Desde que tiene memoria, Doyoung siempre vivió sintiéndose como una persona que solo traía discordia a las nuevas familias que sus padres intentaban formar con tanto esfuerzo. Era difícil sentirse parte de algo cuando sus padres adoptivos se divorciaron al darse cuenta de que no podían educar a un niño en conjunto.
Le decían que no era su culpa, pero su padre se fue de casa para vivir una nueva vida y su papá se volvió a casar con una persona que tenía un hijo biológico.
No es que sus padres fueran malos. Simplemente parecían olvidar a veces que él también había crecido a su lado y que la falta de estabilidad y unión le estaba pasando factura.
—¡Papá, Doyoung no se ha levantado!
El pelinegro se quejó al escuchar la voz de su hermanastro y se hundió más en su cama, cubriéndose el rostro con una de sus almohadas, con la esperanza de que lo dejaran en paz. Odiaba despertar tan temprano para ir al colegio, todo era mucho mejor cuando eran los años dos mil y él aún no nacía.
¿Es que acaso nadie entendía el significado de "necesito estar solo un momento"? Sí, tenía que asistir al colegio porque era su obligación, pero parecía que nadie dentro de ese lugar quería respetar una petición que hizo con toda la calma del mundo.
Sin muchas ganas, se levantó de la cama, dándole una mala mirada a Jungwoo para después caminar en dirección a la ducha. Mientras se vestía con ese horrendo uniforme de colegio, no podía evitar pensar en como su vida había cambiado en tan poco tiempo. Antes, cuando sus padres aún estaban juntos y no peleaban tanto, lo despertaban con todo el amor del mundo, preparaban el desayuno e incluso lo dejaban a la puerta de la escuela pública. Con ellos podía ser un niño tonto y disfrutar de su compañía, sin muchas preocupaciones.
Ahora, parecía que la fantasía color de rosa se había evaporado. Tenía que lidiar con los altibajos emocionales que implicaba la adolescencia, el hecho de ser adoptado por dos hombres, que esos mismos estén divorciados, nuevos miembros en la familia, un cambio horrible de escuela pública a colegio privado y un par de padres que muchas veces se centraban en sus propias vidas antes que en la suya.
No quería parecer un cliché de adolescente, pero era cierto cuando mencionaba que se sentía invisible y sin nadie que realmente entendiera todo lo que estaba pasando.
Terminó de alistarse y bajó las escaleras con lentitud, encontrándose con Key y su hermanastro en la cocina. Hizo su mejor esfuerzo para esbozar una sonrisa, pero por dentro seguía agobiado.
Quería volver a su habitación y no tener que lidiar con estas cosas, pero tampoco podía escapar por siempre.
—Doyoung —llamó Key con cautela, señalando su corbata. —Está mal puesta.
—¿Mal? —Doyoung observó el desastre que llevaba por corbata y suspiró, levantándose para ir al espejo más cercano con intenciones de solucionarlo.
—¿Jong no te ha enseñado? —Key lo siguió, deteniéndose cuando pudo verlo quejándose frente al espejo. —Ven, corazón, te ayudo.
—Yo no uso corbatas —admitió en un susurro, acercándose a su padrastro para que pudiera ayudarle. —Mi escuela no tenía estos uniformes.
Doyoung evitó la mirada de su padrastro e intentó mantener su distancia por miedo a hacerlo sentirse incómodo. Sabía lo mucho que Key apreciaba su espacio personal y que este solo podía ser invadido por dos personas: Jonghyun y Jungwoo. Tenía sentido.
—Lo sé —dijo Key, comprensivo. —Extrañas mucho tu antiguo hogar, ¿verdad?
—Ese colegio está lleno de niños ricos que tienen libre acceso a las tarjetas de sus padres —habló Doyoung, sin intención alguna de ofender. —No puedo encajar cuando ellos desayunan en Starbucks todos los días como si no fuese el lugar más caro de todos.
ESTÁS LEYENDO
You Spin Me Round (Like A Record)
Fiksi Penggemar"Todo lo que se es que pareces alguien divertido." Doyoung no se siente parte de algo, hasta que conoce a John.