Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto.
Summary: Sasuke va a comprar a la cafetería donde trabajaba Hinata.
Pairing: SasuHina trans
SasuHina Month día 12
xxx
Té y Café
El sol apenas se asomaba y la ciudad comenzaba su bullicio cuando Hinata llegó a la cafetería "Dolce Konoha" para su ansiado primer día de trabajo. El aire fresco de la mañana le daba una sensación de tranquilidad, pero al mismo tiempo, sentía un nudo en el estómago.
«—No te preocupes, todo estará bien y será un buen primer día —se repetía a sí mismo mientras entraba al local.»
Hinata había estado esperando este trabajo con ansias. Se había mudado de la casa de su padre cuando este le anuncio que era un chico trans y deseaba tener la oportunidad de empezar en un lugar nuevo con su nueva y correcta identidad. Vivir solo no era fácil, pero de a poco iba logrando encaminar su vida. Se había preparado lo mejor posible, aprendiendo todo lo que podía sobre la elaboración de té y café. Sin embargo, sabía que la experiencia real sería diferente a leer un libro o a ver tutoriales por internet.
El dueño de la cafetería, un amable hombre de mediana edad, lo recibió con una cálida sonrisa.
—¡Ah! Bienvenido, Hinata —lo saludo—. Hoy será un gran día para ti. Tendrás el turno de la mañana durante tu primera semana. Y no te preocupes si cometes errores, hoy es tu primer día y estarás nervioso —dijo con un guiño.
Hinata asintió, agradecido por la comprensión.
—G-gracias, haré lo mejor que pueda —respondió, tratando de ocultar su nerviosismo. Su empleador le mostró los artículos de té y café que estaban detrás de la barra, explicándole dónde estaba cada cosa y cómo funcionaban las máquinas. Hinata trató de memorizar todo, aunque la presión comenzaba a acumularse en su pecho.
La mañana avanzaba y los primeros clientes comenzaron a llegar. La mayoría eran comensales habituales, que pedían sus bebidas sin complicaciones. Hinata se manejó bien, sirviendo distintos tipos de café, americanos, capuchinos, algún que otro latte con relativa facilidad y té de distintos sabores. Se sentía más seguro con cada pedido completado con éxito.
Sin embargo, su confianza se tambaleó peligrosamente cuando un nuevo cliente entró por la puerta. Era un joven de piel blanca, cabello negro y ojos oscuros, que irradiaba una intensa seguridad. Llevaba una chamarra de cuero negra y tenía una mirada severa que hizo que Hinata se pusiera nervioso al instante. El joven se acercó a la barra con expresión indiferente, pero sus ojos parecían analizar cada detalle.
—Un café para llevar —dijo el chico con voz firme—. Vaso grande, café americano bien cargado, no azúcar, sin hielo, con 5 ml de macchiato de avellana, sin ningún tipo de sirope, doble shot de espresso, 10 ml leche de avena y con muy poca espuma. Que no quede dulce, ni pierdas el tiempo haciendo dibujos en la espuma. Y asegúrate de que la temperatura esté entre 65 y 70 grados —al terminar su pedido le dio el dinero, saco su teléfono y se dedicó a esperar.
Hinata parpadeó, tratando de procesar el extraño pedido. Había podido hacer los pedidos de café y té que le había ordenado antes, pero ninguno de esos había tenido tantas especificaciones. La presión de no decepcionar a su cliente lo llevó a apresurarse en la preparación, dio lo mejor de sí, pero sentía que algo no estaba del todo bien. Cuando finalmente le entregó el café al joven, este lo tomó sin decir nada y camino hacia la puerta de la cafetería.
