「 ✦ 𝐔𝐍𝐎 ✦ 」

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"Era un día soleado, realmente soleado, el chirrido de algunos juegos sonaba, las risas de niños acompañaba ese sonido que, aunque para otro espectador sería encantador, para un pequeño niño rubio era algo molesto

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"Era un día soleado, realmente soleado, el chirrido de algunos juegos sonaba, las risas de niños acompañaba ese sonido que, aunque para otro espectador sería encantador, para un pequeño niño rubio era algo molesto. Detestaba visitar ese tipo de lugares y trataba de evitarlos a toda costa, pero como era obvio, había veces en las que no podía hacer mucho al respecto.

-Mamá, ¿podemos irnos ya?- Rechistaba con molestia en su voz, su rostro portaba una expresión de puchero. -No me gusta este lugar. Hay muchas personas...-

-Katsuki, no podemos volver a casa aún. La mudanza aún no termina, faltan varias cosas.- Argumentó la mujer que le acompañaba. -Además, no es un mal lugar, puedes ir a jugar mientras tanto, seguro así se te pasa el tiempo.-
Una sonrisa amable adornó el rostro de la mujer y un pequeño beso dejó caer en la frente de su hijo, dándole un pequeño empujón para socializar con los demás niños.

El niño entonces miró devastado como se iba su madre, como si acabara de ser traicionado dentro de su pequeña mente.
Por un segundo desvió su mirada a su entorno, ¿por qué debía estar ahí? No le gustaba.

Cerró sus ojos y se dejó caer al piso, se sentía pequeño e indefenso al llorar frente a un montón de gente. Sollozos ahogados se podían escapar de él, intentando comportarse fuerte como era de costumbre.

-¿Estás bien?-

Una voz dulce y suave se escuchó frente a él, dudó por un momento si esas palabras eran dirigidas a él, y entonces abrió los ojos, encontrándose con un niño de cabello despeinado y color verde. ¿Huh? Parecía que sí le hablaba a él, ¿por qué?

Sin dejarlo pensar demasiado, el niño extendió su mano hacia Katsuki con la mera intención de ayudarlo.
-Me llamo Izuku, ¿cómo te llamas? ¿Por qué lloras?-"

-Joven Bakugo, despierte- lo llamaron a lo lejos. Escuchar esa voz lo tensó por un momento, estaba en la escuela no podía dormir con esa tranquilidad mientras estudiaba.

Bakugo abrió los ojos lentamente, encontrando la mirada de su profesor en el proceso.
El aula estaba plagada de murmullos y risas.

No pudo articular ni una sola disculpa o explicación cuando fue interrumpido por un "Te espero en mi oficina al final de la clase" proveniente de su superior. Una corriente de preocupación lo recorrió de pies a cabeza y no exactamente por el temor a un castigo, sino por temor a que sus pensamientos comenzaran a afectar su rendimiento escolar por el que había trabajado tan duro.

Al final de la clase, Bakugo recogió sus cosas lentamente, ajeno a lo que pasaba a su alrededor. Su sueño aún seguía atrapado en sus pensamientos, había pasado años teniendo el mismo recuerdo de su infancia que no lo dejaba en paz.
La imagen de Izuku con su mano extendida y su expresión amable, siempre volvía a él. No había razón aparente para que el recuerdo siguiera apareciendo, después de todo, los dos seguían siendo amigos. Entonces, ¿qué significaba?

Mientras caminaba hacia la oficina del profesor Aizawa, Bakugo se sentía abrumado por la mezcla de emociones que ese sueño trae consigo; la vulnerabilidad de cuando era niño y la confusión sobre la relación que lleva actualmente con Izuku, son pun...

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Mientras caminaba hacia la oficina del profesor Aizawa, Bakugo se sentía abrumado por la mezcla de emociones que ese sueño trae consigo; la vulnerabilidad de cuando era niño y la confusión sobre la relación que lleva actualmente con Izuku, son puntos sensibles para él. Había trabajado para no depender de nadie, pero sus sueños lo atormentaban. ¿Había algo que no estaba enfrentando adecuadamente?

