I Want You (Rinsagi/Kaisagi)

1. Equívoca devoción

P.O.V ISAGI

Los rayos de sol pegan en mi rostro, más que nada en mis párpados. Diablos, me tendré que levantar sí o sí.

Abro los ojos y me siento. No tengo ganas de salir de la cama, a decir verdad. Dejo de lado mi flojera y me digno a levantarme.

Bostezo y me estiro mientras miro por la ventana. El día está parcialmente despejado y soleado. Está realmente precioso y sería una pena no salir.

Voy al baño y me cambio, no quiero tardar mucho más. Estoy casi seguro de que la fiesta del pueblo está por comenzar. Puede no parecer la gran cosa, pero llevo viviendo toda mi vida aquí y esto es lo más emocionante que he experimentado.

Okay... de hecho, no es eso por lo que estoy tan entusiasmado. La cosa es que veré a Rin, y no tengo forma de ocultar lo feliz que me pone. Por supuesto, lo veo a diario en las calles del pueblo, generalmente con su madre, vendiendo cosas en los puestos o jugando al fútbol con algunos chicos de la zona.

Somos amigos, debo de aclarar, y nos hablamos siempre que podemos. No sé cómo explicarlo, pero siento una extraña conexión con él, como si nos complementaramos.

Una vez termino de cambiarme, salgo a la calle. Hay olor a comida y mucha diversión. Río ante ese pensamiento.

Hay niños corriendo por todos lados y mucha gente hablando. Sin embargo, mis ojos pretenden toparse con una persona en específico. ¿Dónde estará Rin?

Empiezo a buscarlo, incluso desde antes de ser consciente de que lo iba a hacer. No lo veo, así que empiezo a caminar unos cuantos pasos hasta que mi mirada lo detecta. Está divino, como siempre, y no puedo evitar ruborizarme un poco.

Se encuentra con la espalda recostada sobre una columna y de brazos cruzados. ¡Y después me dice que no tiene pinta de antipático!

Me acerco a él casi sin poder controlarlo y su cabeza gira hacia mi dirección. Parece que le sorprende un poco mi presencia porque alza las cejas. Podría jurar que el rostro se le relajó en cuanto me vio, pero no quiero pensar erróneamente.

—¡Rin! —Exclamo, sin poder retener la sonrisa que se me había formado.

Su expresión sigue siendo bastante neutra, pero eso ya es normal en Rin.

—Isagi...

—¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí solo?

Vuelve a mirar a toda la gente que pasaba, sin descansar la mirada en ningún lado fijo.

 —No sé dónde están los chicos —Responde, sin darle mayor importancia al asunto.

—Ya veo... —No sé realmente a quiénes abarca ese "chicos", pero calculo que serán los de siempre, con quienes jugamos fútbol—. ¿Te importaría estar conmigo un rato? —Titubeo, pero dentro estoy seguro de mi petición.

Rin me vuelve a mirar y me tenso. Su expresión ya no se ve tan fría y distante.

—No me molesta.

¡BIEN! Logré mi objetivo. Me hubiese conformado con solo mirarlo, pero esto es aún mejor. Bueno, no me puedo engañar a mí mismo, no me hubiera conformado con eso.

—¿Cómo se encuentra tu madre? —Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que supe algo de ella. Es una buena mujer, me ha tratado como a un hijo más, hasta donde puedo recordar.

—Ella está bien. De vez en cuando pregunta por ti.

Río levemente ante esa última mención.

—¿En serio? La extraño —Digo haciendo un pequeño puchero.