Y ahora son tres

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Anya tomo la mano de Rosemary para que fueran a la rueda de la fortuna, mientras que August caminaba con su padre siguiéndole el rastro a las dos chicas de su hogar, luego de la rueda de la fortuna los cuatros se subieron a la montaña rusa, aunque ahí August decidió subirse con su madre ya que su padre era muy miedoso y a Rosemary le encantaba molestarlo para que no gritara mucho.

Todos estaban disfrutando el día en el parque de diversiones, aunque en algunos momentos varias personas se acercaban a ellos porque los reconocían como la familia Desmond y sobretodo porque Damián seria el próximo congresista, entonces los medios querían entrevistas exclusivas, pero el peliverde solo sonrió y dijo que cualquier cosa seria en horario laboral ya que sus pequeños hijos querían disfrutar como cualquier niño.

Ese tipo de gestos eran los que la prensa amaba ya que mostraba lo dedicado que era con sus hijos y esto lo podía leer Anya quien le dio la mano para empezar a caminar juntos mientras sus hijos iban muy felices brincando porque conocerían a Bondman.

La felicidad de Damián estaba frente a sus ojos, entonces mientras los dos pequeños gritaban Bondman y su esposa agitaba su mano libre, el hombre sonrió, esos tres nunca cambiarían y le agradecía que sus dos hijos fueran idénticos a la mujer que amaba.

Pero esas cosas estarían por cambiar, entonces un día cuando fueron a la casa de los Desmond, mientras Becky hablaba con Anya sobre su día en el parque de diversiones y lo feliz que estaba de que al fin su cuñado se revelara, una sensación rara invadió el cuerpo de la pelirrosada que fue corriendo al baño a vomitar.

¿todo bien? —Melinda toco la puerta

Claro—dijo mientras intentaba recobrar el aliento—la comida estuvo rica, pero creo que me hizo daño

Es normal, es que nuestro nuevo cocinero no conoce tus gustos aun—dijo amablemente—no te preocupes le diré que prepare las mejores comidas para ti

Se lo agradezco—comento mientras se levantaba del piso del baño

La pelirrosada sonrió y suspiro aliviada cuando noto que su cepillo de dientes estaba en su bolsa y se limpió cada rastro de vómito, aunque era raro, ella podía comer cualquier cosa que preparara su madre y no vomitaba, ¿acaso el chef quería matarla?, luego negó con la cabeza y cepillo su cabello.

Todo bien Anya—sonrió

Al llegar al jardín, Becky la abrazo y le dijo si estaba bien, cosa que la pelirrosa le dijo que no se preocupara seguramente fue la comida, cosa que a Becky le sonaba raro ya que de las pocas ocasiones que fue con los Forger, la señora Yor cocinaba mal.

Entonces las semanas empezaron a pasar, Anya disfrutaba de sus días con sus hijos y su esposo, todo parecía ir en orden y era lo único que necesitaba, pero otra vez el dolor la hizo detenerse mientras jugaba con Rosemary

¿Mami? —la pequeña se detuvo y camino hacia la pelirrosada

Estoy bien—sonrió

Mami, estas pálida—se espantó—llamare a papi—salió corriendo

La pelirrosada decidió recostarse en el pasto de su jardín y miro el cielo, era raro ese sentir, entonces empezó a armar una historia en su cabeza recordando cuando estaba esperando a Rosemary y a August, cosa que la hizo alarmarse ya que en su cabeza nunca se le cruzo esa idea.

¡EMBARAZADA! —dijo mirándose

¿Qué tu qué? —Damián miro a su esposa

¿Seremos hermanos mayores? —August los miro

¿Cómo se hacen los bebés? —Rosemary miro a su papá

Son muchas preguntas—la mujer de cabello rosada se agarró la cabeza—pocas respuestas, primero una por una

¿Qué es lo que sigue?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora