2.- Romina

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Desperté por un sonido fuerte, estaban abriendo el mercado, así que como pude, me puse en pie, sentía mucho frío, tenía que salir de ahí cuanto antes

X: ¡Hey tú! ¿Qué hacías adentro?

Escuché una voz detrás de mi, pero no me detuve, el suelo estaba frío, sentía que mis piernas flaqueaban y me costaba sostenerme

No tardé mucho en caer al suelo, raspando mis rodillas en el proceso, sin contar con "otra cosa" que me había lastimado, no lo soporté más y comencé a llorar

X: Niña ¿Estás bien?

Intenté ponerme en pie para salir corriendo, pero fallé y volví a caer

X: No te haré daño, déjame ayudarte

Solo pude voltearme, de tal manera que ahora estaba boca arriba y recargada con mis codos, era una señora bastante grande, pero no tan vieja, tenía expresión de preocupación

X: Niña, tus rodillas y...

Se quedó en silencio por unos segundos, mientras miraba hacia un punto en particular de mi cuerpo, de inmediato puse mi mano, cubriendo mi entrepierna

X: Perdona niña, no quise ver

Lisa: N-no se preocupe, yo...

X: Déjame ayudarte

Lisa: No, e-estoy bien

X: Claro que no estás bien, te ayudaré a levantarte y te llevaré a mi auto, es ese de allá

Señaló hacia un lugar y pude ver un auto blanco, no sabía si podía confiar en la señora, pero me dolían bastante las rodillas y así no llegaría a ningún lado

Lisa: D-de acuerdo, gracias

Con la ayuda de la señora, me puse en pie y caminamos hacia el auto, una vez cerca, abrió la puerta del copiloto y me sentó, sí me dolía bastante y me ardía

X: Espera un poco, voy a la cajuela, tengo un botiquín

No estaba segura si era el momento de intentar huir o solo esperar

La señora regresó con un pequeño botiquín y puso alcohol en un pedazo de algodón

Lisa: No, me va a arder

X: Pero te ayudará a sanar pronto

Lisa: Mejor no, así estoy bien

X: Niña, se te puede infectar ¿Sabías?

Lisa: Ah... bueno... está bien

Acercó suavemente el algodón a mis rodillas, no pude evitar soltar un grito de dolor

X: Aguanta un poco

Lisa: No, ya no, arde mucho

La señora no me hizo caso y siguió pasando el algodón suavemente, hasta que decidió que era suficiente

X: Ves, era solo un momento

Lisa: Igual arde

Sacó unas gazas y las puso en mis rodillas con algo de micropor y solo hasta ese momento me sentí un poco mejor

X: Lisato

Lisa: Gracias

X: No hay de qué, por cierto, mi nombre es Romina

Lisa: Mucho... gusto

Sabía que llegaría la pregunta y no sabía qué responderle

Romina: ¿Y tú cómo te llamas?

Lisa: Yo...

Bajé la cabeza

Romina: ¿Qué pasa niña? ¿No me dirás tu nombre?

Lisa: Yo... no... no sé cómo me llamo

Romina: ¿Qué?

Hubo silencio unos segundos

Romina: Esa es una bata de hospital ¿Verdad? Espero no equivocarme

Levanté la mirada hacia ella

Lisa: Sí, yo...

Romina: Espera, te llevaré a mi casa, no has parado de temblar, debes tener frío

Lisa: ¿Qué? No, no

Romina: Por favor, ya te dije y te aseguro que no te haré daño, solo quiero ayudarte

Lo pensé por un momento, solo esperaba que de verdad me ayudara, aún me dolía todo y tenía mucho frío, sin contar el hambre que comenzaba a darme

Lisa: E-está bien, gracias

La señora Romina sonrió amablemente y me ayudó a acomodarme en el asiento, cerró la puerta y subió del otro lado, dándome una chamarra que me puse sobre mí, puso el cinturón y arrancó el auto

El camino fue corto, como 10 o 15 minutos y habíamos llegado a su casa, se veía bastante grande para que la señora viviera sola, lo que me dejó con esa duda ¿Habrá alguien más en la casa? ¿Estaré a salvo?

La señora Romina me vio dudar y se acercó a mi

Romina: Confía niña, vivo sola, no te haré daño

Lisa: Es... es que...

Romina: ¿Prefieres que te lleve a algún lugar? ¿O que llame a la policía?

Lisa: ¡No! No por favor

Romina: Ven, te ayudo

Bajé del auto con su ayuda y caminamos hasta la entrada de la casa, abrió y entramos, era hermosa por fuera y por dentro era mejor, muy hogareña

Caminamos hasta una habitación y me senté en la cama

Romina: Toma un baño mientras traigo algo de ropa para que te cambies

Lisa: Gracias

La señora salió del cuarto y me metí en el baño, sin duda, el agua tibia me ayudará a relajarme

No sé cuánto tiempo tardé en el baño, pero me sentí mucho mejor, en la cama había ropa de hombre, incluso había un bóxer en una bolsa, lo único que no había, era un sujetador/bra, pero igual era lo de menos, la playera me quedaría bien a pesar de eso

Al terminar de cambiarme, abrí la puerta y salí, me llegó un delicioso aroma de comida, mi estómago gruñó, tenía mucha hambre, me acerqué a la cocina

Romina: Veo que te quedó bien la ropa

Lisa: Sí, muchas gracias

Romina: Toma asiento, ya está listo el desayuno

Me quedé en mi lugar, la señora me había ayudado demasiado y no sabía cómo pagárselo

Romina: Vamos niña, no te quedes ahí

Lisa: Es que... ¿Cómo podré pagarle todo lo que ha hecho por mí?

Romina: ¿Quién te dijo que quería que me pagaras?

Lisa: Pero...

Romina: Nada de peros, vamos a desayunar

Puso los platos en la mesa y dos vasos, había una jarra con leche y una con jugo de naranja, tímidamente me senté en una silla y la señora hizo lo mismo

Romina: Provecho

Lisa: Gracias, igualmente

Romina: Gracias

Al terminar de desayunar, intenté recoger los platos

Romina: No es necesario

Lisa: Déjeme ayudar al menos con eso, ha hecho mucho por mí

Romina: De acuerdo

Lavé los trastes y luego nos sentamos en la sala

Romina: ¿Estás lista para contarme qué te pasó?

Lisa: S-sí, yo...

Estaba nerviosa, espero que después de contarle la verdad, no llamara a la policía

Alice (JenLisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora