Capitulo 5: Un juego matemático

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*Cinco de la tarde, despacho del director de Tokyo.*

Había un silencio algo tenso en el despacho, allí se encontraban Yuki, Shoko, Suguru, Utahime y el director Yaga. Yaga tenia una expresión seria mirando a Yuki y a Suguru. El director estaba tejiendo un peluche, pero las venas de la frente se le marcaban más cada que el sonido del reloj, marcaba los segundos.

-Honestamente no esperaba nada de tí, Yuki, pero has logrado decepcionarme más y tú, Suguru, estoy muy decepcionado de ti ¿Cómo habéis podido permitir que un grado especial vaya por la calle a plena luz del día y luego haber dejado que destruya un edificio?- Suguru estaba con la mirada apartada, mientras Yuki estaba mirando al techo, harta de estos regaños.

-Señor Yaga, no fue tan malo, nadie salió herido y encima, él salvó la vida de "no hechiceros".- Se defendía Yuki, mientras se sentaba bien en la silla. -No es una amenaza.-

-Dice ser el Diablo ¿Eso no es preocupante?- Decía Utahime al lado de Shoko, ella ya iba vestida con su traje de miko.

-Haber sí, pero no creo que lo sea, es decir ¿El Diablo? Eso es ridículo.- Yuki miraba con una sonrisa nerviosa a Utahime, ya estaba segura de que la iba a regañar en cuanto salieran.

-Sí, es ridículo, si no fuera el gran estropicio que provoco en el santuario de Kioto.- Contesto Yaga recordando el maldito desastre de papeleo y problemas con los altos mandos, con ese rayo de luz.

-Sin quitar que nos llama "Humanos", su piel es impenetrable, esta muy interesado en la historia de la humanidad y en la biblia....y...ah, si, es el único que pudo destruir un dedo de Sukuna.- Arremetía Shoko mientras jugaba con un mechero, tenia ganas de fumar. -Por cierto ¿Donde esta?-

-Afuera, le pedí que se quedara allí quieto.- Dijo Utahime mientras miraba sus manos de forma pensativa. Shoko la miro preocupada, desde que la vio, estaba así.

El sonido de la puerta abriéndose los interrumpió a todos. Mei Mei había entrado con una sonrisa.

-Hola, disculpad por llegar tarde. He tenido que atender unos asuntos.-

-No te preocupes ¿puedes hacer pasar al grado especial?-

-Oh, cuando he llegado no había nadie.-

-¿¡Qué!?- Grito Yaga, levantándose.

-Eso no importa, necesito...que todos escuchen atentamente. Lo que va decir una amiga mía.- Mei Mei sonrió con amabilidad.

...

-Asi que...vosotros sois quienes quieren ejecutarme- Satoru estaba en medio de una sala oscura, donde solo veía shojis iluminados, detrás de ellas seguro que estaban los encargados de todo.

-La verdad queremos hablar contigo.- Dijo uno de los ancianos.

-¿Y que quieren? No me dejaré ejecutar, además de que no puedo morir por métodos humanos- Satoru jugó con otra moneda, mirando cada shoji que había.

-Sabemos quien eres.-

-¿Enserio? Bien, pues si, soy el Diablo y también el creador de to...- Satoru fue interrumpido antes de poder siquiera alardear.

-Te llamas Satoru Gojo, tu famila nos ha dicho que fuistes alguien que tiene delirios de creerse el Diablo o una clase de dios, aún que tengas los poderes del clan Gojo- Explico una voz mientras revisaba unos papeles.

-Espera ¿Que? ¿Mi familia? ¿Clan Gojo?- Satoru estaba confuso.

-Tu familia ha comunicado que después de tantos años, has decidido ayudar al mundo de la hechicería. Aunque debiste hacerlo antes, mocoso.- Satoru escuchaba las palabras atentamente de los ancianos. Decidió mantenerse en silencio mientras ellos hablaban.

El portador de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora