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*･῾🌅 ᵎ⌇🔪 ⁺◦ ⚡️ ✧.* tw: mención a violencia y abuso.
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Cuando Victoria tenía doce años, mató a su primer vampiro.
Su niñez entera estuvo fuertemente eclipsada por la muerte de su madre, asesinada cruelmente por vampiros solo un par de horas después de haberla tenido a ella. Dándole así a su padre la obligación de ser quién le contara historias sobre la plaga que aquellas criaturas eran. Fue por lo mismo que Alexander Aldridge se mantuvo al margen la noche en la que su pequeña hija lo siguió hasta un encuentro con uno de ellos, que llevaba solo horas convertido. Uno que por razones obvias no se esperaba que una linda niñita le cortara la cabeza con un hacha.
Las semanas siguientes a ello, la pelirroja tuvo que soportar un par de moretones y mucho dolor en los brazos debido a toda la fuerza que uso en aquella ocasión. Lo curioso fue que nunca se quejó ni soltó una sola lágrima. Más bien, sintió alivio al asesinar a uno más de esos monstruos y aportar en la meta mental de extinguir a aquellos seres, todo con tal de que no pudieran hacerle daño a nadie más. Y ese fue su único objetivo de vida durante muchos años.
Al menos fue así hasta que la verdadera tragedia llegó, vario tiempo después, cuando Vic fue convertida en lo mismo que asesino a su mamá. Repentinamente, ella era la misma monstruosidad que le arrebató la posibilidad de tener al menos un recuerdo con su progenitora, de crecer en un hogar medianamente normal y quizás, hasta tener hermanos con los que jugar y a los que cuidar.
