𝐿𝑎 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑎𝑑𝑎

Chapter 11

Mi hermano, Harry Potter, y yo éramos, en muchos sentidos, hermanos poco comunes. Por un lado, las vacaciones de verano nos gustaban menos que cualquier época del año y, por otro lado, realmente nos gustaba hacer deberes, pero teníamos que hacer a escondidas porque mis tíos odian saber que Harry y yo somos magos.

Una vez, Ronald llamo desde el teléfono gritando por nosotros y al tío no le favoreció mucho...

 Unos días después, fue nuestro cumpleaños. Recibimos cartas de Ron, Hermione, Hagrid, de George y Fred y yo recibí una más, de Ginny - que no le había mandado a Harry porque tenía mucha vergüenza-.

Luego, por accidente de Harry, tuvimos que irnos de la casa y aún muy enojada, nos subimos a un autobús nocturno de magos.

Nos hospedamos y aprovechamos para comprar los útiles del colegio.

Hermione y yo nos inscribimos en más materias - aunque no tantas como Hermione -.

Conocimos a nuestro nuevo y el mejor profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.  

El rumor de que Sirius Black estaba suelto era cierto. Y Hogwarts paso de ser un colegio lleno de dementores volando sobre las puertas principales. 

Los alumnos estaban entusiasmados por sus planes para las vacaciones. Ron dijo que no podía aguantar dos semanas con Percy, y Hermione se alegró porque necesitaba usar la biblioteca, pero no consiguieron engañarme, ni a Harry, ni a mí. Aunque, estábamos muy agradecidos.  

"""

- ¡Pss Aurora!

Me di vuelta a mitad del pasillo del tercer piso y vi a Fred y George.

- ¿Que hacen? - pregunto Harry con curiosidad, que estaba a mi lado. - ¿Como es que no están en camino de Hogsmeade? 

- Venimos a darle una pequeña alegría antes de irnos. - dijo Fred guiñando el ojo. - Entra aquí...

Señalo con la cabeza a un aula vacía hacia la izquierda. 

- Un regalo de navidad adelantado, pequeña. - susurro en mi oído Fred. 

Saco algo debajo de su capa y lo puso en la mesa. 

Era un pergamino grande, muy desgastado. No tenía nada escrito. Creímos que era una broma de los gemelos.

- ¿Qué es? - pregunte.

- Esto, cariño, es mi mayor secreto. El secreto de nuestro éxito. - dijo Fred mirándome.

Podía notar los celos de Harry como hermano, cada vez que Fred me hablaba de esa manera. 

Tengo la sospecha que Fred lo hace al propósito. 

- Nos cuesta desprendernos de él. - dijo George. - Pero anoche llegamos la conclusión de que ustedes lo necesitan más que nosotros.

Después de un tiempo, nos terminó de explicar cómo funcionaba el mapa del merodeador.

En resumen, Sirius era inocente. Y era nuestro padrino. 

Fred y yo estabamos un poco distanciados por las tantas materias en la que me inscribi, no tenia tiempo.