Primera decisión

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Desde su niñez, su madre, muy devota a su religión, les inculcó creencias y tradiciones comunes de su ideología. Debió admitir, que en un principio pensó que ese era su lugar en el mundo. Se sintió a gusto por bastante tiempo, creyendo que esa era parte de su familia.

Avanzaba el tiempo y su edad y conocimientos bíblicos crecían. Se convirtió en un jóven ejemplar, de buen dialecto y una capacidad increíble de convencer a cualquiera que la fe a la que le era devoto hasta ese momento, era la correcta.

La religión es como la política, un grupo minoritario, incrédulo, sin un sentido en la vida, siguiendo a un ser que se hace parecer un líder. Un guía que ayuda a los demás a conseguir un camino.

Pobres ovejas!. Si tan sólo supieran que van directo a la decepción.

A pesar de lo mucho que avanzó personalmente, Mateo sentía que no era suficiente...

"Soy quien más predica. Quien más ayuda a los hermanos de la tercera edad. Leo la biblia todos los días y lucho por llevar a cabo sus consejos. Soy íntegro, fiel y quien más contribuye con los servicios en el salón... Porque siento que algo me falta"... Se decía a diario.

Supongo que la fe es un don con el cual no todo el mundo nace.

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