capítulo 4. sin tiempo

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—Muspelheim era el último de los Mundos por explorar —informó el Dios asgardiano del Trueno en un tono firme—. Y no hubo señales de mi hermano o de su hija ahí.

Musitó sus últimas palabras, mirando cautelosamente de reojo a Tony quien se hallaba sentado en la mesa más alejada de él cuando el resto lo rodeaba expectante como lo habían estado haciendo desde el momento en que había llegado al área de descanso del complejo de los Vengadores.

Habían esperado semanas el regreso del asgardiano, con la esperanza de que finalmente volviera con buenas noticias a diferencia de todas las veces anteriores en los últimos meses, que la habitación inevitablemente cayó en un profundo silencio cuando reveló lo último, un silencio que Natasha Romanoff no pudo evitar romper negándose a aceptar la innegable realidad.

—¿Estás seguro de que no hay una posibilidad de que se escondan allí? Quizá podamos ir contigo y...

—No queda ni un lugar para esconderse —Thor ni siquiera la dejó terminar su pensamiento—. Han estado débiles desde que mi padre tomó su fuente de poder hace más de un milenio, pero ahora que hemos derrotado a su gobernante de verdad... No queda nada ya.

Y justo cuando Thor musitó sus últimas palabras una vez más, el sonido de una mesa volando por los aires y aterrizando al otro lado de la habitación obligó a todos a girar y volverse hacia Stark, quien en un veloz movimiento se puso de pie, acercándose peligrosamente al Dios asgardiano.

—Y cómo se supone que deberíamos confiar en cualquiera de ustedes, dioses asgardianos, cuando está claro que ni siquiera tu padre, el rey, pudo derrotar a un enemigo en su primer intento.

—Sé que estás angustiado Stark, pero será mejor que tengas más cuidado con la manera en la que hablas de mi padre —respondió Thor, también acortando distancia con él.

—Hablaré de él o de quien quiera como quiera porque estoy diciendo la verdad —dijo con ira desbordando de cada una de sus palabras—. No somos nosotros los que dejamos que Loki se nos escapara de prisión.

—Al menos he hecho algo al respecto, viajando a través de los Nueve Mundos en busca de él, ¿qué has hecho tú exactamente además de sentarte a lamentarte?

—Como deberías —Tony apenas dejó que Thor terminara su oración—. Todo esto es tu culpa y ni siquiera con un guardia omnipotente has podido encontrarlo —tanto Rhodey como Banner acortaron distancia con el par sintiendo que la tensión del momento podría escalar aún más en cualquier segundo—. No tan de raza superior como dicen ser, ¿eh?"

—Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para encontrarlo, a diferencia del hechicero en la habitación que carga con la gema del tiempo en su cuello...

A pesar de mencionarlo, Thor no apartó su mirada de Tony creando otro gran y tenso silencio en la habitación, un silencio donde un par de miradas terminaron sobre el hechicero que permanecía sentado lejos del resto, sin poder mirar a nadie a los ojos, mucho menos después de las veraces palabras del dios.

Y no era que a Strange no le importara su hija, pero era su deber proteger su realidad que no podía simplemente manipular la ley natural para traerla de vuelta. Y no es que no lo hubiera considerado a medida que pasaban las semanas.

—De acuerdo, creo que todos debemos calmarnos —intervino Bruce, sintiendo que la tensión comenzaba a perturbar su mente.

—Banner tiene razón —exclamó Nat también—. No tiene sentido pelear entre nosotros y...

—No —Tony se volvió hacia ella de un segundo a otro—. No me digas que me calme. Han pasado siete meses. ¡Siete!, desde que mi hija desapareció —escupió—. Ninguno de ustedes tiene idea de cómo se siente eso, así que reaccionaré como yo quiera.

Loki's Little Witch [es]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora