Entre Sangre y Cenizas [Volkacio]

CAPITULO 1

Noches como aquellas no se veían desde hace mucho, en el cielo se podía apreciar unas leves estrellas que titilaban con fuerza en la inmensidad de la oscura noche, la neblina que se formaba alrededor de los árboles de sangre no se veía tan opaca, y las calles estaban más limpias de lo que recordaba

Bueno a decir verdad era una noche bastante lúgubre, pero que más podía hacer solo estaba intentando ver el lado positivo, me dirigí un poco más rápido sobre aquel camino de tierra para llegar a La perla negra. Un pequeño lugar donde los borrachos se esconden de su realidad, los guardias van a relajarse, las chicas jóvenes encuentran con quien divertirse y los callados entran a ahogar las penas.

Yo Viktor soy un pequeño porcentaje de todos ellos... Bueno excepto por las chicas jóvenes. Soy un soldado reconocido, jefe de escuadrón, la gente me saluda pero no me habla mucho, no es su culpa, no soy muy bueno hablando y desde la muerte de Ivanov no quiero que nadie se me acerque.

El también era un jefe de escuadrón, tenía algunos amigos pero yo prácticamente me crié con el, tenía su propia historia de como acabo siendo soldado, al igual que yo, se unió al escuadrón a temprana edad, 16 años, inevitablemente empezamos a hablar, me contaba historias de su familia la misma que habia perdido, de sus aventuras de sus desgracias y yo tambien le hable de mi, de mi hermana y mi madre también muertas, fue la primera y única persona con la que pude hablar sinceramente.

Recuerdo cuando éramos más jóvenes, al contarme sus historias, empezó a llorar desconsoladamente mientras hablaba de su hermano mayor, se repetía una y otra vez que el no merecía ese final, su cuello completamente destrozados por los colmillos de un demonio, dijo que casi no quedaba nada de el, y mientras lloraba me confeso que nunca había llorado de tal manera, ni siquiera en el vil funeral que le dieron, porque no tenían dinero para más. Me encontré a mi mismo abrazándolo y también llorando por las muertes que a mi me aquejaban, nunca había llorado frente a alguien y sabía que el era el único que podría verme de tal manera.

El día de su funeral nadie lloro, todos me dieron el pésame, la ceremonia fue bonita, como suelen ser las ceremonias de los soldados, llegué a mi alcoba y el piso a mis pies se movió por completo, me caí sobre mis rodillas mientras me abrazaba, me repetía que no pudo haber muerto así, ni siquiera ví su cadáver, no pude ayudarlo, cuando el mas me necesitaba.

Me sorprendió que ya la mayoría de mis colegas olvidarán su nombre, o simplemente no lo recuerden, era un jefe de escuadrón pero supongo que eso no te salva del olvido, cuando me enteré que ya nadie recordaba a mi amigo empecé a frecuentar la perla negra, llevo dos semanas en las que todas las noches paso a tomar algo y me largo cuando tengo sueño o mis sentidos empiezan a fallar por culpa de el alcohol.

Entre al pequeño local y la luz encandiló mis ojos a pesar de tener una capa puesta, me tape un poco más la cara y seguí mi camino, en las mesas podía diferenciar a algunos compañeros jugando poker, no quería saludarlos así que simplemente pase de largo, algunos de ellos tenían a mujeres en sus piernas que mostraban un poco de pecho y ellos desvergonzadamente pesaban sus manos por debajo de sus faldas. Me limiete a dirigirme hacia la barra donde se encontraban unas cuantas personas solitarias, me senté en mi lugar de siempre y esperé a que me atendieran.

—¿Tu de nuevo?, ¿Lo mismo de siempre, bombón?—había tenido la mala costumbre de llamarme así, pero no tenía ganas de discutir así que solo asentí con mi cabeza—Tienes que ganar bastante para pagar por esta bebida en específico todos los días, que el vodka es bastante caro— ignore su comentario y el me tendió un pequeño vaso y la botella completa de el licor, pude distinguir su piel morena y su tatuaje de carita feliz en la mano— cuando te lo termines me avisas amigo hablador—

Se fue a atender a más clientes mientras yo empecé a beber mientras dejaba que la realidad se desvaneciera para encontrar un momento de paz.

[...]