Con esta preocupación carcomiendole la mente llegó a la puerta de la oficina de Aizawa. Respiró hondo antes de golpear ligeramente la puerta.

-Adelante- Se escuchó desde el interior.
Bakugo entró y cerró la puerta tras de él, encontrando a su profesor sentado, observándolo con una expresión seria y, al mismo tiempo, comprensiva.

-Siéntate- Dijo el profesor, señalando la silla frente a él. Bakugo obedeció, algo inquieto.

-Sé que algo te está distrayendo- Comenzó Aizawa, con la mirada fija en su alumno. -Tu desempeño en clases ha sido irregular desde que empezó el año y se que hay algo que te afecta.- Hizo una breve pausa antes de continuar. -¿Qué es lo que te preocupa?-

Bakugo apretó los puños sobre sus rodillas, sintiendo la presión de las palabras de su profesor. Dudó un momento antes de hablar, debía organizar sus ideas. Finalmente levantó la vista, y con el tono más tranquilo posible, respondió.
-Bueno, en realidad he estado ocupado últimamente -Explicó con algo de temor. -Y al mismo tiempo, he tenido dificultades para dormir.-

Aizawa observó con atención y notó el nerviosismo de su alumno, tal vez no estaba listo para responder. Sabía que Bakugo no era la persona más expresiva, pero podía notar a simple vista que algo no estaba bien.

-Bakugo, sé que es difícil hablar de lo que nos preocupa, pero necesito que confíes en mí para poder ayudarte.- El profesor hizo una pausa antes de seguir hablando -Está bien si no quieres decirlo en este momento, yo lo entenderé, pero si es una situación personal lo que te está afectando, no la tomes a la ligera, busca ayuda.-

Aizawa observó como su alumno desviaba la mirada de él. Por otro lado, Bakugo estaba en total conocimiento de necesitar la ayuda de su maestro, aunque eso fuera un desafío gigantesco.

-Bakugo- Dijo Aizawa, captando la atención de su alumno. -¿Estás bien?-

Levantando rápidamente la mirada hacia donde estaba su profesor, se encontró con la preocupación genuina que se reflejaba en sus ojos.
Dudó un momento antes de responder; quería terminar con toda la charla que estaba teniendo con su profesor lo más rápido posible.

-Estoy bien.- Respondió, tratando de sonar convincente-. Sólo... He estado entrenando.- Añade, tratando de cambiar el tema de conversación.

Aizawa lo miró fijamente por un momento, notando la tensión en su alumno. Bakugo mantenía sus manos entrelazadas y su pierna derecha no dejaba de moverse. Era obvio que estaba mintiendo, pero decidió no presionarlo más.

-De acuerdo... Eso sería todo, Bakugo.- Añadió no muy convencido el profesor, pero realmente no podía hacer nada más que esperar a que su alumno estuviera listo para hablar-. Solo recuerda que estoy aquí para ayudarte. No dudes en buscarme si necesitas hablar.

-Lo haré, no se preocupe por eso-respondió Bakugo, levantándose de la silla con rapidez-. Gracias, profesor.

Con una leve inclinación de cabeza, se dirigió a la puerta. Antes de retirarse, se detuvo y miro a su maestro por última vez. Agradecía la ayuda que su maestro le estaba proporcionando, pero el no estaba listo para recibirla.

-Perdón...- murmuró, casi en un susurró.

Aizawa no escuchó la disculpa de su alumno, pero notó la tristeza en su rostro. No había logrado que hablara abiertamente sobre lo que le estaba pasando, sin embargo, la puerta de su oficina siempre estaría abierta para él.

-Cuídate, Bakugo.- Añadió mientras el joven se alejaba.

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𝗚𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗶𝘁𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁á𝗻 𝗹𝗲𝘆𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗼 😭💗

⋕𝗕𝗨𝗧𝗧𝗘𝗥𝗙𝗟𝗬ᵇᵏᵈᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora