Concha Blanca - Parte I

~Capítulo I - Ausencia~

El amanecer brillaba en Pados y sus colores iluminaban las dulces flores ocultas en los inmensos jardines de Concha Blanca. La campana de la iglesia de Pados sonaba al son del despertar de los habitantes. Lola había despertado antes que todos, tenía que ir a los estudios de la cadena de su padre para asistir de colaboradora en su programa. Cubrió su cuerpo con finas telas blancas para aislarse del calor que reinaba en aquel mes de junio.

Se marchó en el coche junto con el chofer que la esperaba. Miraba por la ventanilla para así contemplar la nueva obra de su padre. Minutos después había llegado cerca de los estudios y el chofer empezaba su espera. Ella iba andando hacía aquel edificio, andaba con orgullo de asistir a su último día de programa para luego presentar otro. Pero de pronto todo su material cayó por los suelos. Una mano masculina le ayudó a recogerlo todo, Lola sonreía y daba las gracias, hasta que, levantando la mirada, vio el rostro de Adelphos. Era el enemigo, no podía hablarle. Cogió sus cosas y corrió asustada hasta llegar al plató.

***
Mientras, en Concha Blanca, Adrián abrazaba fuértemente bajo el bello sol a su presente aventura, Beatriz. En la familia Venturi, la playa era un lugar libre, cuando alguien quería estar sólo y reflexionar sobre algún tema, paseaba a las orillas del Mediterráneo. Adrián y Beatriz estaban sentados sobre el tejado de una casa de la urbanización cerca del mar. A un lado los colores blancos iluminados de las viviendas, a otro el brillante color del mar. La pareja estaba completamente enamorada. Adrián le mordía el cuello a su novia mientras ella sonreía cálidamente. Bajaron del tejado para bañarse en aquellas hermosas aguas. Disfrutaban delante de las olas y reían a carcajadas. Pero un repentino sonido dio pie al silencio. Eran las campanas de la iglesia Padesa y tocaban a muertos.
Adrián y Beatriz fueron corriendo a averiguar quién era la víctima. Pasaban por delante de la mansión de la familia. Martin estaba mirando al suelo llorando, sentado en una silla dolido.

-¿Qué sucede padre?- preguntó Adrián.
-Hijo- sollozaba Martin.
-Habla padre habla.-
-Ha muerto... Ha muerto.-
-¿Quién padre quién?-
-La tía Rosemary.- Tras estas palabras de Martin Adrián quedó sin habla, sin gesto alguno, sólamente lágrimas huyendo de sus ojos y corriendo por su mejilla. Beatriz le acariciaba los hombros y dio el pésame a la familia. Alessandro y Penélope estaban sentados en un sofá sin decirse nada, sintiendo el dolor.
Rosemary, la hermana de Martin era lo más querido de la familia. Martin y Penélope ya no tenían padres y su mayor compañía aparte de los hijos era ella. Rosemary era la alegría de la familia y aquel día ella se despedía de la vida.

Era la 1:30 de la mañana, Lola llena de emoción despedía su temporada televisiva para empezar una temporada mejor en septiembre. Se subió al coche y abrazó al chofer.
-Enhorabuena Lola, me alegro mucho- felicitó el hombre.
-Gracias Damián, estoy muy emocionada.-
En el trayecto Lola rebobinaba la imagen de Adelphos. Estaba empezando a sentir algo, pero no quería, odiaba a aquel muchacho. Su carisma la había hechizado por mucho que ella intentara destrozar el karma. Pero ella ya estaba enamorada de antes, Marcelo, quien era muy bien acogido en la familia era alguien especial para ella y se había enamorado. Aunque otra pasión se mezclaba con el amor hacia Marcelo.

Acababa el trayecto y marchaba a casa, ella iba eufórica.
-¡Presentadora, presentadora! Que voy a ser presen...- La frase fue interrumpida por las caras disgustadas de sus familiares. Las noticias se le comunicaron y ella lloraba y soltaba tantas lágrimas como recuerdos tenía con su tía. Beatriz se sintió como una familiar más y no tardó en comunicar el hecho al ayuntamiento de Pados para organizar el funeral. Ella lo organizaría y más tarde pagaría la lápida.