El cielo estaba completamente despejado, cubierto por una gran cantidad de estrellas, brillando con una intensidad serena sobre el campus. La luna, redonda y plateada, colgaba baja en el horizonte, guiándolo sobre que camino tomar para poder volver a su habitación.
Había salido hace poco del ajetreo, llevaba los hombros caídos, mientras que en su interior tenia una mezcla de entre cansancio y alivio, ya que no podía aguantar ni un minuto mas dentro de ese lugar. El ruido ensordecedor de la fiesta aún resonaba en sus oídos, y sus pies le dolían por bailar y caminar toda la noche. El disfrutaba bastante de las fiestas, pero últimamente eran muy agotadoras para su persona, porque claro, iba a una cada mínimo dos días. A eso se le agregaba, que se encontraba en época de exámenes, y aunque suene raro, tenia un hueco entre las noches para poder estudiar o repasar los temas que pronto le iban a tomar, pero claro, esta rutina no era muy buena, debido a que le quitaba la mayoría de la energía al pobre chico.
Mientras se alejaba, agradecía que el aire fresco chocara en contra de su rostro provocando que despejara su mente, y volviera a estar sobrio. Ajustó su campera mientras bostezaba. Sus pensamientos eran un remolino de momentos de la noche, paso de socializar, a bailar, tontear con cierta chica, entre otras cosas. Pero estaba siendo muy agotador. Por otro lado, el disfrutaba de la compañía de sus amigos y el bullicio, pero siempre había un momento en el que anhelaba la calma, el espacio para reflexionar y simplemente ser él mismo. Sabia que Pj y Bobby se habían quedado en la fiesta, por lo que no iban a volver en un largo rato, así que iba a aprovechar para poder descansar un poco de ellos también. Esbozo una pequeña sonrisa pensando en la chica que besó, pero el cansancio le pesaba mas, algo que claramente era demostrado en sus párpados que de a poco se le pegaban, así que ese recuerdo se le fue al instante, deseando estar en su dormitorio, en la seguridad de su propio espacio, acostado en su cómoda cama, sin preocupación alguna.
El campus, que normalmente es bullicioso y lleno de vida durante el día, ahora estaba silencioso y desierto, se podría decir que era un pueblo. Los edificios se alzaban en la oscuridad, con sus sombras largas proyectadas por los faroles que parpadeaban suavemente. Los senderos de piedra y los jardines bien cuidados estaban desiertos, era como si el mundo entero hubiera detenido su respiración para poner en calma al azabache. Sus pasos resonaban suavemente en el pavimento, mientras tarareaba una de las canciones que había escuchado antes de irse. Cada crujido de las hojas secas bajo sus pies se sentía amplificado en la quietud de la noche. El campus dormía, siendo un momento agradable para el protagonista.
De repente, algo capturo la atención del chico. Era un objeto que brillaba en el suelo, reflejado por la luz de la luna. Se detuvo, y fijo su mirada en el objeto entre las sombras. Se agachó con dificultad soltando un quejido y lo recogió, sintiendo el cuero suave bajo sus dedos. Era una billetera, de diseño sencillo pero evidentemente era de marca por el logo dorado que estaba en la parte frontal.
La metió con desinterés en el bolsillo de su abrigo, sabia que tenia que devolverla, no ahora, claro. Por lo que siguió su camino hacia su dormitorio, con total pereza.
...
Con dificultad abrió uno de sus ojos, sintiendo como el sol que entraba por la ventana, le daba directamente en la cara. Soltó un bostezo, mientras se incorporaba en la cama. Escuchaba los ronquidos de sus amigos, que de seguro habían llegado al dormitorio hace pocas horas atrás.
La siguiente clase iba a ser por la tarde, por lo que iba a aprovechar para organizar bien sus apuntes, pero antes necesitaba despabilarse, y sabia que eso iba a ser con un buen café. Camino por encima de todas las prendas de ropas esparcidas en su alrededor, mientras que con la mirada buscaba alguna que pueda ponerse, y claro, opto por lo mas sencillo, un jean y un buzo, para poder abrigarse.
Pero algo le faltaba, su billetera. Diviso el abrigo que había usado y rebusco en los bolsillos lo que buscaba, y lo encontró, pero este no era de su pertenencia, haciendo que todos los recuerdos de la noche anterior vuelvan en un fuerte dolor de cabeza. Agarro la que si era pertenencia, la guardo en el bolsillo trasero de su pantalón, y la otra que tenia en mano la miro dudoso.
La abrió con curiosidad, buscando algún identificador con el que pudiera devolver el objeto a su propietario, no se sentía cómodo haciendo eso, pero lo tenia hacer para saber a quien le pertenecía. Al pasar las tarjetas y el dinero, que era bastante, encontró una foto que lo dejó sin aliento.
Miro a sus amigos que aun estaban dormidos, como si estuviera haciendo algo malo, y volvió a ver la foto. Apretó los labios y frunció el ceño.
-¿Bradley...?- Murmuro acercando la foto a sus ojos.
No era la imagen de un Bradley que conocía, sino de una chica con una sonrisa cálida, los mismos ojos zafiro y el característico cabello castaño, por debajo de los hombros . En el reverso de la foto, había un nombre escrito en rojo a mano, "Britney Uppercrust III".
Sintió un nudo formarse en su estómago. Se quedó mirando la foto, las preguntas se arremolinaron en su mente. La tranquilidad de la mañana contrastaba fuertemente con el torbellino de emociones que empezaba a agitarse dentro de él.
¿Qué significaba todo esto? Más importante, ¿Por qué Bradley tenía esta foto? y , ¿Quién era realmente Britney?, pero luego se le venia otra pregunta aun peor, ¿Cómo iba a devolver la billetera?
Continuara...
¿Quien es Britney? MAXLEY
Capitulo: 1.
Palabras: 1022
Nota: ¡¡¡Hola!!! Es la primera vez que escribo algo sobre Maxley, pero no de pibes gais, así que tranqui, que en malas manos no están.
Espero que les haya gustado esta introducción, y si no, nada, no votan.
-¡¡¡Besos!!!

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¿Quien es Britney? - MAXLEY
FanficMax descubre un secreto inesperado de Bradley. Una foto que revela algo que podría cambiar todo lo que se conoce como uno de los chicos mas populares de la universidad. -Los personajes que se van a encontrar, no son de mi pertenencias, son de Disn...