Tomioka [ 新しい ]

⧐ Capitulo 2

Di un suave suspiro mientras guardaba mis cosas en una mochilera de tela que yo misma cree.

— Uff, ya está casi todo listo — Puse mis manos en mis caderas.

Ya teniendo todo listo, me puse la ropa más cómoda y formal que encontré.

<< ¡Que emoción! !Por fin los voy a conocer! >>

Ya teniendo todo listo sali de la cabaña la cuál era de mi maestro, el me recordaba un poco al señor Urokodaki que al igual que el, vive en una cabaña alejada de los pueblos.

El maestro es alguien que admiro mucho se volvio la figura paternal que no tuve... Pero no hablemos de mi, continuemos con el presente.

— ¡Maestro! — Levántate mi mano para saludarlo, podía verlo a lo lejos sentado en una roca mientras voltea a verme.

Corrí un poco para llegar rápido a el.

— ¡Maestro ya tengo todo listo!

— Bien _____ — Dió una sonrisa cerrando sus ojos — Entonces tienes que ir a este lugar — Me dió una hoja con un tipo mapa de la zona — Para que puedas ingresar a la prueba de los cazadores.

— ¿Y si no apruebo? — Susurré entristecida.

— Estoy seguro que aprobarás, además eres mi discípula, nunca dudes de ti misma y del maestro que té enseño — Me dió un suave acaricia en la cabeza — Además te faltará esto — Me entregó la catana que el usaba — Te será de mucha utilidad.

— Pero maestro, esto es suyo, yo no soy digna de usarlo.

— Siempre fuiste digna. — Sonríe.

— MaEsTrO.. — Mi voz tembló.

— No llores pequeña, debes dejar ese mal hábito de llorar por todo Jajaja.

Infle un poco mis mejillas formando un puchero, apreté mi mochila con mi manos mientras miraba el suelo. Me prepare mentalmente unos segundos y levanté la cabeza con firmeza.

— Ésto no será un adiós, maestro esto es un hasta pronto — Trage en seco — Yo volveré más fuerte que nunca y seré uno de los mejores cazadores que se haya visto.

Hablé determinada.

— Además seré un pilar y de las mejores, haré que la respiración del hielo sean de las más deseadas de aprender.

— Jajaja, pequeña seguro lo lograrás — Dio una leve risa y yo solo sonríe cómplice.

Después de esa agradable charla emprendí mi camino hacia la dirección que me dió mi maestro. Seguía el mapa a pie de la letra, lo hizo muy específico rei por eso.

— Volveré con orgullo maestro — Sonreí mirando el camino que debía seguir.