Capítulo III: Fortaleza De Hierro

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Las imágenes son borrosas, Jimin siente los ojos pesados y su cabeza da vueltas, recién comienza a recobrar el  conocimiento. 

¿Dónde esta? ¿Cuánto tiempo ha pasado? 

Levanta la cabeza mirando en todas las direcciones, es un cuarto casi en penumbras, solo una pequeña bombilla amarilla sobre su cabeza alumbra la instancia, y Jimin no puede evitar pensar que es como en las películas que solía ver en sus días de descanso. Trata de ponerse de pie, pero sus tobillos están atados a las patas delanteras de la silla donde se encuentra sentado, sus muñecas también están amarradas en la parte trasera del respaldo, tiene un deja vù con ese momento.
La neblina va desapareciendo hasta hacerlo consciente de su realidad, abre los ojos de golpe y trata de desatarse, pero solo consigue que las cuerdas lo corten.

- Huh, mierda- gime adolorido, la cabeza le palpita y un ardor y escozor recorren su nariz ¿está rota?

- Por fin despiertas- alza la mirada al frente encontrándose con Demetrio, ni siquiera noto que estaba ahí- Estuviste inconsciente por tres horas, mi error, fui muy brusco.

- ¿Dónde estoy?

- Eso no importa ahora- El alfa se acerca y se para a medio metro de él- Hay cosas más importantes de las que hablar.

- Ya te dije que no tengo lo que buscas.

- Lo sé, le pedí a mis hombres que registraran todo tu departamento, no había nada.

- ¿Entonces para que me trajiste?

- No pienso librarte tan fácil de lo que has hecho, hasta que no tenga esa grabación en mis manos no te dejare ir, eso sí antes no te mato.

- Entonces hazlo de una vez, no podrás llegar hasta ella.

El alfa suspira y termina de acortar la distancia entre ambos, se inclina hacia adelante mirándolo desde su misma altura, agarra con fuerza su cabello por la parte de atrás, Jimin gime por el dolor.

- ¿Aun no entiendes? No estas en posición de decidir nada, eres un preso aquí, dependes de mí y si no quieres que le haga un agujero a tu frente será mejor que cuides tus palabras.

- ¿Tú enserio crees que vas a asustarme?- lo mira desafiante, no va a demostrar ningún miedo ante nadie y mucho menos en presencia de ese alfa idiota- Puedes hacer lo que quieras, no vas a conseguir nada.

Demetrio lo mira por un rato, sus ojos están rojos como brazas ardientes, pero no se mueve ni hace nada, ciertamente está bastante desconcertado por la insolencia de ese omega. Sin poder detenerse suelta una carcajada de histeria.

- Esa boca hará que te maten algún día- comenta cuando las risas se detienen y menea bruscamente la cara de Jimin de un lado a otro- Y con respecto a eso que dices, estás equivocado, siempre consigo lo que quiero en esta vida- se endereza- Aposté mi alma por eso.

Jeongguk da la vuelta caminando hacia la salida.

- ¡Oye! ¿Dónde está Sussy?- pregunta antes de que el alfa salga.

- Ah, esa cosa peluda, la mate.

...

Jimin ha perdido la noción del tiempo encerrado en esas cuatro paredes, no sabe que hora es, cuánto tiempo ha pasado desde que llegó y ni siquiera sabe realmente dónde está.

La garganta le escuece y está tan cansado por no dormir que en cualquier momento caerá rendido. Se pregunta si ya ha comenzado a sentirse su ausencia, si Nam lo ha llamado desde la última vez que hablo con él, si Taehyung ha hecho algo para buscarlo o si su jefe está molesto por no ir a trabajar.

LA SANTA TRINITÀ | OMEGAVERSE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora