T1 C11 El Tranquilo Mar Azul

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Narrador Omnisciente.

Se podía ver un hermoso campo de trigo donde los niños jugaban sin parar y rebosaba la alegría.

???: Está listo, amo.

Nox despertó de su sueño profundo y las máquinas que lo estaban inspeccionando lo soltaron.

???: Amo, la instalación está completa. – Pero entonces Nox lo golpeó y provocó que caiga.

Nox: Te oí la primera vez.

El Xelor se dirigió hacia una cámara secreta donde una gran fuente de energía estaba siendo estudiada: El Selacubo.

Las máquinas parecían estar alimentando de Wakfu al pequeño cubo que soltaba grandes destellos de luz.

De repente un Guau Guau atacó a Nox, el cual solo lo agarró y lo levantó.

Nox: ¡Igol! Me alegra mucho verte, muchacho. Pobrecito, está habitación te está convirtiendo en una verdadera bestia, ni siquiera reconoces a tu propio amo. El Cubo tiene una extraña influencia en los seres vivos, los seres humanos y animales sienten una irresistible atracción hacia él.

Nox podía escuchar que el Cubo le hablaba, que pronunciaba las palabras "Pronto, Noximiliano, pronto. Pero debes darme más Wakfu".

Nox: Siempre más, siempre más Wakfu. ¿Te entusiasma, Igol? Pronto recuperaremos nuestras vidas. Así que tengo una idea... – Entonces agarró al Guau Guau y lo acercó al Cubo. – ¿Quieres donar un poco de Wakfu para la causa?

Pero antes de que Nox pudiera hacer algo, Igol se soltó de si agarré y corrió lejos.

Nox: Que egoísta, más tarde seguro. Pero ahora pensemos en asuntos las serios; Tenemos una cita con alguien muy importante.

En medio del Bosque Prohibido, los secuaces de Nox crearon un portal de donde salió un reloj gigante controlado por Nox.

Nox: ¡Con este cubo todo es posible! – El Xelor trató de controlar al cubo con sus manos, pero este hizo una explosión haciéndolo colisionar contra la pared. – Incluso después de tantos años sigue siendo muy poderoso para mí... Pero pronto seré su amo.

El Reloj avanzaba a paso rápido y tan solo en unos minutos quedó cara a cara contra el Roble Blando.

Nox: El venerable Roble Blando. Nunca pudimos tener una conversación.

El Roble Blando cerró sus ojos y los Polters que una vez fueron agresivos corrían lo más rápido que podían hacia la Aldea donde Alibert se asentaba.

El Anutrof leía la carta con mucho cariño que había recibido hace poco de su hijo Yugo.

Alibert escuchó ruidos extraños provenientes de afuera, y cuando vió por la ventana, los Polters que habían llegado empezaron a explotar uno por uno sin parar.

Mientras tanto, Nox ya había terminado de absorber el Wakfu del Roble Blando.

Nox: ¿Ya terminó? Esperaba más de esa criatura. Será mejor que el Dragón calme la sed del cubo. – Y cuando observo hacia la Aldea, pudo observar gracias a sus máquinas al Anutrof, Alibert, que se encontraba viendo por la ventana.

Nox no espero ni un segundo más y se teletransportó al lado de él, asustandolo.

Nox: Buenos días. Veo que está vez tu posada si está abierta.

Alibert: ¡Nox! ¿¡Viniste a terminar lo que habías empezado? – Nox no habló y colocó sus manos en la cabeza de Alibert. – ¡Adelante, monstruo, continúa!

Nox: Sé que lo entenderás, Alibert. No dudaste en querer dar tu vida para salvar a tu hijo. – Alibert miraba con lágrimas los cuadros con su hijo y no pudo aguantar el dolor, soltando su pala. –¿Si tuvieras la oportunidad de redimirte para siempre, sacrificando algunas vidas, lo harías?

Wakfu x OC (Rylan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora