P.O.V RIN
La fiesta del pueblo acaba de terminar y estoy volviendo a casa.
Todavía sigo procesando el hecho de que pasé la tarde con Isagi y, lo más importante: le regalé flores.
No puedo explicar el significado detrás de mi regalo. O capaz sí, pero no quiero afrontar mis sentimientos.
Doy un par de vueltas en círculos alrededor de la entrada de mi casa. Decirle casa a esto podría ser mucho, pero con seguridad es un hogar.
Desde que Sae dejó la aldea para buscar nuevas oportunidades, que en casa todo se siente más vacío. Fue un suceso que marcó a mi madre, y en cierta parte a mí. Sin embargo, ya pasaron unos cuantos años desde su partida y las cosas se normalizaron, mayormente. Intentamos no traer el tema de mi hermano: es una forma de llevarlo que nos funcionó a lo largo de los años.
Vuelvo a la realidad y entro a mi casa. A pocos pasos de la entrada, visualizo a mi madre, quien se encuentra dormida en una silla. ¿Ya habrá comido?
Cierro suavemente la puerta y me dejo caer en el suelo.
Fue un día largo y apenas pude vender algo. Igualmente... no sé, simplemente no me siento mal por eso. Este es un paso importante en lo que respecta a mí e Isagi.
Observo por la ventana en dirección a la casa de Isagi y suspiro. Puesto que es mi vecino, yo podría cruzarme a su casa en cualquier momento, pero eso es algo que me rehuso a hacer. Además de que sería raro, no tendría tema de conversación la mayoría de las veces. O sea, un noventa y nueve porciento de las veces no tengo de qué hablar, siempre es él quien me busca o empieza a hablar. No es algo que me moleste, pero bueno...
No me gusta hablar y mucho que ya lo hago con los chicos del pueblo, los que de vez en cuando juegan fútbol conmigo. No obstante, por alguna extraña razón que desconozco, me veo atraído a Isagi. No digo que me agrade, pero ciertamente no me disgusta del todo su presencia, ni hablar con él.
Espera, hoy por la tarde él me dio una prenda que llevaba puesta para que se la sostuviera unos segundos... maldición, olvidé totalmente devolvérsela. ¿Es que acaso él tampoco se da cuenta de que le falta algo? Estoy seguro de que me estuvo observando lo suficiente como para notar que llevo algo suyo.
Dudo que sea tarde como para llevárselo ahora, de cualquier manera me tomará un minuto como mucho, y está aquí al lado. Bueno, ya fue, voy.
Del suelo, tomo la tela que está al lado mío y me dirijo a la vivienda de Isagi.
¿Eh? ¿Qué está pasando?
Me detengo sobre mis pasos y entrecierro los ojos tratando de ver entre toda esta oscuridad.No, no puede ser... ¿Ese es Isagi? ¿Y esos hombres quiénes son? Lo están agarrando forzosamente y uno le está tapando la boca con fuerza.
—¿Qué hacen? —No puedo evitar decir, elevando la voz. Con el silencio que hay, toma mucha presencia y se oye clara y limpiamente.
Los individuos avanzan con mayor rapidez y, en consecuencia, yo también lo hago.
—¿A dónde lo llevan? Suéltenlo.
Ante la consistencia, uno de los hombres parece hartarse y chilla entre dientes:
—Tú no te metas, niño.
¿Niño? ¿Y ellos cuánto se supone que tienen?
—Suéltenlo —Repito secamente.
—Te lo advierto, aléjate. —Insistió.
Ya sin paciencia, me tiro bruscamente sobre ellos con la esperanza de poder quitarles a Isagi. Inmediatamente siento un puño caer sobre mi ojo derecho, a la vez que le encajo una patada a otro hombre, pero no es quien sostiene a Isagi, para mi mala suerte.
No caigo al suelo, pero sí retrocedo una escasa cantidad de pasos, tambaleándome.
El que recibió mi patada se encuentra tirado, pero probablemente porque perdió el equilibrio y no tanto porque haya sido lastimado, dado que apenas una leve mueca se hace presente en su rostro.
Me pongo firme nuevamente, pero siento unos brazos que me retienen en el lugar. No había notado sino hasta ahora que tenía hombres detrás mío.
Frunzo el ceño y aprieto los dientes, en un acto de impotencia. Necesito rescatar a Isagi.
Por más que intento moverme, son esfuerzos en vano, porque la fuerza en el agarre de estos tipos es brutal.
—¡ISAGI! —Grito, pero sé que nadie se atreverá a salir.
Suspiro antes de recibir otra tanda de golpes, pero a este punto ya lo acepto.
¿Quiénes serán estas personas? Isagi no se metería en ninguna pelea callejera, y hasta donde sé no está en malos términos con nadie... ¡alto! ¿el príncipe no había dicho que luego se encargaría de Isagi? Por su conducta hoy, hubiera sido un regalo divino salir sin ninguna clase de castigo, definitivamente algo imposible.
Este rapto debe haber sido producto de las órdenes del príncipe. Ese tan vivo Kaiser, aprovechándose de su puesto...
Perdón, Isagi, pero ya te voy a ir a buscar. Es una promesa.
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Nota
Lamento haber demorado tanto en subir el capítulo, andaba pensando en cómo llevar la historia y qué sucesos seguirían. Hubiera preparado un par de capítulos para ir subiendolos con más constancia, pero no sabía si realmente iba a seguir más allá del capítulo 1 y quise probar suerte con uno solo JAJSJAJA.
Sé que este capítulo no es tan relevante, pero quería explorar un poco en el POV de Rin.
El próximo capítulo irá con el punto de vista de Kaiser, ya avanzando un poco más con la trama. Si tengo suerte pronto lo estaría subiendo.
Gracias por la paciencia, los quierooo. 🙈💋
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I Want You (Rinsagi/Kaisagi)
FanfictionIsagi Yoichi y Rin Itoshi viven en un pequeño pueblo. Ellos se gustan pero tienen miedo de decirlo. Un día, en la fiesta del pueblo, Isagi llama la atención del Príncipe Kaiser y este decide raptarlo tan pronto como caiga la noche. A pesar de los in...