ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴠɪɪ

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Sentí el calor de St. Van, su corazón latiendo con rapidez y su aliento muy cerca de mi frente. Juré que su cuerpo acompañaba al mío, lo abracé, me aferré con fuerza. Un aro de luz apareció ante mí y confundió mi vista. Era el bosque en el que Van me había chantajeado para que me casara con él. Me volteé y lo vi, como si hubiera regresado en el tiempo. Sonreí, sin embargo, él no lo hizo. Su semblante era de furia. Sostuvo la pistola en la mano derecha y me apuntó. Sentí miedo, el mismo de esa vez. Apretó con un dedo el gatillo hasta que lo presionó, haciendo un ruido estrepitoso.

   Fue demasiado real. Me levanté de golpe y estaba en una habitación vacía de servicio, como si perteneciera a una mansión.

   —Esto no puede ser verdad —susurré y acto seguido me levanté—. ¡Diablos! No puedo salir de un secuestro para entrar en otro. Y lo más estúpido que ambos fueron hechos por hombres que han significado algo para mí.

   Bufé y me dieron ganas de reír por la horrible coincidencia. De nada serviría gritar o golpear la puerta, estaba segura que donde me encontraba era muy lejos de la ciudad, de Geum. Me senté en una esquina y comencé a recordar cuando conocí a BaRon. Aún no podía creer que aquel chico tan tierno y educado podría estar relacionado con la mafia.

   Sin dudas, esta es la mejor demostración de que las apariencias engañan. Me dije. Comparé a Geum Hyuk con Chung Hyeop y con ambos pasaba lo contrario. St. Van parecía un líder tremendamente peligroso, mas en realidad era un hombre amable y amoroso conmigo; mientras que BaRon parecía ser muy jovial y en realidad era un tipo peligroso.

   —¿Dónde te has metido Eun Min? —me regañé.

   Solía dármelas de sabelotodo porque había estudiado periodismo y conocía muchísimas cosas en torno a gente corrupta y doble cara, no obstante; me había envolucrado con uno de esos. Había caído como una niña pequeña cae ante la tentación de una muñeca nueva.
No me lo podía perdonar.

   Hasta que caí que estaba secuestrada, ¡secuestrada! Esta vez no podía haber matrimonio que me salvara. No sabía de las intenciones de Chung Hyeop y sentí que el tiempo que pasé con él en realidad lo había pasado con alguien que realmente no existe. El Hyeop de verdad era mi secuestrador, y no lo conocía para nada.

   Lou preparaba algo de comer cuando fue interrumpido por el timbre

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   Lou preparaba algo de comer cuando fue interrumpido por el timbre. Su departamento en la ciudad era bastante sencillo y espacioso, lo suficientemente para un médico soltero sin familia en la capital. Se dirigió a la puerta y asomó su ojo por la mirilla, viendo que se trataba de Geum. Miró su reloj de pared, el cual marcaba las diez en punto de la noche. Alzó una ceja confundido ya que no era normal recibir semejante visita a esa hora. Quitó el seguro y abrió, siendo casi empujado por el cuerpo de Van cuando pasó con rapidez.

   El visitante caminó en círculos por la sala de estar mientras el dueño del lugar volvía a cerrar la puerta y se cruzaba de brazos para analizar su comportamiento.

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⏰ Última actualización: Jun 23 ⏰

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sɪɴᴅʀᴏᴍᴇ ᴅᴇ ᴇsᴛᴏᴄᴏʟᴍᴏ©. (St. Van de VAV y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora