CAPÍTULO III: CONOZCAN A CORA

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Ace_Autor: Qué les pareció el segundo capítulo?. Bienvenidos al tercer capítulo del libro, el apoyo es bajo, pero agradezco a los que están leyendo el libro. Soy consiente que en parte se debe por la decisión que tomé de lanzar ciertas indirectas. En fin, no se olviden comentar ;)

Y ya sin más rodeos, disfruten el capítulo.

CAPÍTULO III: CONOZCAN A CORA

Montar la carpa nos había tomado aproximadamente un par de horas. Marshall y Rubble, colocaron la cuerda floja, los camerinos y los pilares. Skye subió la tela con su mochila jet, Rocky fijó las cuerdas, para que la tela de la carpa no saliera volando con alguna ráfaga de viento y junto a Rubble colocaron la caseta para la venta de entradas.

«Liberty ayudaba a Raimundo con las cajas, las cuales contenían bocinas, altavoces y toda clase de cosas, también ayudó a Rocky a conectar los reflectores junto a Skye, Zuma ayudó a Raimundo con los animales del show, y yo estaba encargado de supervisar el trabajo de mis amigos, y que todo estuviera listo. Aún quedaban tareas menores por hacer.

—Creo que ya terminamos amigos —dijo el pastor alemán, observando el gran trabajo que habían realizado sus compañeros.

—Fue trabajo en equipo —habló el bulldog desde su excavadora—. Aunque, ¿No sienten que algo falta? —dijo observando la carpa, cosa que los demás también hicieron.

—Tiene razón, solo que no estoy seguro de qué nos faltó, amigo —concordó el labrador, era un pequeño detalle que se les había pasado por alto.

—Ya sé que falta —dijo Raimundo, quién se acercó por detrás de los canes, junto a Ryder—. Faltan las tres banderas de las carpas —agregó.

—¡Claro! Es verdad, miren la imagen de allá —señaló el Dálmata al cartel publicitario—. ¿Cómo pudimos olvidarnos de los banderines?

—Bueno, no hay que preocuparse, conozco a la indicada para esto. Oye, Skye, ¿Podrías colocar los banderines sobre cada una de las carpas? —preguntó el joven Ryder, volteando su mirada a la Cockapoo.

—Claro, Ryder, ¡Es hora de volar! —exclamó la cockapoo adulta con su característica frase.

A continuación, Skye dió unos pasos en reversa, y ladró el comando de activación de su mochila. Dicha instrucción hizo que sus alas se desplegaran y los propulsores de hidrógeno se activaran en cuestión de segundos.

—¿Dónde están los banderines? —preguntó la Cockapoo, cosa que Raimundo le respondió.

—Dentro del contenedor, deberían estar en uno de los barriles del fondo —le indicó el maestro de ceremonias llevando su mano a su mentón.

—De acuerdo, voy por ellos ahora mismo y...

—Espera un momento, Skye, déjame buscarlos por ti —interrumpió el pastor alemán. Chase corrió y de un salto se subió dentro del contenedor, activando su linterna en el interior.

Después de unos minutos de búsqueda, Chase bajó del contenedor dando un pequeño salto, dejándose caer sobre el césped flexionando sus rodillas, y se acercó a su amiga.

—¡Los encontré! —exclamó, con algo de dificultad para pronunciar las palabras.

El can traía los banderines en su hocico, sujetándolos de las pequeñas astas que estos tenían. La cockapoo acercó su hocico y los tomó con cuidado, cosa que juntó sus narices. Ante esto, ambos canes soltaron los banderines, cayendo al suelo.

—Perdóname, Chase —dijo con risa nerviosa, a la vez que trataba de ocultar el pequeño sonrojo que se hacía visible en sus mejillas.

—N-no, fue mi culpa, debí soltarlos antes, Skye —agregó Chase apenado y un poco nervioso.

 La Indicada Para Mi (+14)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora