

~Sálvame, porque no puedo tener control sobre mí

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~Sálvame, porque no puedo tener control sobre mí

No puedo...

Jihyo ni siquiera sabía por qué estaba reaccionando así ante los dos mensajes que le llegaron a su celular.

Oculta bajo las sábanas, pasada la medianoche, sus ojos se enfocaron en los remitentes de los mensajes. Jeongyeon le decía que podían salir a una pista de patinaje, y Jihyo la mandó al diablo, obteniendo como respuesta enseguida un emoticón llorando. Mientras, Nayeon le invitaba a los bolos, para demostrarle sus habilidades de jugadora, y también la mandó al diablo, teniendo la misma respuesta.

No podía evitarlo, y soltó una risa suave por sus reacciones. Sin embargo, la risa se transformó en un quejido debido a su costado adolorido. Había pasado más de una semana, pero todavía esa zona seguía muy sensible por el golpe que Chanyeol le dio.

El recuerdo provocó que su estómago se contrajera en nervios. El alfa parecía estar más encima de ella que nunca, así que Jihyo debía tener especial cuidado de no responder ningún mensaje a Nayeon o Jeongyeon que pudiera incriminarla. Lo que menos quería ahora era provocarlo, porque sabía que iba a acabar mal.

Por eso mismo, Jihyo debería ser sensata y alejarse de esas dos alfas. Debería bloquearlas de su móvil y pedirles que no se le acerquen más, que eso debía llegar hasta allí. Jihyo debería resignarse a la vida que le tocó tener, y dejar que el destino le llevara hasta su fin.

Pero no puede hacerlo. Una parte de Jihyo, esa parte rebelde y que es soñadora, esa parte que no es monocroma, tiene esperanzas de un futuro mejor. Eso la hacía terrible, ya que sabía que cuando la realidad la golpee, las heridas serían más profundas y dolorosas. Debería evitar el dolor.

Sin embargo, quiere pensar que Jeong y Nayeon no le iban a provocar dolor. Su omega, esa omega temblorosa y tierna, quiere el afecto que esas alfas se ofrecían a entregarle. Jihyo las odia. Y las quiere un poquito, lo que provoca más problemas. No sólo por quererlas, sino por quererlas a las dos.

Jihyo quiere la voz grave de Jeongyeon contra su oído, mientras le acaricia la mejilla con esas manos de largos dedos. Jihyo quiere los labios gruesos de Nayeon en su cuello, sobre su glándula de feromonas, con ese pequeño, pero fuerte cuerpo rodeándola. Jihyo las desea a las dos, por lo que todo es más grave aún.

Un omega no puede tener dos alfas, era irrisorio y estúpido. Los alfas son posesivos, celosos, así que van a pelearse por la atención del omega, provocando una pelea que podía terminar en resultados desastrosos. Jihyo sabía que ellas eran amigas, ¿cómo iba a meterse en medio? Además, ¿por qué ellas iban a cortejarla?

Sí, porque sumado a todos esos problemas, estaba otro muy importante: ellas eran de clase alta, mientras que Jihyo sobrevivía apenas con lo que su madre y ella ganaban en sus trabajos. Chanyeol, de vez en cuando, aparecía con algún billete, pero no más allá de eso. No es como si los matrimonios entre distintas clases estuvieran prohibidos, podían ocurrir, pero no es normal.

Monocromía [3Mix~Twice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora