A lo que venga

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El calor de la sala de espera era insoportable. Todos los aspirantes a Operación Triunfo compartíamos la misma mezcla de nervios y emoción. Sostenía mi guitarra, intentando calmarme, cuando la puerta se abrió y entró Martin. Llevábamos sólo una semana conociéndonos, pero ya me sentía atraído por su sonrisa y su manera despreocupada de andar.

Martin no estaba solo. Cris, abrazado a él, lo acompañaba con una familiaridad que me hacía arder las venas. ¿Por qué me importaba tanto? Yo era hetero, o al menos siempre me había considerado así. Pero cada vez que veía a Martin, sentía una punzada en el pecho que no lograba descifrar.

Martin me vio y sonrió, caminando hacia mí con Cris a su lado. Traté de sonreír, de aparentar normalidad, pero no podía apartar la mirada de ellos dos juntos.

—¡Juanjo! ¿Listo para el gran día? —preguntó Martin con ese entusiasmo que me desarmaba.

Asentí, forzando una sonrisa. Sentía como si una tormenta rugiera dentro de mí, una tormenta de emociones contradictorias. Quería estar contento por él, por ellos, pero una parte de mí deseaba estar en el lugar de Cris, sentir el brazo de Martin rodeándome.

—Sí, claro. Nervioso, pero listo —respondí, intentando sonar casual.

Cris me dedicó una mirada rápida antes de girarse para decir algo a Martin. Los observé reír, compartiendo una complicidad que me hacía sentir como un intruso. Apenas conocía a Martin, no tenía derecho a querer ser más en su vida, pero no podía evitarlo.

Poco después, anunciaron mi nombre para la entrevista. Caminé hacia el estudio, intentando concentrarme, pero mi mente seguía divagando entre lo que debía hacer y lo que sentía por Martin.

Cuando salí, la sala estaba casi vacía.  Solo quedaban unos pocos aspirantes, entre ellos Martin, que parecía haber terminado su entrevista también. Me acerqué a él, y sin pensarlo demasiado, pregunté:

—¿Quieres tomar algo después de esto? Necesito despejarme —le pregunté.

Martin pareció sorprendido, pero luego asintió con entusiasmo.

—Sí, me encantaría.

Caminamos juntos hacia una cafetería cercana. La conversación fluía con naturalidad, pero sentía que había algo más en cada risa y mirada. Sentados con nuestros cafés, Martin se inclinó hacia adelante.

—¿Sabes? —dijo, jugando con la taza—. Este lugar, todo esto... es increíble, pero también aterrador. No sé qué va a pasar, pero estoy feliz de estar aquí. Y de haberte conocido.

Sus palabras me impactaron más de lo que esperaba. Sentí una calidez extendiéndose desde mi pecho hasta la punta de mis dedos. Quería decirle tantas cosas, contarle lo que sentía, pero no podía. No quería complicar las cosas, ni para él ni para mí. Así que solo sonreí y levanté mi taza.

—A lo que venga.

Martin sonrió y chocó su taza con la mía. En ese momento supe que, pasara lo que pasara en el programa, conocer a Martin ya había cambiado mi vida de una manera que nunca habría imaginado.


Este es el primer one shots que hago y la verdad es que no sé si ha quedado como yo me imaginaba, pero espero que os haya gustado y que os haya hecho vibrar tanto como a mí <33

Dejadme por aquí qué es lo que os gustaría leer y os prometo que lo incluyo en algún capítulo :)

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